El objetivo es claro: estrujar las miserables pensiones de los mayores para que banqueros, empresarios, políticos y directivos puedan tener cuatro mansiones en lugar de dos. Las pensiones de jubilación subirán un 0,25% en los tres próximos años, el mínimo previsto por la última reforma. Mi vecino Julián está encantado. 2,25 euros más para el bolsillo con sus 900 euros de nómina. Le cunden mucho, cuenta, teniendo en cuenta que en casa también preparan tuppers para hijos y nietos. Ese 0,25% es en términos estrictos, una subida, pero es también una trampa y una burla a los más débiles. Los jubilados están que trinan porque no dejan de saquear sus pensiones. Que se pongan a la cola.
Si el gobierno del PP ha cabreado hasta a los que ganan la lotería, qué dirán los dependientes a los que dejan morir, los trabajadores explotados, los funcionarios estafados y todos los consumidores que pagan la luz a precio de oro. Y mientras tanto, otros… con retiros dorados de banqueros multimillonarios y robando con la ley en la mano. Sin ir más lejos, Teddy Bautista, el expresidente de la Sociedad General de Autores. Hace unos días se ha sabido que cobrará al mes 26.000 euros porque un juzgado ha declarado su derecho a recuperar esta renta con carácter vitalicio. Ahora se entiende por qué la SGAE va pidiendo pasta hasta a quien silba por la calle. ¡Para que luego digan que son los piratas los que se quedan con el dinero de los autores!