Así como entre la militancia de un Partido Político cada cual debe asumir el lugar y función que le corresponde como “militanto” o como “militonto”, el electorado a la hora de acudir a las urnas debe decidir libre y voluntariamente a que segmento desea pertenecer, si al de la inmensa minoría al que yo estoy adscrito desde hace varias legislaturas denominado el Magnífico, Excelentísimo, Honorabilísimo sector del “Votanto” que jamás entrega su voto gratuitamente si no hay de por medio una gratificación, una compensación aunque se trate de un pago en especie, sin hacerle ascos a una subvención triangulada en diferido pasadas las elecciones, o por el contrario al muy humilde, popular y vergonzante espectro poblacional que deposita su papeleta en la urna, así como así, en generoso desprendimiento como si de un residuo se tratara en el más absurdo ejercicio de burreciclaje que cabe imaginar y al que hemos dado en denominar el término de “Votonto”.
Evidentemente, todos los “votantos” somos listos, pero no por ello, todos los votontos sois tontos. ¡Ni mucho menos! La mayoría de vosotros, perteneceis a la clase votonta más por ignorancia que por necedad, pues desconceis que vuestro voto tiene además de un valor sentimental un precio que cotiza en Bolsa, entendiendo por Bolsa, las Arcas del Estado. Ese gesto altruista que vais a perpetrar el próximo Domingo, muy seguramente os lo pensariais dos veces antes, de tener claro en vuestra mente que las urnas son huchas y las papeletas euros. Esto y sólo esto, explica la sospechosa insistencia de los gobernantes en que acudamos todos en masa a votar, porque cuantos más vayamos a votar, más dinero recaudan. Bien es verdad, que vayamos muchos o pocos a votar, al final las cuentas del presupuesto han de cuadrar y se llevan, casi casi, la misma cantidad pactada para ellos si lo que únicamente se contabilizan son vuestros votontos. Pero, creedme cuando os digo que el reparto es más justo y equitativo si en lugar de entregar vuestro voto gratuitamente a la opción menos mala en el menos malo de los sitemas, decidís como hago yo venderlo al mejor postor y os convertís en votantos, así, por lo menos, se lo hacemos pagar antes, ya que está visto que tampoco sois capaces de hacérselo pagar después, por mucho que todos ellos quieran cobrar en todo momento y lugar.
Me parece una vergüenza increible que en una sociedad como la nuestra transformada en libre mercado, donde los antiguos ciudadanos se comportan casi eclusivamente como consumidores, podamos comprar y vender de todo, la superficie del territorio nacional, las playas del litoral, el subsuelo para aparcamientos, los alimentos básicos con IVA, donde se puede grabar la cultura con derechos de autor, donde se respetan patentes de medicamentos vitales para las personas, donde hasta el dinero cuesta dinero…los gobernates descaradamente pidan el voto gratis a la gente ¡y lo que es peor! que un pueblo ignorante se lo entregue porque en su psicología profunda está convencido de que no vale nada. Y es aquí donde hay un error de concepto que es necesario aclarar para transformar al votonto en votanto:
Una cosa es que el voto no valga para nada, dado que si valiera para algo no nos dejarian votar a todos, y otra muy distinta, es que el voto, no valga nada. Quien no haya apreciado la diferencia por mi descubierta para la Politología, no es necesario que prosiga con la lectura de este texto, en su caso no hay problema alguno en que continue votando gratuitamente como quienes reciclan todos los dias sin nada a cambio. Pero aquellos que hayan entendido la diferencia ya no deberian votar nunca más sin reclamar ¡qué menos que dos euros! por ir a votar un día de descanso. Una persona que es tonta tiene todo el derecho del mundo a hacer tonterias y nadie se lo va a reprochar. Pregunta: ¿Por qué has ido a votar? Respuesta: ¡Porque soy tonto! En este caso, no cabe discusión alguna. El problema aparece cuando a la pregunta ¿Por qué has ido a votar? Obtenemios respuestas tan extrañas como “porque ejerzo mi derecho y responsabilidad constitucional como buen ciudadano de manera libre y voluntaria”. Esta clase de contestaciones, son producto de un lavado de cerebro por parte de los gobernantes y los medios de comunicación patrocinados ambos por la banca y las grandes empresas. A la muy seria pregunta ¿Por qué has ido a votar? La respuesta inteligente, correcta y acertada debería ser siempre ¡Porque me conviene! ¡Porque me sale a cuenta! ¡Porque me pagan! Sólo cuantos sean capaces de responder con sinceridad así, pueden decirse como yo, pertenecientes a la clase “Votanto”.
