Si hasta Blas ha tenido que suspender su fiesta (pónganle letra y música de Fórmula V) porque se lo ha dicho un Epi-demiólogo, no parece ni medio normal que el propio ministro de Sanidad haya asistido a la jarana organizada por PedroJota. A la gala de aniversario de El Español acudieron hace unos días el propio Illa, varios ministros, la cúpula del PP, medio hemiciclo y los poderes fácticos, saltándose a la torera todas las restricciones.
El evento, celebrado en el lujoso Casino de Madrid, se produjo solo un día después de que Pedro Sánchez llamara a los españoles a reducir al máximo los contactos sociales y les recomendara quedarse en casa “todo lo posible”. ¡Ahora caigo! El estado de alarma, los toques de queda y los encierros son para la chusma. Los de arriba, los de la casta, siguen con su glamour, como si nada.
¿De verdad que ninguna de las autoridades presentes ni su cohorte de asesores se preguntaron qué hacían en aquel sarao con la que está cayendo? Que digo yo, que si me pillan en un fiestorro con quince o veinte amigotes, puedo enseñar esas fotos a la Benemérita y ya no me empapelan. Arrimadas, Casado, Florentino, y así hasta casi cien invitados pueden hacer botellón con los del Ibex-35, pero tú no puedes ir a comer con tus padres porque como no eres ni rico ni influyente, les contagias. ¡Ah que eran un grupo burbuja! Sí, de champán carísimo.