Media humanidad conocida ha dejado todo en stand by y se ha marchado de vacaciones. Treinta días para paellitas, siesta y muchos hasta un crucero (cruzo pal cuarto, cruzo pa la sala y cruzo pal baño). Aunque muchos no se lo crean, dicen que España lidera el ranking de países europeos con el periodo vacacional más largo. El número de días de vacaciones remuneradas está fijado por ley en 22, por encima de naciones como Holanda, Irlanda o Bélgica. Y tampoco debemos andar nada mal en días festivos pagados.
Pero para algunos eso es un problema. Les agobia el tiempo libre y enferman de ocio. En un día cualquiera, cada once minutos, usted es interrumpido por algún estímulo al que se termina volviendo adicto. Le asalta el teléfono, el correo electrónico, las conversaciones por WhatsApp o los colegas en las redes sociales. Acabamos dependiendo de estos chutes de información que activan la adrenalina. Así que estas vacaciones, váyase a un lugar sin interés, caluroso y hostil pero con cobertura y, si se le ocurre algún plan divertido, navegue por internet hasta que se le pase. Será la única forma que tenga de tocarse los huevos, como declaró hacer el exdiputado del PP y exalcalde de Valdemoro, José Miguel Moreno. ¡Qué menuda la que ha montado por decir la verdad! Además siempre será mejor que los diputados se toquen sus partes a que nos las toquen a nosotros, digo, aunque sea verano.