EpC: ¡Ojo! con el timo telefónico

CEDO ESTE ESPACIO A UN AVISO REMITIDO POR MI AMIGO JESUS.

Si solicitas una melodia para tu teléfono móvil mandando un mensaje SMS a un número de 4 cifras (ahora de 5 cifras), la descarga cuesta 1,20 Euros por minuto, pero …… como la descarga dura dos minutos serán entonces 2,40 Euros.
Resultado:
Tu factura mensual asciende de repente a 100 Euros más de lo que solías pagar normalmente.

Explicación:
Resulta que al decir «alta» a lo que deseas (descargarte la melodía), te estás dando también de alta SIN TÚ SABERLO a una serie de contratos para que manden a tu número continuos mensajes SMS de publicidad.

Lo mejor de todo es que todos y cada uno de estos mensajes son a cobro revertido, se cargan a tu cuenta aunque tú no abras ninguno o los destruyas sin abrir.
Es decir, que si te mandan, por ejemplo, diez SMS al día, a razón de 0,30 céntimos cada uno, estás pagando 3 Euros diarios por una cosa que no necesitas, que no has pedido y que no sabes de dónde sale. Multiplica eso por 30 días que tiene el mes y verás lo que sube…

Colofón grandioso:
Cuando vas a tu compañía a decirles que paren, bloqueen o filtren esa invasión indeseable te dicen que ¡¡¡NO PUEDEN HACER NADA!!! Ni Telefónica, ni Yoigo, ni Vodafone, ni Orange. ninguna compañía puede impedirlo; has sido tú, por pardillo, quien se ha metido en el fregado.

¿Dónde está el impedimento?

Muy fácil. Si quien remite esos SMS es, por ejemplo, el número 5559, tú mandas un SMS a ese número que diga «BAJA 5559», y efectivamente, ese número no vuelve a mandarte nada.
Pero, ¡oh, sorpresa!, al mes siguiente el mismo timador te vuelve a mandar otro montón de SMS a tu costa pero ahora con el número 7784. Y si «matas» ese número, al siguiente mes el remitente es el 4593. y así hasta el infinito.

La gracia es que no puedes demandar a nadie, porque no hay nadie que figure como titular de los mencionados 5559, 7784, 4593, etc.

Reflexión importante:
Tampoco hay que olvidar que ninguna compañía telefónicas se esfuerza NADA DE NADA en parar ese timo porque a ellas, como intermediarias que son en el tráfico telefónico que facturan, el timo les proporciona unas magníficas ganancias; o sea que tienen un morro que se lo pisan, dicho sea de paso.

Me cuesta creer que con los abrumadores medios tecnológicos de hoy en día sea «imposible» descubrir y eliminar a esos timadores ocultos.
Será imposible para un usuario corriente, ¿pero para una empresa con cara y ojos a nivel profesional?

Solución: No queda otra que darse de baja de tu número y abrir otro nuevo. Lo cual tampoco es gratis.

Enseñanza moral: (si la hay)
Lo mejor es escarmentar en cabeza ajena y no hacer ninguna operación ni con el móvil ni con el fijo que represente participar en concursos, beneficiarse de gangas, incorporar utilidades infográficas, insertar audio, etc.

Incluso eso tan inocuo que aparece en la pantalla de la TV en pleno partido de fútbol diciendo «Manda antes del final del encuentro un mensaje de móvil al nº .. diciendo tal y tal cosa y ganarás un magnífico coche del modelo ..», incluso eso es un sacadineros peligrosísimo.

Avisados quedáis, porque quien primero os va a dejar tirados es vuestra propia compañía de teléfonos.

Difundir este mensaje es casi una obligación ciudadana.

Concurso de delincuentes

Los hijos de puta del PSOE, del PP, de CiU, PNV, y cuantos partidos tienen control estatal o autonómico sobre este asunto, están encantados con que se emitan programas estafa como estos cuyo contenido contra la mujer y la inteligencia del hombre es notorio como se puede apreciar; Por supuesto, para el resto de sus militantes, es del todo reprobable.

La Agencia Catalana del Consumo acaba de sancionar con 14.500 euros a la productora Portal Mix, S.L., por incluir cláusulas abusivas y exigir el pago de servicios no contratados en las bases de los concursos Buenas Noches y Buena Suerte de Antena 3, y Noche de Suerte de Telecinco. También obliga a la productora a devolver 308,37 euros a un usuario catalán afectado que en hace más de cuatro años interpuso la denuncia.

