Ni El Coletas, ni El Moñas

Sin referéndum, ni nada. Así, a pelo. La metáfora se ha convertido en literal. Y el exvicepresidente Pablo Iglesias se ha cortado la coleta y se le ha puesto una pinta de borjamari que pa’qué. El look del exlíder de Podemos ha sido objeto de críticas durante años, incluso la militancia discutió la conveniencia de que se cortase la melena, inmediatamente después de las elecciones europeas de 2014 y antes de concurrir a las generales de 2015, pero Iglesias prefirió mantener su emblemática imagen. Eso sí, para ir de eurodiputado se quitó el pearcing de la oreja.

Y ahora, que ya no tiene que engatusar a ningún okupa ni tiene necesidad de hacerse el progre, se ha trasquilado. Ya no es ni ‘El Coletas’ ni ‘El Moñas’. Quizá es que estaba hasta el moño de sí mismo, como ha tuiteado Cayetana Álvarez de Toledo.

Operación marketing en marcha. Ha llegado la hora de reconocer que es un burgués de los de toda la vida. Casta de tomo y lomo. Nos ha j… mayo con las flores, para entrar en el consejo de Telefónica, Gas Natural o Fenosa hay que hacer concesiones. Ahora es cuando tiene pinta de ‘marqués de Galapagar’ y persona de bien y orden. ¡Arrepentidos los quiere el señor! ¿O sea que la coleta era un mensaje, el moño otro, y el pelo corto un tercero? ¿Qué hará cuando vuelva a la política? ¿Se pondrá un aro en la nariz? Decepcionante que no haya sometido a consulta de las bases una decisión tan trascendente.

El PP tiene cantera

El PP está de subidón. Arrasa y tiene cantera. Se vio el otro día con Beatriz Fanjul en el cierre de campaña del 4-M. Esta chica promete. La presidenta de las Nuevas Generaciones del partido, sumó una nueva frase al catálogo del disparate: “Más vale malo conocido que bueno por conocer. Eso es Ayuso”. Y el refrán se cumplió al milímetro. Ese tendría que haber sido el lema de la campaña; «¿Malo conocido o bueno por conocer?» Y los resultados hubieran sido exactamente los mismos. O ahí va otro slogan; «Lady Madrid, una mujer con mayúsculas». Otra expresión que también utilizó.

Ese día comprobamos todos por qué gana el Partido Popular, obviamente porque tiene gente de nivel: Ayuso, Fanjul, Martínez Almeida, Egea, Casado… tela marinera. Les pones a Cañita Brava de candidato y también le votan. ¡Socorroooooo! Quédense con la cara de la diputada bilbaina, que con un par de másters y alguna mamandurria, la tenemos como presidenta de lo que sea, pero de algo.

¡Atención! Noticia de Última Hora. Me acaban de pasar el próximo Gobierno de la Comunidad de Madrid: Consejero de Cultura, Nacho Cano. Consejero de Deportes, Figo. Consejero de Sanidad, Miguel Bosé. De Turismo, Toni Cantó. De Economía, Bertín Osborne. Consejera de Educación, Rocío Monasterio. Portavocía, Bea Fanjul. Nota aclaratoria: A Iturgaiz no saben dónde ponerlo.

¿Ganarán los que ‘viven a la madrileña’

Este martes veremos si ganan esos que están desatados sobre las ventajas de vivir a la madrileña. “Aquí puedes cambiar de pareja y no encontrártela nunca más”, dice Díaz Ayuso. ¿Separarse? Pero si eso es de rojos. ¡Ojo! madrileños; porque si gobierna el socialcomunismo os encontraréis a vuestra ex en los sitios más insospechados. Yo, sin embargo, creo que lo bueno de Madrid es que puedes pasear por la ciudad y no toparte nunca con Ayuso.

