Matrimoniadas y ayusadas

Recreación de Díaz Ayuso en la revista ‘Mongolia’

La OPA hostil de Díaz Ayuso a Ciudadanos sigue dando mucho que hablar. El culebrón entre Ayuso y Aguado no sé si se parece más a la peli de «La Guerra de los Rose» o a la discografía de Pimpinela. «Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa, y pega la vuelta». Porque esta pareja también era cosa de tres. Y es que detrás de la presidenta está Miguel Ángel Rodríguez (ex de Aznar), su mentor, su alter ego y el maligno.

La lideresa goza de una simpatía inusitada. Sin complejos, sin sensatez, sin escrúpulos, ha sacado un máster en popularidad con matrícula de honor. Dicen que Isabel paseaba al perro de Espe y le llevaba las redes sociales usando el nombre de la mascota. Ella no es otra cosa que una émula en forma de caricatura del Tea Party y la ya olvidada Sarah Palin, precursores del ‘trumpismo’.

Desde el tamayazo y en campañas dopadas los madrileños eligen unas cosas muy raras. Santa Ayuso de los Bares, con esa imagen de ninfa alocada y muñequita diabólica. «Todo en orden, nada, muy bien», le dijo a Felipe VI por su santos ovarios, un día después de haber apretado el botón nuclear de la comunidad. Con ella, el pobre padre prior Gabilondo, lo llevaba claro. Y ahora Iglesias también lo va a tener complicado. A saber qué pasará en Madrid el próximo 4 de mayo. Pero a mí me da que a los madrileños les gusta tener de ‘presi’ a una negacionista disfrazada de Agustina de Aragón.

Test a la carta; ¿PCR nasal o nasal?, usted elige

Los memes de los test anales chinos han proliferado como la espuma

Como cada fin de semana, volverán a proliferar los botellones, la Ertzaintza interpondrá centenares de denuncias, y estaremos enganchados a una eterna rueda de hámster. Pero creo que tengo una idea para reventar las concentraciones ilegales y acabar con las macrofiestas. Todos los participantes pillados in fraganti deberían hacerse el test anal chino que identifica restos de coronavirus en el tracto intestinal, es decir, la versión refinada y sutil de meterles un palo por el culo.

Una PCR que podría ser absolutamente disuasoria porque quizá los incumplidores de las normas preferirán quedarse en casa antes de enfrentarse al nuevo hisopo rectal. Más precisas que las pruebas nasales, están pensadas para detectar el bicho en ese último lugar por donde el coronavirus abandona el barco. Aunque algunos, al grito de Más vale test en el ano que quedarnos sin verano, seguro que siguen de litros.

Hasta ahora, el Servicio Gallego de Salud es el único que admite hacer estas pruebas a pacientes críticos y precisan que solamente se practican cuando es complicado hacer correctamente un frotis nasal. Pero, digo yo, que si los gamberros anticovid están beodos tampoco van a poner muchas pegas y además se acertará mejor con el agujero. Por cierto si los test anales detectan el coronavirus; ¿los pedos contagian? Y si te hacen una PCR en la nariz y da positivo, y la anal te da negativo, ¿eres una pila?

¿Se pondría la vacuna rusa? «Ni harto de vodka»

El guirigay sobre las vacunas es espectacular. Los anuncios sobre su salida han sido hechos con precisión de contable para obtener los máximos réditos. Los tiempos de las notas de prensa han sido milimétricamente calculados para conseguir los mayores beneficios. Y mientras tanto, los ciudadanos hechos un mar de dudas debatiendo el «póntelo, pónselo» (el inyectable quiero decir). En medio de un lío tremendo sobre si son eficaces al 70%, al 90% o al 95%, o sobre si se han tomado demasiados atajos para que sean seguras… A usted ¿le encaja más la mRNA-1273 (Moderna) o la BNT162b2 (Pfizer) o la denominada ChAdOx1 (Oxford)?

