Risto se casa y fracasa

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Risto Mejide se casó el sábado en una masía de ensueño, como los protagonistas de Ocho apellidos catalanes, el bodrio que Telecinco emitió el viernes para interferir en el proceso soberanista de Catalunya, caricaturizándolo. Como regalo de boda Il commendatore Vasile le ha dado la oportunidad de prolongar una o dos semanas más All you need is love… o no, que se debate entre la vida y la muerte. Hoy, lunes, se la juega. Del 14,1% inicial al 11% de su segunda entrega, con poco más de un millón de espectadores, queda por debajo de los registros habituales de First Dates, en Cuatro, su hermano menor, con mucho menos presupuesto. El fracaso es irremediable y tiene sus causas, principalmente en el hecho de huir del concepto romántico del enamoramiento e intentar una sociología del amor, del real al irreal. Pretencioso. No, amigo mío, la tele no es una cátedra: es un espectáculo para el entretenimiento y la gente demanda un chute emocional constante.

Sí, hay amores vulgares y desamores baratos; pero también existen historias sublimes. El nuevo presidente francés, Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Trogneux, 24 años mayor que él, alumno y maestra de liceo, que superaron las trabas familiares y la física de la edad, son el paradigma actual de relato romántico. Mejide quiere contarlo todo, hasta el amor maternal de una refugiada siria y de unos abuelos eslovenos. Empieza tarde y se extiende durante más de tres horas con demasiados ingredientes que terminan por cansar y no hacernos llorar. Muchas cuerdas para un violín. Risto no quiere ser un moñas por no asemejarse a Jesús Puente e Isabel Gemio, sus fantasmas; pero acierta en acompañarse con Irene Junquera, David Guapo y América Valenzuela, formidables en sus papeles.

El amor es romántico u ordinario. Tiene que elegir entre grandeza o ligereza. Romeo y Julieta no irían a la tele a declararse. Ni Benedetti recitaría versos entre focos. Mejide ha optado por la versión artificial. Nadie mejor que él, recién casado, debería saber que nada es perfecto hasta que te enamoras.

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