Suelo escuchar todas las mañanas el informativo de las siete de Euskadi Irratia . Ayer, como era domingo, llegué al de las ocho, que fue breve porque, a continuación, se retransmitía una misa desde el Santuario de Arantzazu. Mientras recogía el desayuno , fui siguiendo el oficio de la mano del polivalente Pello Zabala y , de pronto, en medio de un cuidadoso euskera oí un » kyrie eleison» cantado.
En este punto ,más allá de recordar las clases de griego del excelente profesor que tuve en los Maristas de Pamplona- solo comparables a las de latín de la Universidad de Deusto de don Santiago Segura- y de las largas misas en la parroquia de San Nicolás, me vino a la cabeza aquella frase de Goethe que decía :»Quien no tenga arte, tenga religión».
Y me acordé , supongo, porque siempre se obvia, como ya he señalado en otras ocasiones, que lo religioso es algo más que lo doctrinal,pues como bien apuntó Durkheim en su siempre vigente Las formas elementales de la vida religiosa, es probablemente la forma de socialización vicaria a la de la familia. Y desde este punto de vista,no ser religioso se convierte en algo imposible, pues la religación, esa unión ritualizada con un coletivo de creyentes en verdades indiscutibles, entra de nuevo en nuestra casa por la ventana aunque se pretenda haberla echado por la puerta. Y entra en forma de ideología alternativa, de política, de equipo de fútbol o baloncesto…o de admiración artística ante lo inaccesible, como, dándole a vuelta a la frase de Goethe, afirmó Pierre Bourdieu ( Las reglas del arte): el arte sería así una de las religiones civiles con sus iglesias (los museos), sus dioses ( los artistas) y sus sacerdotes ( los críticos y curators).
Por eso,no es de extrañar que en un contexto de ambigüedad moral, de corrupción desarticuladora de lo social, de micro-ideologías ( como el veganismo, por ejemplo) las religiones tradicionales puedan llegar a ofrecer, de nuevo, alternativas globales , sencillas y, acaso, muy radicales.
Y este último aspecto también tiene su importancia pues, a fin de cuentas- y por finalizar con otro sociólogo- como decía Veblen en su magnífico estudio titulado La clase ociosa, el culto religioso ha sido una de las matrices sociales más relevantes de todas las sociedades conocidas junto con la organización militar ( pero de esto ya hablaremos otro día.
Así que » Kyrie eleison!» – «¡Señor , ten piedad!», y que cada cual interprete sinceramente esta exclamación en esta sociedad nuestra, consumista, globalizada y multicultural. Y que acaso nos sirva para respetar todas las creencias, razonadas y no razonadas, siempre que no sean impuestas…