La versión ibérica de Trump se descuelga cada día con una ocurrencia. Proclama que la ciudad es una maravilla porque disfruta de unas birras después de trabajar. Vivir a la madrileña es un pasote, y pimplarte cervezas a 3 euros con lo que queda de sueldo después de pagar 800 eurazos de alquiler en un semisótano, es la caña. Colas del hambre, hospitales sin personal, unos buenos atascos en la M-40, una boina de contaminación… también deben ser formas de vivir a la madrileña.

Según la presidenta, a la capital se va a ser libre. Por eso, en cuanto hay dos festivos, sus vecinos salen corriendo a contárselo al resto de España. La lideresa del procesismo castizo se abre paso con su thatcherismo cañí. Y sus medidas son de rompe y rasga. 1. Que Madrid no sea Caracas. 2. Libertad sí. 3. Poder quedar para tomar algo. 4. No cruzarte con tu ex. Eso es un programa político como Dios manda, y no como el de esos bolivarianos. Moraleja: ponga un tonto en su vida y se sentirá la persona más inteligente del mundo.

Esa cadena que vende riñones e higadillos en buen uso

No es una carnicería pero casi. En el Universo Mediaset se trituran vísceras, se subastan higadillos y se destrozan almas. Porque todo tiene un precio y es negociable. Cogen a un Don Nadie, dispuesto a vender cualquier órgano, y ellos, le pueden rebanar el corazón en finas lonchas o destriparle, lo que sea más rentable, hasta subirle a la fama.

Personajes frikis que nacen, crecen y mueren en Telecinco. Por eso se permiten hacer autopsias sobre la marcha y, lo mismo, contratan a un chamán para limpiarle el aura, que a un tanatopractor para embalsamar el cadáver.

Ahora es Rocío Carrasco la que vende su alma al diablo por entregas. La prensa caníbal devora sus malos tratos, su intento de suicidio, la pelea con su hija con agresión incluida. La cadena amiga despide al supuesto maltratador para luego pagar un riñón por ver a su mujer comercializando con la babilla del abusador en una isla.

Pero también están los Paquirrines que liquidan a su madre por un puñado de dólares, y los dos bandos del clan Pantoja deshuesando miserias. Vemos a los tentadores de «La isla de las tentaciones», despachando sexo blando, y a tronistas musculados, depilados y con tupés que claman al cielo, enseñando carne en el mostrador. Telecinco exprime a sus celebrities de cartón piedra y los deja sequitos como momias. Ahora le toca el turno a «Supervivientes». La rueda Mediaset sigue girando y, en Euskadi, hay muchos hámsteres.

Matrimoniadas y ayusadas

Recreación de Díaz Ayuso en la revista ‘Mongolia’

La OPA hostil de Díaz Ayuso a Ciudadanos sigue dando mucho que hablar. El culebrón entre Ayuso y Aguado no sé si se parece más a la peli de «La Guerra de los Rose» o a la discografía de Pimpinela. «Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa, y pega la vuelta». Porque esta pareja también era cosa de tres. Y es que detrás de la presidenta está Miguel Ángel Rodríguez (ex de Aznar), su mentor, su alter ego y el maligno.

La lideresa goza de una simpatía inusitada. Sin complejos, sin sensatez, sin escrúpulos, ha sacado un máster en popularidad con matrícula de honor. Dicen que Isabel paseaba al perro de Espe y le llevaba las redes sociales usando el nombre de la mascota. Ella no es otra cosa que una émula en forma de caricatura del Tea Party y la ya olvidada Sarah Palin, precursores del ‘trumpismo’.

Desde el tamayazo y en campañas dopadas los madrileños eligen unas cosas muy raras. Santa Ayuso de los Bares, con esa imagen de ninfa alocada y muñequita diabólica. «Todo en orden, nada, muy bien», le dijo a Felipe VI por su santos ovarios, un día después de haber apretado el botón nuclear de la comunidad. Con ella, el pobre padre prior Gabilondo, lo llevaba claro. Y ahora Iglesias también lo va a tener complicado. A saber qué pasará en Madrid el próximo 4 de mayo. Pero a mí me da que a los madrileños les gusta tener de ‘presi’ a una negacionista disfrazada de Agustina de Aragón.