Que no nos vengan con milongas. Si atendemos a los números, los españoles hemos vuelto a decantarnos por el PPSOE al que se le ha revalidado nuevamente de largo la Mayoría Absoluta, exactamente 213 escaños. Con todo, algo ha cambiado ciertamente y es que, tras años de representar la farsa de Pimpinela, en esta ocasión, PP y PSOE, habrán de evidenciar su pinza contra la ciudadanía a la hora de aprobar leyes criminales y cometer sus fechorias contra la población, lo cual, es un avance respecto a la concienciación de la gente.
Indecente y Miserable, por supuesto, tienen previsto hacer el paripé de negociar unos con otros, buscar apoyos aquí y allá, reunirse con el reptiliano, amagar con gobernar en minoría, como si hasta la fecha no hubieran hecho otra cosa que gobernar para una reducida minoría dueña de las finanzas, la tierra y los medios de producción en detrimento de la imensa mayoría de la población trabajadora y resto de parafernalia institucional, cuyo propósito no es otro que camuflar el íntimo entendimiento de sus líderes en obedecer y colaborar en cuanto sea menester para obtener el favor de quienes mandan a los que mandan.
Porque, hay que decirlo bien claro: Tanto La UE, como la OTAN, el FMI, la OCDE y la CEOE, prefieren que se sepa la verdad del asunto, a que el asunto se venga abajo y en buena lógica, han dado órdenes para que Indecente y Miserable terminen dándose la mano en una gran Coalición.
Los medios de comunicación domesticados a base de publicidad de las grandes empresas y Multinacionales, tiene facil ofrecer la cobertura ideológica a un discurso que procpicie la fraternal reconciliación de las masas ignorantes con simplemente invertir el sentido de los mismos mensajes con los que les han enfrentado durante años. Así, oirenmos hablar de lo bien que les va en Alemania una gran coalición entre socialdemócratas y conservadores; cómo es mejor remar todos en una misma dirección; cómo Pesoistas y Populares tienen un objetivo en común; cómo las fuerzas centradas y responsables han de mantenerse unidas para evitar que populismos y frivolidades den al traste con la credibilidad de España en tan delicado momento en el que nos jugamos la recuperación y salir de la crisis, bla, bla, bla.
Por su parte, las distintas organizaciones criminales del Estado, en conformidad con los gangters y los delincuentes habituales, apoyarán con decisión un pacto explícito, con luz y taquígrafos entre el PP y el PSOE, por cuanto en el mismo hallarán la mejor garantía de sus potenciales beneficios, gracias a las facilidades legales que hay en nuestro país para la comisión de fraudes globales y estafas generalizadas contra la indefensa población por parte de empresas relacionadas con el petróleo, la industria automovilística, las energéticas, las constructoras, la telefonía…cuyas denuncias, una tras otra, recorren los recobecos jurídicos de victoria en victoria por la Oficina del Consumidor, al Defensor del Pueblo, hasta su derrota final, y la facilidad con que se puede eludir impuestos legalmente y lo poco que se persigue el fraude fiscal en todo el territorio nacional.
Y evidentemente, la gran Banca, no se va a quedar corta a la hora de conceder créditos multimillonarios a quienes tan bien le han servido en todos estos años, a fin de que en este último ejercicio acaben por rematar la faena y dejen una deuda pública, lo suficientemente alta como para que los españoles, por generaciones, empecemos a comprender qué es y en qué consiste eso que se llamaba la Deuda Externa.
Pero, Indecente y Miserable, no tienen tiempo que perder para anunciar una decisión que ya está tomada, porque hay mucho por hacer en la siguiente legislatura: elevar el IVA a los productos básicos, flexibilizar el mercado laboral, reducir los salarios, vender los inmubles del Estado, privatizar las playas, reducir las plazas en la Universidad, introducir el repago universal farmacéutico…