Expediente X y la necesidad del misterio

x-files-720x300

Por si no fueran suficientes los misterios que nos provee la vida (el azar, el amor, la belleza, las cuentas de Osasuna…), la televisión y sus hermanos, el cine y los libros, se permiten imaginar otros muchos. Vivimos mejor entre enigmas y ocupados en tratar de comprenderlos, pues confirman otras certezas maravillosas y terribles. Tenemos alma de descubridores, es lo que ocurre. Para regalarnos su ración de misterio, tras catorce años de ausencia, ha regresado Expediente X.

Fue el martes pasado, dos días después que en Estados Unidos, cuando hemos vuelto a ver, esta vez en la cadena Fox, a nuestros entrañables agentes federales Mulder y Scully ocupados en desentrañar casos de seres extraterrestres, abducciones y otros mitos modernos. Esta pareja, con sus aventuras al límite y también con su amor en precario, marcaron una época de la tele. Acaparan 150 premios.

De especial la serie tiene el hacer razonable el portentoso género de la ciencia ficción. Hay que ser muy corto en presunciones para no aceptar la hipótesis de la existencia de otros mundos inteligentes e incluso de su camuflada presencia entre nosotros. El retorno tiene un punto de nostalgia culta.

Para que un enigma tenga sentido tiene que darse una gran desigualdad a favor de lo racional y ninguna prueba de lo imposible. Además, las autoridades deben ser diligentes en la ocultación de todo atisbo paranormal y desacreditar a quienes fomentan semejantes fantasías.

La misión de Expediente X es recordarnos que aún no estamos preparados para saber ciertos hechos, que conviene guardar en secreto, porque las costuras de nuestra mente se romperían ante su conocimiento, pobres humanos primitivos. Nos educan para el futuro. Su contrapunto es Cuarto Milenio, un espacio contradictorio al que acuden unos locos adorables que deshonran la verdad profunda e inabarcable.

Puede más cualquier corazón abierto que los científicos antisistema. No cabe prescindir de los misterios porque existen, no para entretenernos unas horas. La realidad común, esa sí que distrae y nos reduce.

 

Pan con chocolate y otros regresos

https://www.youtube.com/watch?v=_2MO5c4H0tM

Nadie debería subestimar los anuncios y mucho menos despreciarlos por molestos o cómplices del consumismo. Los anuncios acompañan los cambios sociales. Son sus mensajeros. Todas las transformaciones producidas en los hábitos de alimentación fueron precedidas de campañas en la tele machacando el inconsciente colectivo. La comida basura es un hecho generalizado por influencia directa de los anuncios. Dejamos de comer y beber bien con la activación de determinados complejos. ¿La culpa entonces es de los anuncios? No, ellos solo hicieron su trabajo y rindieron las dietas sanas por mandato multinacional. Anular las legumbres, rechazar las verduras, marginar las frutas, odiar el pan, el aceite de oliva, el azúcar y el vino y demás catástrofes alimentarias fueron fechorías experimentales de grandes empresas. Los anuncios tuvieron clara su táctica victoriosa: hacernos creer que comer lo que comíamos era cosa de pobres. “¿Te acuerdas cuando bebíamos agua?”, nos decía por entonces con particular malicia una marca de gaseosas para asociar el bendito consumo de agua al subdesarrollo y la famélica legión.

Ahora, Nestlé se ha embarcado en la reversión de aquel desastre y, mediante una preciosa campaña plena de buen criterio, aspira a que los niños y niñas del siglo XXI vuelvan al pan con chocolate, la nutritiva merienda de la infancia de los sesenta. No sabemos si lo conseguirá, tras años de colonización de la pastelería industrial y los bocadillos de la peor charcutería; pero si tal cosa ocurriera podríamos pensar que los milagros son factibles no por fe, sino por constancia ética de los anuncios.

Desear el regreso de lo bueno no es nostalgia, es sabiduría. Nos alegramos por eso del retorno de Patricia Gaztañaga. Será el lunes próximo en TVE, con un talk denominado Cuestión de tiempo, un espacio de emociones. También en esta cuestión, tras el fiasco de la inteligencia emocional, convendría regresar a Spinoza y descartar a Descartes, nuestro tirano mental durante siglos. Nada más humano que la añoranza del paraíso perdido.

