El tipo que le dicta las políticas laborales a Rajoy dice que “un millón de amos y amas de casa están apuntados al paro para intentar cobrar algún subsidio”. ¡Ya decía yo que en las colas de Lanbide solo oía hablar de recetas de pollo y trucos quitamanchas! Pero, hombre de Dios, ¿dónde quiere que se apunten? ¿a la Yihad? Según usted, los otros 4.500.000 parados más son jubilados que se aburren mirando las obras ¿verdad? No ha caído el señor Rosell en que las personas quieren comer todos los días y que quizá, con el salario del empleo basura del marido/mujer, no llegan a fin de mes.
Además, que no nos venga con bobadas sobre las pillerías del personal. Con la clase empresarial que tenemos, está usted como para dar lecciones de ética y moral. Empezando por su predecesor en el cargo, ahora en la trena, Díaz Ferrán, que proponía currar más y cobrar menos mientras él trincaba a manos llenas. Siguiendo por los explotadores que echan a la calle sin liquidación, a los que obligan a trabajar 8 horas diarias por 800 euros, los que se pasan el convenio colectivo por la entrepierna, los que contratan sin dar de alta en la Seguridad Social, los que amenazan constantemente diciendo; “detrás tuyo hay mil más que pueden ocupar tu puesto…” Una cosita solo, señor Rosell, si aplica la misma vara de medir a la picaresca de las empresas, seguro que nos irá de cine.