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El chiste de las andaluzas
No estando el horno para bollos, en aras de no soliviantar los ánimos de los eternos perdedores, TVE 1 en su Telediario del Lunes, entendió que no era oportuno restregar la derrota abiertamente a lo que resta de ciudadanía por lo que en vez de proclamar sin tapujos la clara victoria del PPSOE en las autonómicas andaluzas, eligió prudentemente emplear el eufemismo de “El Bipartidismo resiste”. Pero, todos sabemos que los excrementos son mierda, como “Bipartidismo” y “PPSOE” designan a una misma realidad, cual es, esa pinza de cristal que oprime al pueblo en beneficio de las élites extractoras con el concurso idiota de una masa ignorante y demócrata. Porque si Pablo Iglesias preconizaba que el miedo en la sociedad iba a cambiar de bando, lo que ha cambiado de bando, es la idiotez, entendida esta como los antiguos griegos que decían “idiota” a quien gozando del derecho a participar con voz y voto en los asuntos de la polis, no acudía al ágora a expresar libremente su opinión; siendo ahora que los idiotas votan en masa y ¡Cómo lo hacen! Lo hacen como idiotas que son.
Eso, o hemos de aceptar que, en Democracia, un pueblo puede apoyar conscientemente la Cleptocracia como forma privilegiada de Gobierno, siendo la corrupción, la mentira, el cohecho, la estafa, el saqueo, el enchufismo, la malversación, el clientelismo, y cualquier otro proceder criminal, su forma de hacer y entender la política. Porque, díganme ustedes, si no parece de chiste lo sucedido en las elecciones de Andalucía:
Veamos quiénes son estos indocumentados que se presentan bajo el nombre de Partido Andalucista: dicen querer defender los intereses de nuestra tierra. ¡hum! Demasiado local para nosotros ¡Fuera del Parlamento andaluz!
Ahora atendamos qué es esto de UPyD: han demostrado ser transparentes en su gestión municipal y autonómica en toda España sin que se les pueda atribuir un solo escándalo de corrupción, su discurso y actuación resultan del todo coherentes sin que se les pille en mentira o engaño; gracias a esta formación que ha denunciado en los juzgados la corrupción, los ciudadanos hemos tenido noticia del caso Bankia y de las tarjetas Black; su militancia parece gente honrada, inteligente, educada y respetuosa…en consecuencia ¡Fuera del Parlamento Andaluz!
Le toca el turno a IU: Aquí hay dudas…por una parte es verdad que cuentan con algunas componendas, elementos susceptibles de venderse al mejor postor, no les faltan tránsfugas; y han pactado con el PSOE; , Todo ello les avala a priori para entrar en la Cámara de representación Andaluza. ¡Pero! Siempre hay un pero, se jactan de que mientras han estado en el gobierno de la Junta andaluza, no ha habido imputados; ya sólo por esto, les vamos a dividir por tres su presencia en número de escaños, todo sea que cunda el ejemplo entre las fuerzas mayoritarias.
Ahora viene el PP: partido implicado en infinidad de casos de corrupción, con exdirigentes presos o en libertad bajo fianzas millonarias; una organización investigada por los más altos tribunales del país, enredados en asuntos relacionados con sobornos, pagos bajo cuerda, evasión fiscal y probada contabilidad b, obstrucción a la justicia…Una formación así, merece estar bien representada con 33 diputados en el Parlamento andaluz. Con todo, el anuncio hecho por su Presidente prometiendo combatir la corrupción en la próxima legislatura, les ha pasado factura en forma de diecisiete escaños menos, todo sea que lo cumplan.
Y aquí tenemos al PSOE, la formación que más ha hecho contra Andalucía y los andaluces, con dos presidentes dimitidos por esa razón y el caso de los EREs, realidad que es digna de ser respaldada con una aplastante victoria en las urnas revalidando su amplia mayoría.
Es verdad, que este sistema basado en fortalecer la cleptocracia, no es infalible al cien por cien para elegir a los representantes del pueblo andaluz; ahí tenemos a formaciones como “Ciudadanos” con 9 escaños o “Podemos” con 15 representantes, que han escapado a nuestro control. Pero eso se ha debido, a que todavía, no les conocemos.
Estrategia contra el Bipartidismo
Cuando formaciones tradicionales como IU, UPyD y Nacionalistas, hayan interiorizado que no pueden continuar como hasta ahora comiendo la sopa boba de la estéril representación por riesgo de verse ellos, en lugar de el Bipartidismo, fagocitados de las instituciones por el cabreo general con la casta política, y toda vez hayan asimilado que es demasiado tarde para competir con Podemos en su canalización parlamentaria, es hora de ponerse manos a la obra, cuál es, la de atraer al electorado que todavía confía ciegamente en PP y PSOE cuyos porcentajes sumados alcanzan la Mayoría Absoluta.