 

Felices regresos

Hablamos de televisión

21 enero 2016

Contenido del programa en Onda Vasca, con Begoña Beristain

ondavasca-250x248

1. A debate

Vuelve Patricia Gaztañaga

La historia de la televisión, la corta y la larga historia, es la historia de las personas que la hacen. Sobre todo, de las personas inmediatas, las que dan la cara. Estas personas se convierten en parte de nuestras vidas y en referencia de muchas horas de ocio y emociones compartidas. Una de estas personas es Patricia Gaztañaga, una profesional todo terreno, una gran chica, que ha pasado por todos los escalafones de la tele, comenzando en la escuela de la radio.

Patricia Gaztañaga es un producto de la radiotelevisión pública vasca. Inicialmente, fue conductora de programas de debate en ETB, importantes allá por los difíciles años 90. Y después tuvo su gran éxito en Antena 3 con su “Diario de Patricia”, un programa de testimonios e historias de la gente, que fue líder durante muchos años. Es un tipo de programa discutible, en la que la clave es la puesta en escena y difusión de las intimidades de la gente. Si hay personas que quieren contar sus historias personales, a veces graciosas y a veces dramática, es algo que podemos criticar. Yo lo critico; pero la tele tiene preferencia por lo auténtico. Y estas historias, de amores y desamores, de odios y amistades, de favores y de traiciones, tienen la virtud de su espontaneidad y de provocar risas y lágrimas por doquier.

Aquel “Diario de Patricia” se acabó, como todo en la tele y Patricia regresó a Euskadi. En estos últimos años, Patricia Gaztañaga no ha tenido suerte. Ha pasado por concursos que apenas tuvieron audiencia y también ha probado a enseñar las casas y mansiones de los más ricos y famosos. Y tampoco ha tenido suerte. Ahora, Patricia vuelve con un programa parecido al que la encumbró a escala estatal. Y será en TVE. El programa se va a llamar “Cuestión de tiempo”, que podríamos clasificar como un programa de sentimientos. Se basa en que una persona deposita en una caja un mensaje que le quiere transmitir a otra persona. Esta caja con el contenido se le enviará a una persona determinada y solo se abrirá en una fecha concreta. Suena a “Lo que necesitas es amor”, el mítico programa de Isabel Gemio y Jesús Puente de los años noventa; pero es en realidad un talk, un espacio de emociones y de historias muy personales. Un espacio de intimidades, de eso que muchos no contaríamos a nadie, porque constituyen nuestro fondo de secretos.

La nueva aventura de nuestra Patricia Gaztañaga comenzará el 1 de febrero. Será a las tardes en TVE. Y lo que queremos es que, más allá de lo discutible o no del formato, que tenga suerte. Es lo que les deseamos desde aquí siempre a los nuestros que viajan a las cadenas estatales: a Iñaki López, a Adela González, a Sobera. Le tengo mucho cariño a Patricia y espero y deseo que tenga mucho éxito.

Estaremos atento a “Cuestión de tiempo”.

 

2. El impacto

Pedrerol y su mal carácter

Josep Pedrerol es uno de los periodistas deportivos más veteranos y conocidos de la televisión. También es uno de los personajes de la tele más imitados por los humoristas. Su evolución le ha conducido de la información a la opinión y hoy dirige una de las tertulias futbolísticas más polémicas, “Jugones”, en la Sexta. Se atribuye a su programa el deshonor de ser algo así como el “Sálvame” del fútbol, es decir, una tertulia de muy malas formas, con gente excesiva, con mucho grito, mucha radicalidad en las posiciones y poco fundamento.

Le vimos denigrar a unos becarios de su equipo, de lo que se disculpó. Hace unos días, volvió a demostrar su mal carácter cuando ocurre algo que no le gusta. Un espectador presente en el plató criticó la manipulación de su programa y Pedrerol perdió los papeles. Es lo peor que puede ocurrir en la tele: que las cámaras te dejen en evidencia.

https://www.youtube.com/watch?v=nYwh6lv5mjA

 

3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

La sorpresa de un mal programa

No hay manera de saber a priori si un programa va a triunfar o fracasar. Nadie tiene esa capacidad de previsión. Un mal programa puede ser un éxito y un buen programa puede fracasar. La calidad no decide. Hay muchos factores que intervienen.

Ha ocurrido con un mal programa, Casados a primera vista, cuyo éxito de audiencia es difícil de entender. Es un programa muy discutible, al borde de la telebasura. Pues ahí está en Antena 3, con un 15,1% y 2,558.000 espectadores el pasado lunes.

