Esta mañana fría y lluviosa no da más que para mirar al cielo a través de una ventana. O de un ventanal, como es el caso, ya que Marta y el que suscribe vamos en el 48 hacia Basurto,abandonando nuestro plan inicial de paseo matutino.De vez en cuando y cuando el tiempo definitivamente no lo impide, recuperamos este a modo de paseo en litera ( que tan graciosa como eruditamente rememoró Javier Mina en su El dilema de Proust o el Paseo de los sabios.
Marta está muy alterada en consonancia con el tiempo bravío que nos envuelve, un poco como Pla solía decir que le afectaba y mucho la tramontana. Pero, volviendo a asuntos más terrestres y pedestres, en realidad esta muy cabreada porque ayer, en una cena del sindicato, se enteró de que en un par de institutos de la hermana Comunidad Foral llevan preparando las pruebas de evaluación diagnóstica de cuarto de Primaria y segundo de Secundaria desde octubre,habiendo dejado de lado la programación prevista.
«Así cualquiera…Esperemos que por aquí no se les haya ocurrido la misma idea para remontar los nefastos resultados del PISA…»
Y yo le he recordado lo que ocurrió en 2013, en el que , debido a problemas informáticos, se perdió un buen número de exámenes , tantos que le llevaron a decir a la Consejera de Educación, Cristina Uriarte: » Hay tantos datos con errores y cambios que no podemos comparar, no podemos ver muy bien si hay un cambio y hacia dónde ir…», lo cual que es – sobre todo la última parte- un tanto escalofriante.
«Es que que en estos casos convergen dos asuntos sobre los que todavía nadie se ha puesto a pensar en serio. Uno, de apariencia técnica pero muy ideológico, que consiste en implementar las TIC´s en el sistema educativo al calor de la moda y del negocio tecnológico ( y si les ponemos nombres en inglés más mejor, como decía hace poco Josetxu Rodríguez hablando de otros ejemplos)…Y otro de apariencia académica pero muy político, como es aceptar una evaluación externa para incorporarse a un ranking cuyo única función es propagandística…»
Asiento con escepticismo. Supongo que a nadie le apetecerá pensar sobre estas dos cuestiones, porque en general a casi nadie le apetece pensar. Un rayo de sol ha atravesado por un momento el denso cielo blanquecino y nos ha iluminado brevemente. Marta ha suspirado. A lo mejor podemos volver andando desde la última parada del 48…