Un sacerdote de Ourense ha dimitido tras negarse a dar la comunión a parejas que conviven sin casarse y llamar adúlteras a esas mujeres desde el púlpito. Así que los vecinos le han montado un escrache y han boicoteado los oficios. El cura de Canena, en Jaén, lanzó una homilía machista con su antes pegaban a las mujeres pero no las mataban porque había sentido moral … Pláticas no aptas para progres ni acordes con los tiempos. ¿Pero qué quieren? ¿Desde cuándo los sermones se votan en asamblea? Ir a la Iglesia no es visitar el súper.
Ser católico es pertenecer a un club con doctrinas que hay que acatar. Además hace siglos que es una institución machista que no permite que las mujeres accedan a ninguna cuota de poder. El gobierno eclesial, la toma de decisiones, y la visibilidad de la institución están en manos de varones. ¿Por imperativo evangélico? Sin embargo, algunos quieren una Iglesia a la carta. El que pertenezca a una religión que apechugue con sus dogmas y preceptos, mandamientos, sacramentos o lo que sea.
Todo el mundo sabe qué opina del divorcio, el aborto o los anticonceptivos. Y si no, que copien a algunos que se declaran apostólicos y romanos y hacen de su capa un sayo. Hablo de Núñez Feijoo viviendo en pareja, de Alicia Sánchez Camacho con un hijo “de soltera”, de Soraya Saénz de Santamaria, casada por lo civil, o de Cospedal, casada con un divorciado y fecundada in vitro. Los caminos del señor son inescrutables.