Los famosos tampoco dimiten

Hablamos de televisión

14 abril 2016

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1.A debate

¿Deben retirarse los programas de los implicados en delitos fiscales?

La televisión tiene mala fama, injusta creo yo, por ser a veces la ventana de lo peor de la sociedad, pudiendo mostrar otras realidades más interesantes y positivas de nuestro mundo cercano y lejano. Es el centro de nuestras contradicciones. En este sentido, ¿qué creemos que debería hacer la tele tras informar sobre los escándalos de evasión fiscal, entorno del caso del llamado Papeles de Panamá en el que están implicados personajes de la tele?

Sin prejuzgar las culpabilidades de unos y otros, cabría deducir que, así como pedimos la dimisión de los políticos que se hayan visto salpicados por este u otros casos de corrupción, deberíamos requerir que los personajes implicados en presuntos casos de evasión fiscal salgan de nuestras pantallas. Que dimitan de la tele. Esto sería lo coherente. De momento, están implicados Imanol Arias, protagonista principal de la serie “Cuéntame lo que pasó”, con muchos años en la tele pública; y Bertín Osborne, presentador de éxito del programa de entrevistas “En la tuya o en la mía”, que se traslada con sus trastos a Telecinco y que se estrena en esta cadena a partir del 27 de abril.

Ingenuamente, me pregunto si estos dos personajes de la tele, que niegan responsabilidades como en el caso de Osborne, aduciendo que sus cuentas en Panamá son legales, deberían desaparecer de la tele. Si fuésemos una sociedad honesta, debería ocurrir una de estas dos cosas:

  • Que Telecinco y TVE retirasen, o al menos aplazasen, de las pantallas los programas en los que están implicados Imanol Arias y Bertín Osborne. Es decir, que los canales de TV “los dimitieran” por deshonrosos y decencia pública.
  • Que la audiencia boicotease activamente estos dos programas, como respuesta directa de la ciudadanía a la conducta reprobable de estos dos personajes, con lo que ambas cadenas se verían obligadas a retirar los programas.

Sabemos que ninguna de estas dos cosas va a ocurrir, lamentablemente. Puede incluso que Bertín mejore en Telecinco sus registros de audiencias de TVE, con cuatro millones de espectadores por semana. Y puede también que Cuéntame obtenga aún más apoyos de los que ya tenía. Así como a Messi le vitorean en los estadios, perdonando su presunta estafa a la hacienda pública, y a Vargas Llosa le seguimos comprando sus novelas, entre ellas, su reciente Cinco esquinas, temo que los espectadores no responderán con el vacío a los programas de Osborne y Arias. Hemos sabido que Pedro Almodóvar, otro de los implicados en los Papeles de Panamá, ha tenido un pésimo estreno de su nueva película Julieta. ¿A causa del desprestigio social? No lo sabemos, pero lo coherente es que la tele fuese un espacio de respuesta social y diera a todos estos personajes una réplica contundente. ¿Un deseo romántico? Pues sí, y que no nos falte nunca este espíritu vital.

 

  1. El impacto

El tertuliano detenido

Era lo que le faltaba para que la semana de los escándalos tuviera su broche perfecto: Mario Conde, el símbolo del triunfo, el ideal del éxito, que ya quedara como juguete roto hace 20 años, vuelve a la cárcel, implicado en un caso de blanqueo de capitales. Su detención es el icono perfecto del derrumbamiento de un sistema que pide a gritos una regeneración total.

A Mario Conde siempre le interesó mucho la TV. Es la que convirtió en falso héroe y después la que le dejó caer y le destrozó. Por eso, se convirtió en un asiduo de las tertulias de Intereconomía TV, para tratar de rehabilitarse y configurarse en profeta de la economía cuando llegó la crisis. Se dice que invirtió dinero, no sé si parte del robado o no, en Intereconomía. Puede ser cierto. A través de esta cadena puso en marcha su proyecto político, Sociedad Civil y Democracia, que fracasó estrepitosamente en las elecciones gallegas de hace cuatro años. Mario Conde lucía en TV todo lo que pudo: en Telecinco hicieron una miniserie con su caso, que no tuvo demasiada trascendencia. Visitó todos los platós que le dejaron. Risto Mejide le sentó en su sofá… Pero nunca pudo rehabilitar su honor como quiso. Ahora, vuelvo al sitio que merece.

