¡Quiero ser Sindicalisto!

Quiero ser sindicalisto. En el tajo no ser visto por hallarme liberado de todo trabajo honrado y de toda virtud si es preciso pues he de mantener los vicios como por ejemplo un pisito con querida en su interior que necesita lo mejor de mi mismo para lo cual he previsto firmar en el comité de empresa cuanto sea menester. Haber si encima va a ser que por presentarme a elecciones sindicales para mi van a ser los males de tener que defender los sacrosantos derechos de la clase trabajadora ante la empresa explotadora. Mangas verdes ¡A buena hora! Ya que es tiempo de comer invitados por la Patronal que a decir verdad, no nos trata nada mal a los emisarios de UGT y Comisiones percibidores de subvenciones a manos llenas por nuestra buena labor en mor de la paz social en esta bendita Democracia formal. ¡Menos mal! No quiero ni pensar que sería de nosotros de tener que trabajar. Bastante tengo con mirar por mi entera familia como hace su Majestad, colocando de bedeles, recepcionistas, oficinistas o vedetes a esposa, hijos, hermanos, primos, sobrinos y los expuestos inconfesables intereses, a lo largo de los días, semanas y meses yendo de aquí para allá consiguiendo dietas y remuneraciones por acudir a soporíferas reuniones donde he de vender y traicionar lo que me pongan por delante que para eso uno está cuando está y no se va de vacaciones a las islas del Caribe o las Seychelles. Así que, no me vengan tocando los cojones con la aceptación de horas extras en la administración o la congelación salarial, pues en ello me va vivir a papo de rey ejerciendo de esbirro o lacayo y no como los demás parias de la Tierra, del mundo proletarios, que uno tiene su dignidad pudiéndome dar por ofendido, si acaso alguno sólo de mis representados se sintiera por mi engañado al presentarle su despido como asumido, a la larga positivo y del todo inevitable. Porque, ¡es intolerable! que se ponga en cuestión mi actuación. ¡Con lo que me he sacrificado! Un poco más y merezco ser adscrito al Plan ADO pues he batido todas las marcas europeas de prejubilaciones y percepciones del Paro. ¡Amparo! ¡Tocará hacer una Huelga General! ¿De un día? ¿Una mañana? ¿Una hora quizá? ¡Que fatiga! ¡Madre mía! Lo que hay que hacer para ganarse el pan…Habrá que pensar en un lema ¡Contra el paro lucha obrera! Habrá que confeccionar una pancarta que diga ¡La gente está muy harta!, habrá que pegar carteles donde ponga ¡Que se reparta la tarta!, pensar en un itinerario, disfrazarse de pobre para el Telediario…y después a descansar del descanso al ocio y del ocio al negocio de convenios a la baja rubricar para poder triangular los beneficios empresariales entre los dirigentes sindicales en nuestros despachos y sedes cuevas de Alí Babá lujosamente equipadas, amuebladas, aterciopeladas y enmoquetadas para no desentonar con quienes hemos de tratar, a saber: la CEOE y el Gobierno su representante institucional con quienes cada vez más, tratamos de igual a igual agachando la cabeza como se debe agachar, respondiendo ¡Sí Señor! ¡A sus órdenes! ¡Faltaría más! Porque entre el amo y el esclavo debe haber un capataz y ¡A fe mía! Que al respecto, yo soy el más capaz. En definitiva…que me da igual ser esquirol que estajanovista. Yo quiero ser sindicalista. Quiero aparecer en la lista de quienes van a ocupar un sillón en algún consejo de dirección sin otra preocupación que la de recibir obsequios, prebendas, regalos, algún abrigo de visón, ropa de Christian Dior un Rolex que sé yo…algo que me permita ir con la cabeza bien alta en actos de representación en el día de las gambas o la puesta de gala de la Constitución haciendo brindis al sol. No vayan los VIPs a pensar que somos descamisados que venimos a robar. Para eso ya contamos con cotizantes, militantes y la entera sociedad.

