Nuestros gobernantes demuestran que siguen viviendo por encima de sus posibilidades, o sea, de las nuestras. Porque ¿debe el Parlamento vasco empezar la legislatura de la austeridad comprando iPads para sus diputados? Seguro que los 115.000 euros que van a apoquinar son el chocolate del loro, pero el Iñaki de a pie tiene la impresión de que los 70.000 euros anuales per capita que cobran sus mercedes les dan para que se compren cacharritos de última generación de su bolsillo y así estén conectadas cuando les plazca.
Miren también sospecha de esa rara afición de los políticos por el iPad, el iPhone… sobre todo con nuestro iDinero. ¿Para cuándo el iPillow si quieren echar una cabezadita en la Cámara? Primero les compran un portátil, luego una tableta, mas tarde el toblerone (quiero decir el smartphone), ¿también les hemos pagado fundas de Luis Vuitton? Son 75 pero compran cien… tal vez por si comparten la tentación de sus colegas del Congreso de extraviarlos. Me imagino que 168.000 parados vascos están aplaudiendo estos días con las orejas. Y otros dos millones de ciudadanos estamos botando de inmensa satisfacción. Y digo yo ¿sus señorías, no necesitarán, por casualidad una Xbox 720, una Nintendo 3DSXL para sus churumbeles o una tele de 52 pulgadas en tres dimensiones? ¡Ah perdón! que, según Pilar Sol, diputada del PP en las Corts Valencianes, solo se compran teles de plasma lo pobres que cobran las ayudas sociales.