Una cuestión de c…añetes

El debate de la discordia
El debate de la discordia

Los «debates» del dúo Pimpinela eran de más altura que el que se vio el jueves por televisión. Pero al día siguiente, el cara a cara recobró el interés tras el argumento de Arias Cañete de que no quiso desplegar todo su potencial intelectual frente a una mujer para no parecer machista. Y yo pensando que tenía el pelo blanco por las canas… y resulta que era caspa. Lo que ha dejado otra vez muy claro el señor Cañete es que la inteligencia tiene un límite, pero la tontería no.

Si cada vez que le toque debatir con una mujer se ve en inferioridad de condiciones, vaya un lince que manda el PP a Europa. Ahora se entiende todo. Rajoy nunca se ha atrevido a llevar la contraria a frau Merkel para que no le llamen machista. El político convertido por obra y gracia de Twitter en Homo Cañetus vino a decir que se merendaba a Valenciano en dos minutos. Menos mal que evitó aquello de que le daba un repaso en otros tantos. El zampayogures caducados la dejó ganar porque es un caballero de derechas y !a mucha honra! Otra perla del exministro; Si soy yo mismo, me temo que entraría a matar. Eso es apología de algo, ¿dónde está el Ministerio de Interior? ¡Qué contento tiene que estar el Partido Popular con ese índice de superioridad congénita! En cuanto rascas la fina capa de barniz de civilización aparece el troglodita que llevan dentro. No sé cómo lo han hecho, pero todos y cada uno de ellos aprueban el test de la caverna.

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