Aunque en su día remití una misiva a miembros de la Mesa Nacional de Batasuna animándoles a crear en el partido una portavocia de Condenas, lo cierto es que, nunca se me ha dado bien esto de condenar atentados. En buena lógica, para ejecutar esta mía primera acometida sobre el particular, he pensado que lo mejor será parafrasear a un Maestro Condenador como lo es Mayor Oreja, a fin de no parecer frívolo ni irónico en tan difícil tarea. Así entonces, pasemos a leer mi comunicado de condena:
“El INÚTIL MANUAL, desea expresar su más profundo pesar, consternación y rechazo, por el acto de barbarie cometido contra el máximo representante de la Democracia, en forma de puñetazo en la cara del Presidente Don Mariano Rajoy, propinado por un joven violento mientras paseaba pacíficamente por Pontevedra. En consecuencia, podemos condenar y condenamos enérgicamente sin paliativos, este nuevo atentado contra nuestro marco de convivencia con el que se pretende quebrantar la paz social y el Estado de Bienestar fruto del consenso y la Constitución, propósito criminal frente al cual, los demócratas, debemos mantenernos unidos hasta derrotar a esa execrable lacra de la sociedad que es el terrorismo”.
Esta condena el INÚTIL MANUAL la hace no sólo en su nombre, sino también en nombre de todos los afectados por las Preferentes de Bankia, por la hepatitis C, por los desahucios, por los recortes en sanidad y educación, por la dependencia, por los desempleados de larga duración…a quienes este puñetazo habrá dolido en el alma habiendo como yo tenido que contener las lágrimas al contemplar cómo los telediarios pasaban en moviola una y otra vez en la pantalla de plasma el puñetazo en la cara de Rajoy, el puñetazo en la cara de Rajoy, el puñetazo en la cara de Rajoy…sin que ellos, ni nosotros pudiéramos evitar tan triste imagen del eterno retorno del puñetazo en la cara de Rajoy, debiéndose conformar la pobre gente con exclamar en la intimidad eso de ¡Aguanta! ¡Se fuerte!
Pero, yo siempre me he quejado de esta clase de comunicados de condena que sólo se pronuncian sobre los atentados pasados y nunca sobre los que se cometerán en el futuro. Es por ello, que el INÚTIL MANUAL, desea ser el primero en condenar los próximos atentados que se lleven a cabo en forma de tortas, sopapos, patadas o puñetazos con los que las pobres gentes tengan a bien atizar al Presidente del Gobierno o a cualquiera de los miembros del Gabinete de Ministros.
Y cuantos juzguen un despropósito tildar este incidente de atentado terrorista, han de tener bien presente que vivimos en crisis y que esta no sólo ha afectado a Cáritas o los Bancos de alimentos, también a Oenegés como ETA o los GRAPO que han bajado la persiana, de modo que, a falta de ¡pan! buenas son tortas. Pero por buenas que sean las tortas, no dejan de ser atentados criminales contra el Estado de Derecho, pues ha sido por falta de recursos, que no de ganas, que este joven violento se ha dado por satisfecho con darle un puñetazo al Presidente, cuando en su mano ha tenido la oportunidad de haberle descerrajado un tiro en la sien.
En cualquier caso, desde el INÚTIL MANUAL también deseamos dejar constancia de nuestro enfado y preocupación por que dos hechos hayan pasado del todo desapercibidos para los medios de comunicación y el público en general, a saber: de una parte, que nadie haya reprochado el feo gesto de pegar a una persona con gafas sea este culpable o inocente, extremo que debería estar terminantemente prohibido por ley y refrenado hasta por el instinto animal; y de otra que nos escandalice que un joven pegue un puñetazo al Presidente del Gobierno, cuando apenas una semana antes el Presidente del Gobierno le encajó una colleja a un joven y aquí paz y después gloria.