Disculpen los lectores si las líneas que siguen a continuación son menos claras que de costumbre precisando para su ágil comprensión el acompañamiento de la pegadiza melodía de George Aliceson Tipton, que se escuchaba con la voz de fondo del narrador en la serie “Enredo Soap” de los años Ochenta.
El Partido Socialista Obrero Español, que no es socialista, ni obrero, ni español, carece de ideas propias. Bueno, no carece de Ideas, porque tiene una Fundación. No me refiero a las ideas de su fundación como Partido, sino a la Fundación Ideas. La idea de la Fundación Ideas es hacerse con ideas que no tiene desde su fundación, porque, los fundadores del Partido, sí tenían ideas pero carecían de dinero para poderlas poner en práctica y no les hacía falta una Fundación Ideas, sino dinero. Dinero que parece sobrar a los fundadores de la Fundación para pagar las ideas que no tienen en Ideas en la práctica.
Hay muchas ideas en el mundo y según El Mundo, no el planeta sino el diario, Ideas paga las ideas muy bien a razón de 3.000 euros. Pero no a todo el mundo, entendido este mundo no como el planeta, ni como el diario, sino como resto de la gente. Sólo a una tal Emy Martin quien ha llegado a facturar 60.000, no ideas, ¡Menos mal! sino euros. Se da la circunstancia que este nombre viene registrado a nombre de otro nombre, Carlos Mulas, que coincide casualmente con el director de la Fundación Ideas. Pero según afirman, o mejor niegan, varios testigos de la propia Fundación Ideas ¡Emy Martin no existe! Bueno, sí existe y no existe. Existe sobre el papel y en las cuentas, pero nadie la ha visto en carne y hueso, aunque los hay que declaran haber hablado con ella por teléfono como si se tratara de una psicofonía.
Pero las facturas registradas por Ideas de Mulas, me refiero, no a las ideas propias de Mulas que hayan sido cotizadas en nómina por su gestión de Ideas a unos 5.625 euros, no por idea ¡Gracias a Dios! sino al mes, ni a que la Fundación Ideas haya sufragado una factura por haber adquirido unas mulas, sino a las destinadas a pagar las ideas de Emy Martin, no fueron emitidas por Emy Martin, ni por Carlos Mulas, sino por una Agencia Literaria estadounidense Casanovas & Lynch, que representa a la esposa de Mulas, Irene Zoe Alameda, sin que conste en su página de internet un mínimo currículo y obras completas, como hace con todos los demás autores a los que representa. Casualidad o no, algunos de los trabajos de Amy Martin, coinciden con otros publicados por el propio Mulas, quien por cierto, publicó en su día un libro sobre la corrupción, ¡eso sí! localizada en América Latina donde entre otras medidas propone la idea de “Reducir los espacios de oportunidad para que esta aparezca” toda una “genialidad” que no por refranera debería desdeñar como idea Ideas.
Sin embargo, tras haber verificado Caldera, no la caldera de la fundición sino el Vicepresidente de la Fundición, el Señor Caldera, las ideas vertidas sobre las ideas pagadas por Ideas y haber cesado en su puesto a Mulas, la esposa de éste, declara ahora que es ella la autora de los artículos publicados bajo el pseudónimo de Amy Martin, cuya verdadera identidad era sólo conocida por su representante y que su esposo Mulas, estaba completamente al margen porque están separados sentimental y físicamente desde hace años por vivir ella fuera de España
Ireene Zoe Alameda, ha demostrado ser una socia lista, no una socialista, al haber creado un personaje de ficción tan bien pagado por sus ideas en Ideas. Lo curioso del asunto es que valiendo tanto sus ideas en Ideas, no haya explotado más sus ideas fuera de Ideas. Quién sabe si son ideas adquiridas en exclusividad por Ideas para de este modo permitir al PSOE poder afirmar que ya tienen ideas propias que presentar al mundo. Como cantara Pino D¨Angio ¡Qué idea!