¡La que ha liado el «chino cudeiro»! Con el chinagate y la redada contra las mafias amarillas que sacaban de España cada mes cinco millones de euros, yo solo me he quedado, lo siento, con la detención del actor de cine X, Nacho Vidal que, al parecer, trapicheaba a lo glande, aunque ya esté en libertad con cargos. Que en el blanqueo de dinero esté implicado un concejal, no sorprende. Es José Borras, un capo de la magia Borrás; ahora hay dinero, ahora no hay. Pero la participación del sucesor del mítico Rocco Siffredi en la operación emperador, que no empujador, es llamativa. ¿Qué hacía? ¿Falsificar bolas chinas?
Aunque quizá los más jóvenes no recuerden el alcance del personaje, yo no he podido dejar de pensar en que bien se lo monta Nacho. Y todo porque hace algunos años, a tenor de una entrevista que le hice con motivo de su libro Confesiones de una estrella del porno, me las hizo pasar canutas. Cuando yo iba, él venía.
¡Qué flipe cuando se presentó diciendo que tenía un marketing muy bueno porque la medida del libro (23 centímetros y medio) era la medida exacta de su pene! Luego continuó con unos cuántos detalles sexuales truculentos y finalizó con lo fácil que le resultaba ligar. «Hoy por hoy España, para mí, es un jardín lleno de flores que puedo coger cuando quiero». Por eso, de verdad, el tema de las mafias chinas traerá cola. Aunque yo creo que, cuando abran el putiferio ese de Eurovegas, los chinos y Nacho Vidal van a parecer hermanitas de la caridad.