Después de escribir de seguido las entradas sobre el programa de ETB1 que tanta polvareda ha levantado, me he quedado desfondado y algo, no mucho, sorprendido.
Desfondado porque las he escrito a vuelapluma, al par de lo que iba ocurriendo e intentando reflexionar al paso, siguiendo intuiciones de las que ya había dado cuenta anteriormente y aquí mismo.
Sorprendido, aunque no mucho, por las reacciones que han ocasionado.Pues las públicas han sido por lo general,razonadas y educadas aunque fueran en algún caso discrepantes, pero otras, las privadas y aún anónimas, pretendidamente insultantes.
Para muestra dos botones.Así,alguien que firmaba Arrigorriaga me ha llamado «traidor» desautorizando la mención de mis ancestros jelkides. Pero qué le voy a hacer, mi familia está llena de carlistas y nacionalistas vascos – que a juicio de Arturo Campión podían considerarse carlistas disfrazados – y si he de ser sincero, prefiero a cualquiera de aquellos de antaño que a muchos de los conversos tecnócratas de hogaño.
Otro sí, Gutarra me ha tildado de «españolazo» pues pidiendo la dimisión de la dirección de EiTB – que, por cierto, yo no he propuesto en ningún momento -, me he posicionado directamente junto al PP. Otro que no ha entendido la diferencia entre la ideología y la política , pues se puede discrepar en la manera de ver el mundo y sin embargo coincidir en un aspecto concreto… Y además, eso del » conmigo o contra mi » es un poco viejuno: todavía recuerdo cómo a finales de los setenta, en plena clandestinidad, me encontré en la calle con un camarada de otro partido que me comentó en voz baja «que había expulsado a todo el comité provincial…» y se me ocurrió decirle «¿Y no será que todos los demás te han expulsado a tí?»…
En fin, que tengo una cierta resaca… Pero nada que no se pueda arreglar con una quedada de la Junta Extraterritorial de los Desayunos de los Martes…