Mientras paseamos por las calles de Casco Viejo, Laura (revisitada) me cuenta sus avatares como madre.Estaba empeñada en que su hija pre-adolescente fuera a esquiar con algunas amigas y se había enterado de que en la Diputación se ofrecía un servicio de Deporte Escolar.
Me ha estado comentado el proceso y al paso, hemos recorrido varias veces la calle Correo de arriba abajo. Y es que no era para menos. Resulta que : 1º Hay que entrar en la página web de dicho servicio; 2º Es preciso rellenar unos datos paterno -materno-filiales; 3º Hay que adjuntar un .pdf con un DNI de los progenitotres; 4º Enviada esta información , hay que esperar la recepción de una clave en el correo electrónico; 5º Una vez llegada la clave hay que activarla desde el correo electrónico;6º A continuación hay que volver a la página del servicio e introducir la clave; 7º Entonces , al parecer, se abre una nueva ventana donde hay que buscar la práctica deportiva que se desea;8º una vez elegida hay que indicar las fechas en las que se quiere realizar dicha práctica y reenviar de nuevo la información; 9º Por último se recibe una notificación indicando que se entra en el sorteo de las plazas disponibles. ( En fin , creo que no me he olvidado de nada.
A Laura que es una chica lista y con un doctorado le ha costado un tanto seguir el curso del procedimiento y, sobre todo, comprender su lógica. La única explicación es una variante disuasoria pues todo ello supone que se sabe utilizar un ordenador, que se sabe subir un .pdf, así como disponer de correo electrónico y moverse con soltura en el mundo de las claves. «¿Y ya me dirás cuanto padres o madres normalitos saben hacer todo eso?»
Yo en este punto ni quito ni pongo rey. Los procedimientos tecnocráticos de la democracia son los que engatusan el mismo acceso democrático… Y todos nos vamos volviendo cada vez más administrativos y menos lo que sea. Así me ocurre también a mi en la Universidad en la que , desde los planes de Bolonia y con la polución de labeles, hay que estar más atento al registro de la actividad docente que a la actividad docente misma.
Quizás los políticos que mandan en las instituciones no tengan conciencia de que los servicios que ofertan ( docentes, deportivos…) son tamizados, en muchas ocasiones hasta el absurdo, por la implantación de proyectos de calidad encargados a empresas concesionarias que les ofrecen , a cambio de una buena retribución, un bonito «informe final».
(Por cierto, Laura ha decidido que ella misma llevará a su hija y a sus amigas a esquiar, no vaya a ser que, después de todo no haya plazas)