
Haciendo la calle



Tengo una amiga que tiene un serio problema con los animales. Cuando está en fase hervíbora, desayuna salvado de avena, come lechuga y remolacha y solo cena manzanas. Se le pone cara de Sarah Jessica Parker o, lo que viene a ser parecido, de caballo, pero está favorecida.
Ahora me preocupa bastante. Ha mutado en depredador y se pasa el día echando al buche única y exclusivamente filetes de carne y haciendo el salto de la tigresa para ir al baño porque tiene un serio problema de evacuación intestinal. Al parecer, no sufre ningún desfase mental. Es que se pasa la vida a dieta. Ahora me ha dicho que le toca la Dukan y que está en esos días PP. Nada que ver con Mariano Rajoy, solo con las proteínas puras.
Está eufórica porque ha emprendido la fase de ataque, aunque luego le queda la combinada, la etapa crucero… Yo le digo que si quiere una dieta adelgazante, las hay a montones. Dicen que va dabuten la de emepe y emezeta. Es decir, menos plato y más zapato. Pero tiene la dieta flash, la dash (enfoques alimentarios para frenar la hipertensión), la dap…
Creo que también funciona bastante bien pasar unas vacaciones en Somalia y por supuesto que no olvide la dieta del cucurucho… En este momento, lo que más miedo me da es que, de verdad, le funcione y se quede cuasi sílfide, le cuelguen todos los cueros y entonces se convierta en otro animal, en Jabba el Hutt, el bicho ese de la Guerra de las Galaxias.


La gente ya no espera a que termine la crisis para divorciarse. No lo digo yo, lo dice el Instituto Nacional de Estadística, que asegura que las rupturas han aumentado este año un 4%. No me extraña. En el fondo, un matrimono no deja de ser más que un contrato basura en el que siempre estás de prácticas y uno de los cónyuges se siente superexplotado. Un contrato con fraude de ley, donde dos sujetos pasan de decir que van a amarse para toda la vida a considerar al otro como el ser más odioso sobre la faz de la tierra.
Corren malos tiempos para la lírica amorosa y, después del verano, las separaciones se reproducen por esporas. Como cualquier casado bien sabe, en todo matrimonio que dure más de una semana, hay motivos para romper, sobre todo si se pasa de tirar el arroz a lanzarse la paellera a la cabeza. A veces, el divorcio se produce porque hay terceras personas. Alguno siempre tiene ganas de poner en práctica el Plan Renove. Así que primero cuelgan en Youtube el vídeo de la boda, y luego el fiestón postdivorcio.