Con ocasión de su repentino viaje a Atenas, capital de esa misma Grecia que viera nacer la Democracia o la Filosofía con la que hasta hace bien poco todos los representantes del PP así como Ministros y el mismísimo Presidente del Gobierno declaraban abiertamente España nada tenía que ver, preguntado por los partidos que en estos momentos, lideran las encuestas tanto en Grecia como en España, un lenguaraz Rajoy ha respondido con una obviedad propia de Pedro Grullo como «Prometer cosas imposibles es algo que no tiene sentido y genera enorme frustración» en clara alusión a Podemos, pero no sólo a ellos, que cuando Mariano quiere, no da puntada sin hilo, para disfrute de cuantos partidarios suyos carentes como él de ideas, en esta sociedad líquida donde triunfa el pensamiento débil del ¡todo es respetable! Juzgan su declaración un fortín inexpugnable para sus detractores, cual exclamación ¡El Sol saldrá mañana! Les haría el culo gaseosa a los adeptos de un pretendido adivino, mas sin percatarse que lo que unos tan ligeramente consideran evidente y hasta tautológico, otros lo ponen en cuestión, no faltando ocasiones en la historia y en la ciencia en que lo que un día se presentaba para la mayoría absoluta como imposible, a las vueltas de cambio, resultaba de lo más natural del mundo.
Parecía imposible que la Tierra fuera redonda en vez de plana como era evidente para todos, la gente de abajo se caería decían; parecía imposible que el Planeta no fuera el centro del Universo y que diera vueltas en torno al Sol, el sistema Ptolemaico daba razón del movimiento de los astros a nuestro derredor y no podía estar equivocado, además, de ser el globo el que girase tanto por traslación como por rotación, la gente saldría disparada por la fuerza centrífuga y era notorio que permanecemos de pie, se argumentaba; Parecía imposible que el hombre creara una máquina capaz de volar en el aire de modo fiable, pues como sostuvo el propio Lord Kelvin, los cálculos matemáticos no lo permitían; Parecía imposible que se pudiera estudiar de qué están hechas las estrellas porque alejadas como están a millones de años luz ningún hombre ni ningún artilugio suyo estaría en condiciones de llegar allí para indagar in situ su materia, hasta que por medio del espectroscopio estudiando su luz pudo averiguarse su composición química; Y tantas y tantas cosas parecían imposibles hasta hace dos días que hoy son de lo más corrientes, que en al actualidad a la Conciencia con dos dedos de frente lo que le resulta complicado concebir, no es qué es posible, sino ¿Qué es imposible? Y cuidado con citar la cuadratura del círculo porque sólo es válido para ciertas geometrías como la euclidiana o la velocidad de la luz, porque dicha constante descubierta por Einstein ya empieza a ser cuestionada por la vanguardia científica.
Por consiguiente, es posible que nuestro Presidente Rajoy al hablar de “Imposibles” no se refiriera a Imposibles Absolutos aquellos que lo son en todas partes, para todos, en todo tiempo y circunstancia, sino a Imposibles relativos es decir, esos que pueden dejar de serlo con el avance de la ciencia y el progreso de la razón como los que acabamos de citar; los que son imposibles para unos sí y para otros no, verbigracia vivir en chalé con la nevera llena todos los días; o aquellos que dependen del país al que se pertenece de modo que lo que es posible en los estados escandinavos, no lo sea en…¿Cómo era aquella nación a la que tan despectivamente se refirió don Mariano? ¡Ah! ¡Sí! Uganda, o para qué irnos tan lejos ¡España! Pero, ¿qué imposibles concretos tenia en mente Rajoy al pronunciar tan rotunda afirmación?
Creo que el primer “Imposible” en el que pensaba Rajoy era el pleno empleo, seguido de la transparencia institucional, la persecución del fraude fiscal, la erradicación de la corrupción política, la defensa de las libertades civiles, el blindaje constitucional de los derechos laborales de los trabajadores, el mantenimiento y mejora de la Sanidad y Educación Pública, las ayudas sociales a la dependencia, acaso también aludía a que vascos y catalanes decidieran democráticamente sobre su relación con el Estado, que los pacientes de hepatitis C recibieran a tiempo su medicamento, a asegurar las pensiones a las personas mayores, a erradicar la pobreza infantil… mas, por encima de todo a no mentir en campaña electoral, ser sincero durante su mandato y decir la verdad a los ciudadanos cuando se dirige a ellos.
Claro que, para compensar sus “Imposibles”, España cuenta en su haber con “Posibles” del todo inconcebibles en otras latitudes, como por ejemplo, en España es posible que un partido se presente a las elecciones con un programa y se mantenga en el gobierno haciendo precisamente lo contrario; aquí es posible dar dinero público a raudales a los bancos, mientras estos reparten dividendos entre sus accionistas y desahucian a miles de familias de sus casas; y sólo en España es posible que el Presidente del Gobierno dé ánimos a uno de los más corruptos del país con un nítido ¡Se fuerte! Y el muy canalla –en sentido catalán – se mantenga en el cargo como si nada.