 

  1. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

El casting de Dios, un mal comienzo

El reality de contenido religioso, Quiero ser monja, que se estrenó el pasado domingo en Cuatro ha tenido un comienzo más bien flojo, no malo, porque queda más o menos a la altura de la media de la audiencia general de la cadena, pero no lo suficiente como para ser una sorpresa como se las prometían o soñaban los dirigentes de este canal. Al final, obtuvo 7,4% de cuota de pantalla y 1.469.000 espectadores. Cabe la posibilidad de que pueda subir un poco, cuando lleguen los momentos más duros del reality y las cinco chicas tengan que decidir entre apartarse del mundanal ruido o seguir siendo chicas de su tiempo y vivir la vida. Puede que la audiencia mejore un poco, pero no creo que se mueva más allá del millón de espectadores.

Otro estreno, ayer, en La Sexta, la serie Merlí merece una atención especial. Se trata de una serie de ambiente de High School, tan visto en las películas y que ha dado títulos memorables, como el Club de los Poetas Muertos, la mítica Rebelión en las aulas y otros muchos. Ya sabemos: el profesor que se salta las normas pedagógicas imperantes y trata de que los estudiantes amen la filosofía y pensar por su cuenta. “Quiero que os empalméis con la filosofía”, dice a sus alumnos al principio. Un rompedor, pero en clave de comedia. La serie es una reposición, traducida al castellano, producida por TV3 y que tuvo en Cataluña un enorme éxito. En esta serie todo es bueno, excepto el doblaje, que es horroroso. Y si bien hay algunos personajes un poco forzados, como el adolescente agorafóbico, que raya en la caricatura, y alguna que otra situación artificial, la serie es magnífica. Romántica en su concepción de la vida, ensalzador de la decisiva labor del profesorado y de la educación, con un heroísmo contracorriente a favor del pensamiento y la belleza artística y literaria, así como personajes que honran su fracaso vital, Merlí es un regalo para la tele. Ayer, con dos capítulos, obtuvo un 7,6% y 1.432.000 espectadores, que no está mal teniendo en cuenta que se enfrentaba a El Príncipe, en Telecinco, con casi cuatro millones y medio de seguidores.

 

  1. La buena publi

Axe llama a las madres

AXE, la marca de desodorante masculino más rompedora del mundo, que ha promovido anuncios al borde de lo inaceptable, que durante años ha tenido un discurso bastante machista, ha dado un giro copernicano a su comunicación. Sigue posicionándose como el desodorante de los metrosexuales, pero ya no resulta hiriente ni estridente en lo varonil. En ese posicionamiento lleva ya un tiempo. Y es estimable su esfuerzo de mejora de su imagen de marca. Este anuncio es prueba de ello.

Es una historia de laboratorio sociológico, al que se convocó de forma muy abierta y natural a un conjunto de madres de chicos guapos, madres muy modernas. Y mediante la técnica del polígrafo, les preguntaron si se creían los piropos que ellas mismas decían a sus hijos siendo niños. El detector de mentiras rebeló la distancia que hay entre las palabras de una madre y la verdad sobre la belleza de los ojos, la mirada y el cuerpo de sus hijos. Es un gran anuncio, muy actual, concebido como un reality. Es publicidad de la buena, que demuestra las posibilidades de regeneración y liderazgo de una marca después de años de equivocarse.

http://youtu.be/jNguATJnmb4

 

  1. Recomendaciones para el fin de semana

Dos propuestas: una de cine y otra de interés informativo.

  • El domingo, en la Sexta, Jordi Évole vuelve a sorprender con una nueva entrevista a Arnaldo Otegi. Recordemos que hace unos años causó un enorme escándalo en España por su entrevista al dirigente de la izquierda abertzale, cuando entonces se llevaban a cabo negociaciones secretas con el gobierno de Zapatero. Ahora, vuelve a entrevistarle y volverá a causar escándalo en amplios sectores de la sociedad española, algo que para nosotros aquí, en Euskadi, es de lo más normal. Lo veremos el domingo, en La Sexta, a partir de las 21:45 horas.
  • Como película, la propuesta es para este sábado es una de Woody Allen, “Scoop”. Con un reparto de lujo, el propio Allen, junto con Scarlett Johansson y Hugh Jackman. Es una película romántica y de magia, fantasiosa, de fondo periodístico. Muy entretenida, para ver en pareja. Es el sábado, en la 2 de TVE, a partir de las 22:00.

¡Hasta el próximo jueves!

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