Mikel me comentó ayer que dos (excelentes) alumnas del Programa Erasmus habían presentado en su clase un trabajo, comparando el sistema educativo de Mussolini y el de Franco. Por lo visto, el de don Benito salía ganando en la comparación porque por lo menos, como en todos los fascismos, incorporaba ciertas tendencias vanguardistas, a diferencia del de don Francisco que se presentaba retrógrado hasta la médula. Aún así, Mikel les recordó que Franco había durando en el poder treinta años más, lo cual que son muchos años.
Ya Manuel Vázquez Montalbán ( ¡Manolo! ¿Por qué te has ido?), en su Autobiografía del general Franco, había señalado que don Francisco era un matarife y un soso. En lo de matarife había hecho tanto monta monta tanto con Sanjurjo y con Mola ( hasta que desmontó a este último porque le hacía sombra ); pero como también era un soso, tuvo que transferir el carisma a José Antonio Primo de Rivera, cuya fotografía siempre aparecía junto a la del dictador en todos los edificios públicos. Y para legitimar esta transferencia, don Francisco montó una Falange Tradicionalista y de las JONS (Juntas de la Ofensiva Nacional Sindicalista) que resultó ser un fiasco galimático y político que no contentó a nadie, por mucho que al «Arriba España » de los carlistas y su boina roja, se sumara el «Viva España» de los falangista y su camisa azul.
Así , poco a poco, la situación se fue volviendo un tanto trajicómica y muy dada al chiste, último recurso del oprimido. Ya la revista satírica del Régimen- La Codorniz, dirigida por Álvaro de Laiglesia- se la jugó en su número celebraticio de los 25 años de Paz, añadiendo en la contraportada un «ciencia» con lo que la cosa quedaba en » 25 años de paz…ciencia».
«Pero , para mí» ,concluyó Mikel, » lo del < enano saltarín de El Pardo> siempre fue el mejor apelativo, pues imaginaba a don Francisco dando saltos, intentando apagar la luz permanentemente encendida de su despacho , sin llegar nunca a conseguirlo …»