“Casados a primera vista” es un programa al límite. Es un espacio de citas y parejas, conducido por una psicóloga, una sexóloga y un psiquiatra. Viene a ser una versión española de un programa danés. En él ocho parejas se dejan llevar por estos expertos que mediante test de compatibilidad deciden quién se casa con quién. La boda se produce de verdad, civilmente. Al cabo de un mes de convivencia las parejas casadas deberán optar por continuar casados o divorciarse. Es una frivolización de las relaciones de afecto y casamiento, llevados al límite. Pero ahí está su éxito. Mucha gente ha decidido casarse con este subproducto.

 

4. La buena publi

Vuelve el pan con chocolate, la merienda de los niños

¿Puede la televisión alterar las costumbres alimenticias de una sociedad? Puede y de hecho así ha venido siendo desde hace décadas. Y lo mismo que ha difundido la comida basura y los alimentos hipercalóricos, también puede fomentar una alimentación sana. En este sentido, la multinacional alimentaria Nestlé, es todo un ejemplo. Ahora, en su 150 aniversario, la multinacional, quizás con mala conciencia o solo por cálculo de marketing, se ha propuesto que los niños y niñas vuelvan a la merienda más tradicional: el pan con chocolate.

El pan con chocolate, es decir un bocadillo con varias onzas de chocolate con leche, fue la merienda de los niños de los años sesenta. Eran tiempos de salud famélica, derivada de los rigores de la postguerra. Era una merienda barata y sana. Pero llegaron los bollycaos, los tigretones, los bucaneros y demás basura sintética, que también eran de chocolate, y se acabó la tradición del pan y chocolate y la merienda sana. No obstante, la merienda que destronó finalmente al pan con chocolate fue la Nocilla, ya sabéis: leche, cacao, avellana y azúcar. Y su eslogan: “Nocilla, qué merendilla”. La Nocilla fue, y en parte sigue siendo, la merienda de los niños de los setenta y ochenta, los de la EGB.

Aquí está el anuncio con el que se propone recuperar la tradición. Un anuncio lleno de nostalgia que comienza con imágenes en blanco y negro, música publicitaria de la década de los sesenta. ¿Lo conseguirá? Pues ojalá.

https://www.youtube.com/watch?v=_2MO5c4H0tM&feature=youtu.be

 

5. Recomendaciones para el fin de semana

Vamos con un par de recomendaciones. Hay donde elegir:

El sábado, en la segunda de TVE, hacia las 00:30, y dentro de uno de los mejores programas que podemos ver en la tele, La Noche Temática, podremos ver “La cultura del grafiti”. Quizás es el momento de desterrar viejos prejuicios sobre este género artístico urbano, que tanta guerra da a los gestores del transporte público y a los alcaldes con sus pintadas, a veces absurdas y provocadoras. Muy interesante.

También, el sábado, pero en Antena 3, a las 22.00, una peli europea, con cierto rigor: The International, dinero en la sombra. El oscuro mundo del poder financiero. Con Clive Owen y Naomi Watts. Aunque no tiene nada que ver, esta película puede ser un referente de mi favorita para los Oscar de este año, “La gran apuesta”, “The big short”, un pedazo de historia intensa, crítica, surrealista, genial y auténtica que nadie se debería perderse, actualmente en las salas comerciales. Apuesto por ella para el premio a la mejor película y desde luego para el mejor guión adaptado.

¡Hasta el próximo jueves, ya en febrero!

 

El bebé de Bescansa: juicio de emociones

 

bebe-bescansa-1

No han entendido nada, ¿verdad? ¿Aún no se han enterado de lo que ocurrió en la constitución del Congreso y Senado el pasado miércoles? Ustedes, líderes políticos y de opinión, se niegan a reconocer que se ha producido un cambio y que esta leve e inicial transformación se ha transfigurado en determinadas imágenes, divulgadas profusamente por televisión, que se les antoja anecdóticas, incluso circenses, pero que se han impuesto con tal fuerza emocional entre la gente que a ustedes les han descolocado. Y las rechazan y, lo que es más inquietante, las critican. No hay reacción más estúpida que refutar una emoción. ¡Las emociones no son discutibles ni se enjuician, oigan! Se sienten -del verbo sentir-, coño.

Las rastas, las charangas, la silla de ruedas, la diputada negra, las lágrimas de Pablo Iglesias, las bicicletas, las fórmulas creativas de juramento y, sobre todo, el bebé de Carolina Bescansa son tan poderosos símbolos y gestos comunicativos que harían bien los poderes clásicos, si no quieren verse superados por la rotundidad de las urnas y el corazón de los ciudadanos, en aceptar su real significado y naturaleza radical.