Como de costumbre, el Organismo de turno, aconseja a los consumidores que no se precipiten en contratar servicios como juegos, melodías, o en participar en concursos enviando SMSs o llamando a los 905.
Recomiendan primero leer la letra pequeña de la publicidad emitida, absteniéndose de participar sin conocer el precio real del mensaje, si hay una cuota mensual, o sin conocer los datos de la empresa que ofrece estos servicios.
Nuevamente los medios de comunicación incluidos los cómplices necesarios para la comisión del delito, o sea, las emisoras de televisión que emiten tan bochornosas estafas, las emisoras de radio que animan a llamar a dichos teléfonos para participar en tal o cual programa y la prensa impresa que sin escrúpulo alguno acepta publicidad tan dañina para sus lectores, cuáles son, los anuncios de los 905, etc, se han apresurado a comentar que dicha sentencia reabre el debate sobre los polémicos concursos. Pero se cuidan muy mucho de resaltar que en ellos, no sólo concursan inocentes ciudadanos, sino desde la trastienda toda la delincuencia conchabada contra la ciudadanía integrada primero por los dueños de las empresas que directamente cometen el delito de estafa y que se forran con la ingenuidad de la gente; segundo, por los medios de comunicación que a sabiendas de que se está como mínimo rozando la legalidad – porque la justicia hace tiempo que ha sido atropellada- les hacen no poco hueco en su programación; tercero por las compañías de telefonía que aparentemente neutrales, organizan todo el tinglado para que funcione; cuarto los distintos Gobiernos recaudatorios que de cada llamadita se llevan el IVA y le cobran a la Empresa estafadora los impuestos que les legalizan; Y como no hay quinto bueno, la clase política que seguramente esté untada en su totalidad para permitir que la estafa se cometa a diario con luz y taquígrafos, eso, o Zapatero y Rajoy son imbéciles en sentido psiquiátrico del término.
En este concurso de delincuentes habituales, todos sacan beneficios y muy pocos perjuicios, porque los ciudadanos que esclavos de su circunstancia bastante hacen con sobrevivir, raramente denuncian y tragan con todo que para algo los tribunales funcionan tan despacito, para que desistamos de reclamar nuestros derechos, sin que se resienta nuestra democracia constitucional. Es evidente que para la delincuencia concursante, sale muy a cuenta, pagar multas de cuando en cuando e incluso devolver el dinero robado al cabo de cuatro años…Otro gallo cantaría si alguien con la suficiente paciencia les diera una buena hostia legal a los dueños de los programas de quienes deseamos conocer sus nombres y rostros, consiguiera desenmascarar la farsa de los medios que les amparan escupiéndoles en foros, artículos y SMS su vergonzoso comportamiento para con su fiel audiencia, y se atreviera a partirles la cara electoral a quienes les cubren las espaldas.

Que se prepare Lady Gaga

Cuando Gila decía por el auricular aquello de ¿Está el enemigo? nunca sospechó que el enemigo fuera a ser el propio aparato. Por entonces, las fechorías de Timofónica, eran las propias de todo monopolio, pequeños abusos continuos que se sobrellevaban de solo pensar que no había donde escoger…Eran tiempos en los que se aguardaba como agua de Mayo la liberalización del mercado, para en cuanto fuera posible, abandonar aquella sanguijuela, en la inocente esperanza de que la competencia abarataría los costes y mejoraría el servicio, más o menos lo mismo que prometía la transición de la dictadura al régimen democrático.
El último episodio lo ha padecido un ciudadano de Girona a quien Timorange le ha querido cobrar por error 1.022 euros por cuatro llamadas desde su móvil a su propio móvil mientras estaba de viaje en Ucrania, cuya duración era de cero segundos. Evidentemente ha sido todo un error de esta compañía, pasar tan abultada factura que, como era de esperar, fue rechazada de inmediato por el usuario. Lo correcto, según el manual que manejan las compañías de Timofonía, sería haberle cobrado de más, pero por debajo del umbral de desidia, cuya cuota anual se calcula en un 6% del volumen total tarifado, repartido en distintos conceptos entre las mensualidades, en caso de ser un consumo alto, o de un 10% del total, de una sola tacada, en caso de victimas de bajo consumo o de quienes se sepa que son personas mayores jubiladas, presas fáciles de engañar, límite que garantiza que los pichones acepten la factura, bien porque no lleguen a percibir el timo, bien porque aun presintiendo algo raro en los números, sus cuentas se aproximen a las oficiales lo suficiente como para hacerles dudar, bien por darles vergüenza reclamar tan poca cosa, o bien porque no les compense perder el tiempo reclamando.
Ya estaba al tanto de la Tarifa por Debajo del Umbral de Desidia TADEUDE, cuando hace unos años, Timofónica me cobró 84 euros sin motivo. Tardé más de cuatro meses en que me devolvieran dicha cantidad, pero no crean ustedes que me fue sencillo; tuve que poner en juego todo mi arte y ciencia de la persuasión, para que la compañía de la que era victima, me restituyese lo que me pertenecía. ¿Cómo lo conseguí? Pues dedicándole muchas horas de conversación pausada, respetuosa, reiterativa, constante, a llamar al número gratuito, desde cualquier cabina, a cualquier hora del día, para exponer una y otra vez mi caso, y sobre todo haciendo conocer a la compañía del timo, que tenía tomada la decisión de continuar así el resto de mi vida, para que hicieran números y vieran que les salía más a cuenta devolverme el dinero, a tener que dedicar a varias operadoras a atender mi caso.
Desconozco cual es la compañía a la que está abonada Lady Gaga este verano para mantenerse en lo alto de la lista de los éxitos más vendidos con su sencillo “My Telephone” pero no me extrañaría nada que, cuando termine de hablar, escuche al otro extremo que Gurruchaga le diga ¡Hola mi amor! ¿Soy yo tu banco? Quero tenerte cerca para cobrarte mejor…