A este objeto, con mis estudios de Psicología, seminarios sobre técnicas de persuasión y control de masas, así como cursos en sofistería, me ofrezco de asesor a cualquiera de estas formaciones para ponerlas al corriente de las distintas estrategias que se pueden emprender con intención de socavar los cimientos del bipartidismo cuya presencia en las instituciones se siente tan nociva para la sociedad española como desde sus inicios lo fuera la llegada al trono de la Casa Borbón. Sirvan entonces las presentes líneas como muestra del servicio a prestar:
Porque la tarea es ingente y apremiante, ahora que el enemigo se halla desconcertado, lo que procede es abrir un doble frente para provocar en el PP y PSOE los síntomas previos a la debacle de todo régimen: descontrol, deserción, delación, paranoia, derrotismo, traición y finalmente, entrega voluntaria sin condiciones. Este doble frente debe operar tanto en la base del partido como en sus cuadros dirigentes.
Para tener éxito entre la militancia del PP o el PSOE, no es adecuado entrar de frente; lo primero que se ha de hacer es convertirles en personajes principales de la tragedia, en víctimas de sus dirigentes; acto seguido, hemos de elogiar su entrega por sus nobles ideales. Con estos dos primeros pasos se les abre una puerta a la esperanza de su salvación moral personal. Hecho lo anterior, conviene hacerles ver que, los valores que siempre han defendido da igual que sean socialistas o liberales, ahora son los de nuestra formación. El siguiente paso a dar, consistiría en presentar un interés afectivo por contar con gente como el interlocutor, personas nobles, idealistas y leales que han sido engañadas por un puñado de dirigentes. También es bueno mostrar confianza en ellos, con frases como ¡Eres una persona inteligente y a la hora de la verdad sabrás cual es tu obligación de ciudadano” “No tengas miedo a ser libre! “Nadie manda en ti” “No les perteneces””La disciplina de partido no puede ser un voto de castidad”…En todo momento, se debe presentar una actitud positiva hacia el interlocutor a quien no deseamos vencer ni convencer, sino que se convenza solito y para ello, nada mejor que mostrarle nuestro asentimiento en varias ocasiones por medio de afirmaciones gestuales o de palabra en asuntos fútiles, mientras se le facilita asentir, aunque sea parcialmente, en aspectos capitales. Por medio de esta técnica usada para la captación en sectas, en discursos políticos y mensajes publicitarios, denominada “Encaminamiento” el individuo se hará adicto a nuestro palique preparándose así mentalmente para ejecutar el tránsito en la dirección indicada. Parece cosa absurda, pero hemos de tener presente que nos enfrentamos a gentes fanáticas, acríticas, con la autoestima muy baja cuya moral ahora está por los suelos. Lo que nunca se debe hacer con ellos es tratarlos como a cómplices o responsables de lo que está sucediendo, recuérdese lo sucedido con Batasuna a cuyos votantes se les vinculaba con los atentados por sus votos, lejos de retirar su apoyo, lo aumentaron. Y por supuesto, jamás de los jamases, debe pedírseles el voto, ni si quiera en campaña.
Respecto a sus cuadros dirigentes, el modo de actuación ha de ser el mismo con el que se aborda a los oficiales de un ejército enemigo: primero se les ofrece la posibilidad a todos de un cambio de bando explícito en grupo, a cambio del perdón y de otorgarles un puesto en el nuevo régimen que se instaure tras la caída del actual. Este proceder puede repugnar a mucha gente honrada, pero no hay peligro, en esta fase, sólo quienes estando poco implicados en los crímenes siendo más inteligentes que ambiciosos aceptan, y en consecuencia, bueno es acogerlos entre nuestras filas que por otra parte, tampoco son angelicales. En un segundo momento, hemos de asustarlos con represalias a ellos sus familias y propiedades en cuanto dejen el poder, tras llevarlos ante un tribunal para juzgarlos por crímenes contra el pueblo, delitos contra el Estado y Traición a la Patria, con ello, la mayoría dejarán ¡ipso facto! de colaborar entre si y empezarán a sospechar unos de otros por miedo a que sus superiores les echen la culpa. Casi al mismo tiempo, se debe anunciar que el periodo para hacer público el cambio de bando de todo un sector del partido ha finalizado y que de ahora en adelante, quienes han mostrado interés particular deben entablar negociaciones particulares secretas y sus casos serán estudiados uno a uno. Para reforzar los pasos anteriores, se emplearán también técnicas de propaganda como el rumor sobre tratos ocultos con los dirigentes que potencien la desconfianza, tratos que se ofrecerán de verdad por medio de sobornos, extorsiones y chantajes, un lenguaje del que desconfían menos por estar acostumbrados y que da mejores frutos que la sola promesa de mantenerles en sus cargos con sus privilegios sobrevenida su derrota. Conforme vaya pasando las fechas, debe irse clarificando entre sus cuadros con quienes jamás se alcanzará un trato, gracias a ello, les convertiremos en apestados entre sus propios iguales ejerciéndose al tiempo una mayor presión sobre los no nominados que ven como poco a poco se va cerrando el nudo corredizo de la soga social. Llegados a este punto, la deserción es masiva, siendo innecesaria batalla alguna.