El coro de reproches, de izquierda a derecha (que se igualan en sus miedos hacia el enemigo común que los desplaza), que ha recibido la congresista de Podemos por acompañarse de su niño en el escaño es toda una impugnación del modelo de la transición. ¡Los esquemas del sistema desbaratados por un bebé! Impresiona la debilidad de la política ante una imagen tierna que humaniza un escenario rancio y con olor a cerrado. Y produce algarabía su percepción como amenaza para las tradiciones y vicios de las instituciones congeladas.

Además de divertido, ha sido un abrumador juicio de intenciones sobre la espontánea decisión de Bescansa que ni siquiera tuvo carga reivindicativa de la conciliación del trabajo y la maternidad. ¡Qué elementales son la clase política y los medios españoles! Mientras estos mostraban su cólera de etiqueta, la gente estaba sencillamente emocionada. Siguen sin enterarse.

 

 

Podemos, lección magistral de símbolos y gestos

hqdefault

Hablamos de televisión

14 enero 2016

 

1. A debate

La política de los gestos en la tele

Ayer fuimos testigos del comienzo de la temporada política, por así llamarla, con la constitución del Congreso de los Diputados en Madrid. La tele se volcó y varias cadenas lo dieron en directo: TVE, la Cuatro, la Sexta y ETB. Aparte de los hechos políticos, en los que no voy a entrar, la de ayer fue una sesión muy rica en imágenes. Fue, de hecho, un empacho de gestos y símbolos, como hace muchos años no habíamos visto.

Fue una mañana muy icónica. Entre los gestos más destacables: una diputada negra, políticos que llegan en bici, una txaranga de acompañamiento, fórmulas creativas e imaginativas de juramento que traspasaban la típica y tópica fórmula de siempre, diputados con rastas, las lágrimas de Pablo Iglesias en el recibimiento a la puerta del Congreso, muchos gestos. Por cierto, casi todos provenientes de Podemos. Y este es un dato muy significativo, porque nos habla de la inteligencia de este grupo político para hacer uso de las imágenes y del poder de la televisión.

Y por encima de esto, el bebé de Carolina Bescansa, que marcó la sesión. Espectacular. Sobre este hecho se han hecho muchas interpretaciones: exhibicionismo, demagogia feminista, uso de un bebé para el espectáculo, etc. A mi modo de ver, juicios de intenciones, porque seguramente la diputada no pretendió nada de esto. En mi opinión, el gesto es muy valioso, aparte de lo muy eficaz que fue, porque consiguió seguramente pretendía la protagonista. Es valioso por lo que aportó:

Una humanización de la política, al aportar la ternura de la presencia de un bebé en sitio tan estirado y frío. Los gestos tiernos de Pablo Iglesias con el bebé son muy valiosos.

Una llamada a la problemática de la conciliación, que es fácil para un político que cuenta con guardería, pero muy complicado para la gran mayoría de mujeres.

Un símbolo de cambio. Frente a las momias de la política, un niño en la bancada.

Es un mensaje renovador.

Podemos ha demostrado, más allá de las valoraciones particulares, que sabe combinar con mucha inteligencia el poder de las imágenes y el poder del mensaje de las emociones. El bebé de Bescansa es símbolo de todo eso. Y trae consigo no solo una gran notoriedad, puesto que todos, millones de personas, hablamos de esto ayer y hoy. Nunca se consiguió tanta notoriedad tan fácilmente. No tiene precio en términos de comunicación. Y para Podemos, la disputada y Pablo Iglesias esta escena es de enorme importancia para su proyecto. La vida real son emociones, no mensajes aburridos y tediosos. Y un gesto maternal, corriente, espectacularmente producido, dio otra imagen, renovadora de la política en España.

 

2. El impacto

El demoledor mensaje sobre Hacienda

Junto a los hechos de comienzo de la nueva temporada política, el otro gran acontecimiento en la tele ha sido el juicio contra Cristina de Borbón, Iñaki Urdangarín y otros presuntos delincuentes implicados en el llamado caso Nóos. En este proceso judicial, ha causado un enorme impacto unas palabras demoledoras sobre el sentido de la Hacienda pública. Un escándalo de efectos terribles. No las dijo uno de los acusados, sino Dolores Ripoll, abogada del Estado y que supuestamente está presente para defender los intereses de la ciudadanía. Sus palabras desmintiendo la validez de “Hacienda somos todos” son la constatación del pudrimiento del sistema.

