Hace un par de días murió el sociólogo y filósofo Zygmunt Bauman. Su larga vida- 91 años- se vio atravesada por avatares diversos- guerras, purgas, el exilio- que le hicieron peregrinar por medio mundo hasta establecerse en Gran Bretaña. No siendo este último un pequeño detalle, en el ámbito intelectual ha sido muy conocido por la acuñación de un nuevo concepto- la «modernidad liquida»- que le resultó muy operativo para subsumir toda una serie de manifestaciones económicas, ideológicas , políticas y culturales del neo-capitalismo. Así, según Bauman , en esta sociedad o vida líquida, nada es ya sólido, ni el Estado-nación, ni la familia, ni el trabajo, ni siquiera nuestra memoria , y a ello nos deberíamos atener para comprender mejor lo que ocurre y lo que nos ocurre.
En principio, no se podría pensar sino que se trata de un buen diagnóstico, pero, quizá , con el tiempo, se pueda producir un «efecto Bauman», como , en su momento se generó , por ejemplo, un «efecto Foucault». Pues Michel Foucault representó también ,en los años setenta y hasta su muerte en 1984, una variante intelectual muy sugerente, sazonada de nuevos conceptos así mismo muy operativos como arqueología ( en sentido contrapuesto a Historia), o bio poder ( o poder sobre el cuerpo ejercido por la disciplina y el control de la sexualidad), pero ya por entonces algunas voces avisaron de lo que podría venir, más allá de su obsolescencia. Así Jean Braudillard denunció que la obra de Foucaullt no era, como discurso, sino el espejo de los poderes que denunciaba. Y Toni Negri, se preguntó al respecto, si los exquisitos análisis del pensador francés no servirían al cabo para perfeccionar aún más los micro-poderes de los que hablaba.
Esta será siempre una duda que nos podrá quedar, pues la producción intelectual, como cualquier otro tipo de producción en esta nuestra sociedad capitalista, suele generar una plusvalía que el capital , en este caso simbólico ( a tenor de Pierre Bourdieu) acumula convirtiendo a medio plazo, a todos los intelectuales libres en » intelectuales orgánicos»… del poder…