(Foto:Maite Huici)
Una buena alumna, de esas que, con el tiempo, se convetirá en una guapa-lista (1), me ha enviado estas líneas relatando lo que le pareció la presentación de El olvido de Bruno, de Edgar Borges que celebramos el viernes por la tarde:
«No había estado nunca en una presentación de un libro. Es más, creía que estas cosas ya no se hacían. A mí me suele gustar más leer en el e-book y , por lo general nos pasamos archivos entre la cuadrilla. No sabía donde estaba la Librería FNAC, pues había entrado tan sólo a la primera planta para comprar un smartfone nuevo para el cumple de mi hermana.
La sala donde se hacía la presentación era pequeña o por lo menos me ha parecido que se había quedado pequeña. He visto a unos cuantos colegas en las primeras filas, sentados en el suelo rodeando una pequeña tarima. En la parte de atrás unos cuantos profesores y profesoras y sesentones calvos o con unas melenas como las que llevaba mi padre en los setenta.Unos pocos sentados, la mayoría de pie.Yo me he sentado a la izquierda apoyada contra la pared.
Al poco han aparecido el Peli y un señor menudo de ojos muy vivos que era el que había escrito el libro que se presentaba: «El olvido de Bruno». El Peli ha hecho una introducción en la que ha mencionado a varios autores. Yo me he quedado con un tal Vázquez Montalbán y con Horacio y algo de sus «pisotones»( esto lo tengo que revisar.Sin embargo,lo que más me ha sorprendido ha sido una frase que ha soltado en un momento y que la he apuntado palabra por palabra:» El fascismo no sólo reprime como cualquier otro autoritarismo, sino que obliga a decir lo que no se quiere decir pretendiendo que se sienta lo que no se siente salvo ser tomado por anormal o pervertido. Es pues algo que activa…Y no en vano , en el Franquismo había un Ministerio de Movimiento»
Pues bien,yo pensaba que en la presentación de un libro, se hablaba fundamentalmente del libro. Pero no ha sido así. Pues a la primera pregunta que le ha hecho el Peli a Borges acerca de la concepción de El olvido de Bruno, el autor ha dejado ver que el libro ya estaba ahí para ser leido, y que prefería retomar la frase que he dicho y, a partir de ahí toda la conversación- que ellos llamaban «conversatorio»- ha ido circulando, si lo he entendido bien, acerca del valor de reafirmarse en las propias palabras y en aceptar los sentimiento aunque parezcan problemáticos. Y también en utilizar la imaginación frente a tanta «narrativa interesada» divulgada por los medios de comunicación (Esto, espero que lo retomaremos en clase).
Al final,una señora muy alta que se ha autodefinido como»canosa» me parece que nos ha pedido algo así como perdón por el mundo tan complicado que nos dejaban (los «canososos», supongo) y se ha llevado un gran aplauso. »
(1) Me acaba de llamar Laura, exigiéndome que , de una vez por todas, explique públicamente lo de las «guapas-listas». Le dedicaré una entrada completa.Pero, por ahora puedo adelantar que se trata de un concepto acuñado partir de 1) la expresión masculina griega clásica «kalós k´agazós «( bello y bueno) puesta en femenino;2) la idea de la «cousine d´alliance» de Montaigne; 3) algo de la » mujer con la que puede mantener una conversación » del ínclito Pío Baroja;4) un toque de la propuesta de «estupenda señora» de José Luis De Villalonga.