«La alianza era hasta hasta hace pocos años un tanto impensable: cripto-jesuitas trabajando al alimón con supernumerarios del Opus Dei en una universidad pública. La articulación de la alianza es doble. Así los cripto-jesuitas, bajo un magisterio matriarcal y divertido, despliegan un aparallaje de detección de macro-micro inconscientes colectivos y los supernumerarios , a la vez premodernos y postmodernos como el carlismo , se afanan en matizar — algunos deliciosamente — sus recelos frente a la modernidad y, sobre todo, frente a la democracia: si Foucault no se hizo del Opus fue porque no le dio tiempo.
Los dos grupos, sin embargo, buscan desesperadamente algo que la modernidad y la autoconciencia despejaron hace ya doscientos años: el espíritu, toda forma de espíritu, cualquier manifestación de espíritu. Y como el espíritu debe ser un espíritu encarnado, pero prepostmoderno e inconscientemente colectivo, ambos se afanan en descubrir el espíritu más-a-la-mano, que no es sino el Espíritu de Navarra.
En pos , pues, de la navarridad de Navarra-en cuanto-que-Navarra, la Nueva Alianza, azadón en mano , se va a los labrantíos a destripar terrones históricos, filológicos, antropológicos y psicosociales. Lo que descubren ya se sabía : javieradas, encierros y fueros manifiestan la transubstancialidad de Navarra.
Frente a esta Alianza fresca y juvenil, la Vieja Guardia Roja, precipitado de antiguas mocedades revoltoseiras siempre en larga marcha — ahora hacia las cátedras –, no se entera de nada. Al parecer no entienden lo que propone la Santa Alianza. Pero no lo entienden en un sentido literal, o sea, no-lo-en-tien-den. Y hasta cierto punto es normal porque la tendencia neologizante de la Alianza puede hacer la lectura de sus textos desesperante Pero , bueno, si lo entienden los de UPN, ¿ por qué no lo van a entender los de la UPNA? A lo peor no lo quieren entender, o no le quieren prestar mayor atención, o consideran que se trata de una batalla ideológica perdida, o no están dispuestos a conocer/rebatir prepostmodernos o, simplemente, consideran que su deber profesional consiste en contar granos de trigo ribero. En cualquier caso, solo se rozan con los neonavarristas espiritualistas cuando no pueden evitar hacerlo si coinciden en la puerta del bar.
Y luego están los supuestos outsiders que sobreviven a base de golpes — a veces bajos — de subvención. En este grupo casi todos se rebelan contra la irrebelión de la Vieja Guardia Roja . Les parece increíble que , habiendo ocupado espacios de poder público universitario se dediquen tan sólo a incrementar los puntos de su curriculum , en vez de apostar por la lucha final. Pero, además, les reprochan la inanidad histórica que , dicen, ocultan tras sus divertimentos historiográficos, desvinculando Navarra de Euskal Herria , como si se pudiera desvincular. Sobre todo cuando- continúan –más bien ocurre y ha ocurrido lo contrario: que Navarra ha sido la cuna y la madre de todo lo vasco, que ha sido el primer estado vasco de la historia vasca, que ha sido el primer estado vasco por tierra, mar y aire. Así que nada de discutir sobre si Navarra debe de integrarse en Euskadi, sino más bien si las otras provincias de Euskal Herria pueden integrarse en Navarra-» ¡ y ya veremos! » añaden frunciendo el ceño.
Curiosamente este grupo de outsiders neo-napartarras y estornesianos mira con simpatía a la Santa Alianza. Por supuesto no lo hace ni consciente ni deliberadamente . Se trata de una mirada transversal que ha detectado la misma marca de sombra de ojos. Algo les une pero no saben muy bien qué. Sin embargo , no hace falta ser un sabio egipcio para adivinarlo. Les une el interés por el espíritu navarro. En realidad neo-navarristas y neo-napartarras podrían hacer muy buenas migas, pero no estaría bien que las hicieran en público y en Ujué. Además frente a la solidez de la tradición de los componentes de la Alianza — ¡ tantos años devanándose los sesos a causa del espíritu ! — los outsiders tan sólo pueden exhibir — y esto sólo algunos– un reciente anonadamiento cognitivo por el que el interés acerca de la vida de la lengua ( vasca of course) se ha transformado en el correspondiente a la lengua de la vida ( en general), transformación en medio de la cual ha advenido , cual proteico ectoplasma , el Etxpíritu. Pero la afinidad existe y , en cualquier momento , pueden llegar a piropearse e , incluso, a acostarse juntos.»
Bueno, pues todo esto lo escribí de una tirada en un par de servilletas del Café Iuña de Pamplona, tras una reunión inter- institucional en la que participaban gentes varias del mundo de la cultura y la universidad hace…quince años. Lo publico ahora porque me parece que puede dar algunas pistas sobre la «cuestión navarra» que es como la «cuestión valenciana» de Catalunya( Espero que se me perdonen las ironías…)