¿Prefiere la que se conserva a -80 grados, quiere algo más templadito a -20, o se inclina por que pueda transportarse en una nevera convencional? ¿Y qué le parece que lleven ácidos ribonucleicos mensajeros (ARNm) encapsulados en nanopartículas de lípidos? ¡Horreur! ¡Ahora es cuando todos empezamos a convertirnos en zombies!

¿Y qué me dice de los precios? ¿Quiere usted la más barata? ¿O le ofrece mayor fiabilidad la más cara? Porque ahí también hay grandes diferencias. La más económica podría ser la de Oxford (unos 3 euros por dosis), seguida de la de Pfizer (16 euros la unidad) y luego, la de Moderna (unos 20/30 euros). Aunque me temo querido lector/a que no va a poder elegir. Porque de la de Putin, mejor, ni hablamos ¿verdad? Creo ni los rusos se pondrían la Sputnik V. Ni hartos de vodka.

Del ‘Ongi etorri’ al ‘Si me queréis, irse’

Sin poder reunirnos más que en petit comité, los felpudos de las casas ya no llevan el rótulo ‘Ongi Etorri’. Ponen; ‘Si me queréis irse’. El último capítulo del culebrón La Navidad en tiempos del covid es ahora la cuestión sobre si movilidad sí, o movilidad no. Parece que se autorizarán los desplazamientos entre comunidades, pero solo para reunirse con familiares y allegados, no como otros años que se permitía salir para ver elfos y cazar unicornios. Yo estoy por pedir a mi cuñado que me haga un salvoconducto que explique que viajo estrictamente para un (des)encuentro familiar. Así que vamos a ver, ¿el 24 puedo ir a reunirme con mi hermana y el 27 no?

Con el número de comensales surge otro gran problema. ¿Los niños cuentan o no cuentan? ¿Mandamos a amama y aitite a la cocina como piden los franceses? ¿Hacemos un sorteo para ver a quién le toca cenar en Nochebuena, y nos sacamos de la manga dos aproximaciones para un tupper de croquetas? Todavía habrá más versiones hasta que saquen el dictamen definitivo, pero resulta rocambolesco. Como lo de las cabalgatas estáticas. ¿Eso qué es? ¿Poner un cepo en la pata del camello para que no pueda moverse?

Todo indica que a las autoridades sanitarias les ha entrado canguelo, y han tenido que aflojar las restricciones iniciales. ¿A quién se le ocurre fijar grupos solo de seis? y ¿el toque de queda a las once de la noche? Con esos límites, sus Majestades de Oriente solo podían visitar las casas donde vivan máximo tres personas y, encima, por la tarde.

La banda sonora del Titanic

La nueva figura de caganer es Fernando Simón

El epidemiólogo Fernando Simón, convertido en un artista de la pista, es ya objeto de grafittis en las calles de Madrid y figura de una caganer en Catalunya. A punto de morir de éxito, el director del Centro de Emergencias anda estos días pidiendo disculpas por un comentario sobre las enfermeras. ¿Te gustaban las enfermedades infecciosas o las enfermeras infecciosas?, le preguntan a modo de chanza en un canal de youtube. A lo que él contesta “no les preguntaba si eran infecciosas o no, eso se veía unos días después”. Un sujeto que lleva dando la cara desde hace diez meses con la pandemia, manteniendo el tipo con todas las decisiones de Moncloa, comete el error de continuar un juego de palabras equívoco en una charla distendida y le vuelven a crucificar.

Una inquisición empeñada en iniciar juicios sumarísimos cada vez que el portavoz del coronavirus comete un desliz como cuando se fue a Mallorca con la tele. Creo que nos está asfixiando el fundamentalismo en lugar de un virus que se nos ha ido de las manos. ¡Cómo va a mantenerlo a raya Fernando Simón si en agosto, hasta diez monjas de clausura del convento Las Brígidas de Lasarte-Oria se contagiaron y esta semana se acaban de infectar varias religiosas en Sondika! Pero como a él no le pueden aislar en el cenobio y tirar la llave de la celda al río, lo machacan. Toca buscar ahora un nuevo himno para otra cuarentena en casa. La banda sonora del Titanic vendría que ni pintada.