Por un reparto del trabajo político
La joven formación Podemos con sus jóvenes dirigentes inexpertos en el arte de la gestión, han conseguido en unos meses sin apenas infraestructura, sin sedes oficiales, sin despachos en las instituciones, sin cuadros intermedios, sin subvenciones…lo que en años otras formaciones históricas como las nacionalistas o IU y algunas de reciente constitución como UPyD han intentado sin resultados positivos, entiéndase, canalizar el descontento civil para hacer otra política, a caso, porque sus formas trajeadas, su leguaje alambicado, su acomodo en las dádivas oficiales, les haya invalidado como alternativa a ojos de los votantes, siendo hoy el día en que asisten como convidados de piedra a la oportunidad que durante legislaturas esperaban, viendo como recienllegados oportunistas, indocumentados paracaidistas y perroflautas asociados, recogen su cosecha sin más esfuerzo que lucir una coleta y hablar claro a la gente que para algo sirven los doctorados en ciencia política. La cuestión que se nos plantea entonces es ¿Qué hacemos ahora con estas formaciones históricas preparadas para tomar el relevo del gobierno, con programas definidos, personas duchas en la gestión pública, con pasado conocido y que por inteligencia o falta de oportunidad apenas están implicados en casos de corrupción?
Con toda humildad, dirijo esta reflexión a los militantes, simpatizantes y votantes de estas formaciones honestas animándoles a perseverar en su quehacer, pues Podemos, está cumpliendo con su papel de jugar la última baza que le resta a la Democracia para apaciguar a los desesperados de la sociedad, antes de que comprendan que el conocido “Sistema de dos tercios” ya no cuenta con ellos, ni con sus hijos, ni con los hijos de sus hijos. Como se ha apuntado, Podemos ha sabido recoger toda la frustración acumulada del pueril planteamiento intelectual decimonónico de la Izquierda y la Derecha, reubicándola en un esquema todavía más sencillo de entender para las masas, el nacido durante el Paleolítico de “Arriba y Abajo”; pero, no se ha quedado ahí. Su discurso directo, ha logrado incluso arrastrar hasta las urnas a acérrimos abstencionistas que han visto una posibilidad real de venganza contra los enemigos del pueblo, los traidores a la Patria y los auténticos Antisitema, cuales son, los actuales criminales del gobierno y el Partido de la Colaboración. Pero, Podemos, pese al enorme triunfo cosechado en este sentido, todavía no ha logrado convencer a la base social que ampara al bipartidismo del PPSOE empeñada en votarles municipales tras municipales, autonómicas tras autonómicas, estatales tras estatales, europeas tras europeas ¡Y por que no hay más! hasta que lo hagan bien o se muestren gente digna de confianza. Queda pues, mucho trabajo por delante a fuerzas políticas tradicionales como IU, UPyD o Nacionalistas, que harían muy mal en sucumbir en el desánimo dejando que todo el trabajo lo haga Podemos.
Se impone así un calculado reparto del trabajo político donde IU, UPyD y los distintos partidos Nacionalistas se presenten de una vez como alternativa a ese suelo social del bipartidismo que aún le otorga el 50% de las papeletas. Si en circunstancias tan favorables para acometer con éxito la empresa como la presente, son incapaces de atraer a parte de ese potencial electorado que vota sin pena ni gloria al PPSOE, es que entonces, su presencia en las instituciones es folklórica, lúdica, dramática, deportiva, estética, de todo, menos política.
A nada que estas formaciones decentes consigan, cada una por su parte, atraer aunque sólo sea temporalmente a un pequeño porcentaje de ese estable Absolutismo bipartidista, sumado a la irrupción de Podemos, es posible que entonces sí, estemos en condiciones de darle la vuelta a la tortilla y haya servido para algo estar tantos años clamando en el desierto viendo como el diablo se transformaba ora en gaviota ora en rosa sin disimulo alguno. De lo contrario, auguro a todos un futuro criminal como nunca antes lo hemos experimentado, pues si en este ¡Ahora o nunca! No sale ¡Ahora! Los gobernantes entenderán que ha llegado el momento de culminar y acelerar su plan criminal de actuación, hasta la fecha frenado por miedo a una predecible reacción que no llega nunca.
