Todo tiene su comienzo y su final, pero para bien y para mal, retenemos el prestigio de los orígenes.
Esta frase olímpica puede aplicarse a casi todo y , en este caso, quiere referirse a los modos del vestir en su comienzo y final más próximo, pues es éste inacabado. Así Patxi , hace ya unos quince años, apareció sorpresivamente con la camisa por fuera del pantalón y , hace un mes aproximadamente, el Dr. D. Ricardo X de Y (Ritxi para los amigos) fué conminado a que no fuera al Tribunal de una tésis doctoral en la que ejercía como Secretario con sus bermudas y sus chanclas tan habituales en verano.
Y es que la vestimenta masculina veraniega ha variado mucho en los últimos quinquenios. Del estilo pijo , la modalidad hippy y el disfraz de » somosmalos» se ha pasado a un diseño básico consistente en camiseta – a poder ser de tirantes- bermudas y chancletas.
El argumento fundamental para la utilización de este diseño básico es la comodidad y uno estaría dispuesto a admitirlo si no fuera porque ha sido la razón última de los cambios de vestuario de hermanas, hijas y amigas. La depilación masculina y todo el dispositivo de cremas for men que hoy pueden comprarse en cualquier centro comercial no avalan precisamente esta hipótesis.
Probablemente se trata tan sólo de una ola más de la moda que, como muy bien explicó Roland Barthes ( en su Sistema de la moda), mezcla, altera, recupera y retrasa estilos diversos con el único objetivo de vender.
Por otro lado, cuando la encuesta alcanza su punto álgido y la respuesta se convierte en un «Me pongo esto porque se me pone en la punta…de la nariz», nada más hay que decir.
Vivimos en una sociedad hedonista con un desprecio manifiesto hacia la conciencia – y más hacia la autoconciencia. Pero no sé, supongo que a un doctorando que se ha dejado la piel en su investigación le gustará más una cierta seriedad ritual el día en que se la juega ante un tribunal…Y también que agradecerá que el médico de cabecera no le reciba como si quisiera acabar pronto para irse a la playa…Ni que al juez que le está juzgando parezca que le pesa tanto la toga que haya decidido ponersela directamente sobre una camiseta blanca de tirantes de la que salen todas sus pilosidades ( hecho documentado)…
esto me lleva a recordar mis tiempos de enseñante(qué palabro) cuando se puso de moda el tanga-a- la- vista( con pantalón caído) que usaban con descaro las chicas al ir a clase…Aun siendo permisivo, sí que parece que no es lo mismo ir de marcha, a la boîte de noite, que ir a un centro de enseñanza se supone que no a bailar, ni a ligar sino a aprender ( ¿ a escuchar?)…No sigo que me embarullo