Ana Mato las mata a la chita callando

La trama Gürtel pagó a Ana Mato 62.000 euros en cosillas que, evidentemente, a ella no le constan. Qué esperas de alguien que no se entera de cómo aparecieron en el jardín una pandilla de payasos que se empeñaron en celebrar el cumpleaños de su hija –de todos modos, los niños se hubieran reído más si hubiera contratado a González Pons–. Si no se explica qué hacía un Jaguar en su garaje, ¿Anita Jaguar you?, será mejor que abandone el Ministerio de Sanidad porque igual le abducen las urgencias y las tiene que cerrar. Si desconoce cómo se fue de vacaciones, teletransportada sin darse cuenta, está claro que es una ministra que no administra. Y si no puede dar razón de por qué brotaron bolsos de Louis Vuitton en la maceta de perejil será porque los usaba su exmarido y por eso se acabó separando.

Que don Corleone se haga cargo de los cumpleaños y las comuniones de los chiquillos de la familia está bien para El Padrino, pero no para un miembro del Gobierno, aunque forme parte de una familia de capos.

Puede ser también que la señora Mato esté invadida por la amnesia del club de las esposas que no se enteran. La mujer de Bárcenas, no sabía nada. La costilla de Urdangarin, no sabía nada y la novia de Julián Muñoz, o sea La Pantoja, no tenía ni idea. Todas eran como Mato. Es decir, la matan… a la chita callando. Esperemos que a esta señora pija le haya sobrado confeti para la gran fiesta pepera que se celebrará próximamente en el talego.

El beso de la muerte de Bárcenas

¿Cómo se conjuga la Ley de Transparencia del Partido Popular? Fácil: Yo robo, nosotros robamos, vosotros pagáis y ellos pagan. ¿Cómo es el código de buenas prácticas de los afiliados? Sencillo: Primero, que los dirigentes de mi partido sean honrados, segundo, que si no son honrados, no me entere, tercero, que si me entero, no me importe. ¿Cuál es el nuevo lema del partido? Evidente: No me consta.

Desde que Bárcenas ha aportado pruebas al juez de que blanqueó once millones de euros con la amnistía fiscal de Rajoy y desde que han salido a relucir sus famosos papeles secretos, queda demostrado que es una persona honrada y decente, no un delincuente. Los rateros son Cristóbal Montoro y Mariano Rajoy que han hecho lo mismo que Berlusconi durante diez años: leyes a la medida de los mafiosos. Desde luego, con este culebrón tendrán que nombrar presidente del PP al becario porque el resto están ya todos pringados. Bárcenas ya lo ha dicho clarito; el que esté libre de sobre que arroje el primer talón, con fondos, por favor.

Hace falta alguna dimisión, amén de alguna abdicación. Porque en la Zarzuela también van a ascender al ayudante de cámara del rey, el único que por el momento no está imputado en el caso Nóos. Y es que García Revenga es a la Casa Real lo que Luis Bárcenas al Partido Popular: el beso de la muerte. Que pare la rotativa. Acaban de confirmar que Gallardón ya tiene redactados y firmados tres o cuatro indultos, por si las moscas.

En el país del rey pasmaooo y el duque empalmaooo

En el país donde unos recogen los sobres y otros las sobras, en la nación del rey pasmaooo y el duque emPALmaooo, el auditor externo del Partido Popular ha pedido unas cuántas máquinas de triturar documentos en Génova porque no dan abasto.

El hombre de negro entró pisando fuerte: ¡A ver, ustedes, enséñenme las cuentas! y el clan de los genoveses se echó a temblar. La contabilidad paralela no, la del dinero blanco, el que ya está lavado. Que no piensen que los españoles son tontos, aunque once millones hayan dado más de un motivo.

 Desde que Ali Babá y los cuarenta ladrones se van a investigar a sí mismos, las auditorías de Bankia parecerán hechas por Caperucita. La experiencia del PP en mentir es mucha y reciente. Además se conocen muy bien la primera regla del corrupto. Es decir, negarlo todo. Los políticos chupópteros, especuladores o las variadas especies de chanchulleros deben estar muy cabreados con esta peña. Todo lo que se trinque de más será lo que ellos trinquen de menos.

Esta semana la corrupción también se ha paseado por las filas del PSOE, que ha destituido al director de la Fundación Ideas por los artículos que firmaba una desconocida Amy Martin. O sea, que la citada fundación publica artículos sin saber, ni conocer quién es su autor y automáticamente le pagan al año la friolera de 50.000 euros, a tres mil la pieza. Pues que me digan donde hay que enviar las columnas para recibir 3.000 euros a vuelta de correo. PP y PSOE; embutidos de confianza.

De kamikazes, indultos y buitres carroñeros

En lugar  de  llamarles ministerios, tendríamos que llamarles chiringuitos donde se practican cacicadas de guante blanco. El ministro de Justicia, Ruiz Gallardón, ha indultado a un conductor kamikaze condenado a 13 años por recorrer cinco kilómetros en dirección contraria y causar un accidente en el que falleció una persona. Un extraordinario ejemplo de cómo soltar pirañas en un acuario. Pero ¡qué curioso! el hijo del ministro trabaja en el bufete que defendió al kamikaze indultado, y ¡oh, sorpresa! el abogado defensor fue Esteban Astarloa, hermano de Ignacio Astarloa, diputado del PP. ¡Bah, absurdas coincidencias!

Ya vemos cómo se las gasta la casta de la gomina con indultos a lo ‘Carromero’. El ex dirigente de Nuevas Generaciones mata a dos personas en Cuba, le traen a España y se reincorpora ipso facto a su puesto, cobrando un sueldo de 50.500 euros como consejero, o más bien habría que decir como un buitre carroñero.

¿Asesorará sobre delincuencia o de cómo se conduce sin puntos en el carné? Con el curriculum de este Anacleto, agente secreto, sería más propio que le colocaran de chófer personal… de Rajoy. No le habrían venido nada mal unos añitos de trena para que empollara un poco de Código de Circulación. Aunque más acorde con su perfil profesional sería que montase una versión de Farruquito 2.0. Por favor, que reduzcan el número de políticos, a ver si es posible que quede alguno honrado.

Arias Cañete, alias yogurín

 Arias Cañete, alias el yogurín, dice campechano; «si veo un yogur en la nevera, ya puede poner la fecha que quiera, que yo me lo como». El buche del ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente es agradecido porque, según él, los alimentos tienen un «margen de seguridad muy alto». El personaje que vela por la salubridad de la comida en España, peca de irresponsable saltándose a la torera las recomendaciones sobre las fechas de caducidad.

Bien mirado, es normal. El señor ministro también se come todos los viernes más de un sapo en el Consejo de Ministros y yo no veo que se atragante. El Gobierno, que dice trabajar para evitar el desperdicio de alimentos, prácticamente invita a coger los yogures directamente de los contenedores y anima a consumir sopas de ajo para aprovechar el pan duro. Por eso no se debe hacer caso a ministros ineptos. Perjudican seriamente la salud.

Además, por su papada de zampabollos, no se intuye que Cañete, el temerario, ingiera muchos yogures. Eso sí, debe preferirlos caducados para que lleven incorporados más bifidus. Miguelín también se comía chuletones de ternera durante el mal de las vacas locas y ahora le salen los efectos secundarios… en las meninges. Vean cómo se quedó, espongiforme.

Con todo, queda probado que los del PP son unos valientes. Fraga se bañó en un caldo radioactivo de Palomares y Arias Cañete come yogures caducados. ¡Qué verdad aquello de que lo que no mata, engorda!