Decir que el lema “Hacienda somos todos” no debe ser creído al pie de la letra y que fue creado para el mundo de la publicidad es todo un tratado de justificación de lo poco creíbles que son los mensajes públicos y que esconde la realidad de la desigualdad, en este caso fiscal, de los ciudadanos, con la existencia de personas privilegiadas respecto de las demás. Estas palabras, unidad al hecho de que el fiscal, Pedro Horrach, defienda a la infanta Cristina de Borbón, son muy significativas.

No obstante, vale mucho el hecho de ver sentada a la hermana del rey de España en el banquillo de los acusados, aunque sea provisionalmente.

https://www.youtube.com/watch?v=9gK10CJI3ss

 

3. Audiencias. Lo que nos gusta y lo que no

El Conquistador del fin del mundo vuelve a triunfar en ETB

Comenzó el lunes el programa de más éxito de la televisión pública vasca desde hace más de una década. El Conquistador del Fin del Mundo es una combinación de concurso y reality, con situaciones extremas y exposición de caracteres y personalidades humanas en estados de máxima exigencia física y emocional.

Es todo esto lo que lo hace atractivo. Volvió el lunes, con su escenario en el Amazonas. Y lo ha hecho con una gran aceptación de público. Obtuvo un 17.1% de cuota de pantalla, con más de 140.000 espectadores. Además, fue Trending Topic en Twitter, que es otro de los elementos que permiten conocer el seguimiento en directo de un programa en la tele.

El espacio de los lunes se combina con el debate de los miércoles, que presenta Patxi Alonso, cuya audiencia ha sido mucho menor debido a la competencia de Bertín, que ha arrasado en Euskadi con el 20%.

En mi opinión, esta edición es de las más maduras y de calidad que hemos visto. El ritmo es muy potente y la calidad de los competidores es muy elevada. La realización es excelente y no se han escatimados medios en la producción. Un gran éxito, que merece su reconocimiento.

 

4. La buena publi

Una gracia atrevida, pero éticamente dudosa

Los medicamentos son, en esta época del año, de los anuncios más importantes que vemos en la tele. Hay muchos y variados, sobre todos los referidos a los males del invierno, gripe y resfriados. Uno de ellos es Propalgina Plus, de la multinacional alemana Bayer, la creadora de la aspirina de nuestros dolores. En este anuncio se llega a un punto muy discutible, éticamente.

En este anuncio vemos a un señor mayor enfermo con gripe, un viejo potentado, atendido por su joven esposa, que tiene un amante ambicioso. Ambos esperan que de ese mal se mueran. Así lo sugiere ella al decir a su amante: “No aguantará mucho más”. Todo esto se muestra, obviamente, en clave de comedia. Lo que es muy discutible es que se frivolice con los efectos de la gripe que cada año mata a miles de personas mayores que tienen sus defensas muy bajas, siendo la gripe un mal letal, aunque no la causa remota de la muerte. Siendo esto así no me parece muy ético que se frivolice con la gripe. Y esto es lo que hace este anuncio. Que sí, que es muy bueno, pero que se ha equivocado con este enfoque de comedia con los males colaterales de la gripe.

Creo que Bayer se ha equivocado y hay que pedir, cordial pero contundentemente, que retire este anuncio y lo sustituya por otro que no frivolice con un hecho tan dramático como la muerte por gripe, que es una realidad dramática. Háganlo, por favor. La buena publicidad no se merece este esperpento.

https://www.youtube.com/watch?v=hlmmrW2eKgQ

 

5. Recomendaciones para el fin de semana

El domingo vuelve Évole

Este domingo, en la Sexta, vuelve Jordi Évole, con su programa Salvados. Este espacio es probablemente uno de los que más han contribuido a una nueva conciencia política, con la crisis y los abusos del poder político como contrapuntos. Es también el programa que mejor ha canalizado la indignación social. Y lo ha hecho con criterio, sin demagogia, con valentía y actitud constructiva.

Es interesante saber cómo va a ser el enfoque y las prioridades del programa tras los cambios políticos que se han producido en el Estado. La madurez del programa es un hecho y nos interesa mucho comprobar sus avances. Este domingo, a partir de las 21:30 horas, en la Sexta.

Una película para el sábado

Survivor (superviviente). En Antena 3, a las 22:00. Un thriller de acción, con Pierce Brosnan y Milla Jovovich. Peli de espías, mucha acción, bastantes tiros e intriga política.

¡Hasta el próximo jueves!