UGT: Organización irreprochable

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha asegurado estar absolutamente convencido de que no hay nada que reprochar a su organización UGT en Andalucía y ha garantizado que se acreditará con documentación toda la actividad de la federación relacionada con el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo más conocidos como ERE.

Para empezar, obviando que quien se pronuncia bien pudiera ser cómplice, sino el máximo responsable, sea por acción u omisión, de lo investigado por los tribunales, siendo su nombre “Cándido” no resulta muy reconfortante el personal convencimiento respecto a que no haya nada que reprochar a UGT-Andalucía en el flagrante caso de los EREs allí destapado. En cualquier caso, de tener razón en algo, es que mirado desde un punto de vista estrictamente delictivo, efectivamente la organización del sindicato, ha debido ser por fuerza exquisita, para que, durante décadas el fraude no se destapase ni por elementos propios que se hubieran despechado al no recibir más de lo que creyeran merecer, cantidad que suele crecer con el paso del tiempo que es por donde primero empiezan las fugas de información en estos casos de corrupción sostenible, ni por rivales competidores en la carrera por el saqueo de España, con las ganas que les tienen de hincarles el diente, los del cortijo Popular.

Respecto a las garantías ofrecidas por el dirigente sindicalisto de que su Organización acreditará con documentación toda la actividad relacionada con los EREs…¡No me cabe la menor duda! Es más: Estoy seguro de que UGT es capaz de documentar toda su actividad y mucha más si se lo propone, porque en eso está demostrando una organización irreprochable.

Sólo un sindicato con una organización semejante a la de UGT ha estado en disposición de manejar el asunto de los ERE de Andalucía con tan brillante diligencia. Es posible que otro sindicato de idéntica catadura ideológica como C.C.O.O. más conocido por “Comisiones” debido al nombre, pudiera haberle disputado el primer puesto en organización al respecto; pero no veo yo, hoy por hoy, a USO, CGT y demás comparsas del Comité de Empresa, con la capacidad suficiente para sustituirles en esta faceta, más por falta de medios y oportunidad, que ganas.

Si yo fuera el Presidente del Gobierno, en esta España de zambomba y pandereta, donde los Poderes del Estado están atados y bien atados, ordenaría de inmediato al Ministro de Injusticia que ordenara al Fiscal jefe que emprendiera acciones legales contra la juez Alaya y frenara el caso en el juzgado antes de que trascendiera a la opinión pública las millonarias cantidades que cobran por ley los sindicatos por cada ERE que firman. Acto seguido, trasladaría al Instituto Nacional de Inteligencia INI a la plana mayor de UGT preservándoles la condición de liberados, no tanto por su nivel de inteligencia, cuanto por su capacidad para mantener secretos durante largo tiempo y a posteriori poderlos demostrar en una encomiable labor de archivo y desclasificación, que para si lo quisiera la mismísima Cia y el FBI.

Y es posible que UGT como sindicato laboral en defensa de los trabajadores y sus puestos de trabajo, deje mucho que desear; es posible que se les pueda acusar de traición continua a la clase obrera; de hacer el trabajo sucio a la Patronal, etc. Pero a la hora de defender a los suyos y sus intereses, entendidos estos como los propios de sus dirigentes ¡Amigo! ¡No hay comparación! Los altos cargos de UGT y sus liberados, acuden cuan mosqueteros al grito de ¡Todos para uno! ¡Uno para todos! De ahí que pese a demostrar una Organización irreprochable, el sindicato se haya decantado por encabezar sus siglas con el concepto de “Unión” y no el de “Organización”, como se ha visto a la salida del juzgado donde los compañeros se solidarizaban con los detenidos por estafar al pueblo andaluz y a sus parados, en una estampa muy similar a la de los miembros del PSOE a la entrada de la cárcel bajo el lema ¡Todos somos Barrionuevo! Y efectivamente lo eran.