Mayoría absoluta del bipartidismo
Algunos analistas muestran su estupor ante el curioso fenómeno electoral denominado fuera de nuestras fronteras “Síndrome español” consistente en que los casos de corrupción, cuya mera sospecha en cualquier otra democracia comportaría ¡ipso facto! el cese o la dimisión del cargo del político implicado y un castigo directo en las urnas para su partido, aquí no sólo no afecta para nada la intención del voto de los electores, antes bien, parece reforzar en su puesto a los implicados, así como aumentar el apoyo de las formaciones cómplices que les encubren, proceso que evidentemente tiene un límite, más nunca debido al hartazgo o deseo de justicia, cuanto a la secuencia matemática de los ciclos, siendo así que, únicamente cuando el punto álgido de la corrupción política coincide con el valle de la crisis económica, la ciudadanía, muy a regañadientes, contraría su más primario instinto de supervivencia, a fin de ser capaz de escoger representantes decentes para que les gobierne, al menos durante un lapso prudente que permita a todos reubicarse en la nueva circunstancia, hasta que todo vuelva a la normalidad.
A causa de ello, no son pocos los autores que en sus artículos y ensayos destilan comentarios despectivos sobre el alma española tildándola de indolente, cobarde, servil, decadente, reaccionaria…cuando a lo mejor, lo que es, sabia, sabiduría colectiva que escapa a la mirada histórica superficial que narra cómo durante el XIX la población empecinada rechazó la libertad traída por las bayonetas napoleónicas para echarse en brazos de la tiranía borbónica de Fernando VII hasta el extremo de hacerle pasar a la posteridad como “El deseado”, porque, ayudando la sangre a que entre la letra, la mayor lección que las gentes de España han aprendido de su historia, es que, si en ningún tiempo y lugar sale gratis enfrentarse a nuestros enemigos naturales, cuales son, los gobernantes, en nuestro caso, ¡menos todavía! porque los especímenes que nos ha tocado en suerte torear, son de la peor catadura criminal que quepa imaginar: falsos, mentirosos, insultantes, soberbios, ruines, rencorosos, vengativos, sanguinarios, sin escrúpulos, sádicos…siendo entonces la corrupción la más amable de sus virtudes y la menor de nuestras preocupaciones.
Así, si la ciudadanía española en su noble inteligencia, no tiene problemas en rascarse el bolsillo de continuo para pagar el tributo en forma de impuestos directos, indirectos y diferidos – entiéndase deuda pública – que le impone la élite dirigente extractora criminal (EDEC) a cambio de su precaria seguridad, en qué mente cabe no habría de entregarle su voto y confianza cada cuatro años en forma de papeleta dentro de una urna, cuyo valor, independientemente del resultado no es otro que el consabido paz a cambio de riqueza, tácito pacto entre EDEC y los indefensos ciudadanos que nada tiene que envidiar al ofrecido durante los locos años veinte del pasado siglo por los sindicatos a transportistas hosteleros y comerciantes de Chicago.
En consecuencia, nada hay de extraño en los datos ofrecidos por la encuesta del CIS cuya cocina muy criticada, a mi parecer, se ha quedado corta para traducir la intención de voto en voto real. Según su estimación, PP y PSOE yendo por separado, que es como concurren a las elecciones, obtendrían 27,5% y 23,9% respectivamente, cosa que muchos han interpretado miopemente como la debacle del Bipartidismo, cuando sumados los datos, resulta que el PPSOE, pese a todos los escándalos, a los reiterados incumplimientos, a sus constantes fraudes, a los casos de corrupción, etc, vuelven a revalidar una holgada mayoría absoluta porcentual, que sin contar el amplísimo voto oculto que se baraja, es mucho más amplia traducida en escaños.
Es verdad que la disolución del PSOE está a la vuelta de la esquina, muestra de ello es que ratas mediáticas como ramoncillos o raholitas han empezado a abandonar el barco; empero, sinceramente creo que, al sistema le queda un último acto final, a saber: la coalición durante toda la próxima legislatura del PP y PSOE. Y creedme, posiblemente, el pueblo la apoye con entusiasmo, porque de lo contrario, los muy canallas amenazan con tomar represalias en forma de desabastecimiento empresarial, fuga de capitales y enorme presión de potencias extranjeras. ¡Matémosles!