Mi corresponsal anónima ( ¡Manifiéstate!) me ha enviado un largo email en el que, entre anécdotas y cotilleos, afirma que no quiere escribir sobre cuestiones sentimentales ya que » cualquier expresión emotiva sería meditada por mí a posteriori y tendría la opción de quitar y poner de una manera muy sensata». El párrafo, exactísimo, demuestra tanta inteligencia como inexperiencia.
Demuestra inteligencia porque manifiesta una comprensión muy matizada de lo que diferencia la escritura de la oralidad, esa posibilidad de » quitar y poner de una manera muy sensata «, asumiendo aquel viejo adagio latino que decía: Verba volant, scripta manent. Sí, frente a lo que hablamos, que se desvanece, lo que escribimos permanece en sí mismo, siendo siempre susceptible de revisión y, sobre todo, de reinterpretación ( ni que decir tiene el ritmo neurótico que provoca en esto el whatsapp). Y de aquí vienen los líos y también, a veces, la lucidez. Freud también se dio cuenta de esto y, dándole la vuelta, insistió en la importancia de lo que se desvanecía, aquello que no podía ser controlado por la escritura y la consciencia.
Pero la inteligencia misma ha encontrado una forma de expresión escrita no-sensata: la poesía. En efecto, en la expresión poética la inteligencia se deja sobrepasar a sí misma por el lenguaje que habitualmente controla, le deja hablar como se deja marchar al hijo prodigo…Sabiendo que siempre volverá.
El párrafo aludido demuestra también inexperiencia. Porque…¿Qué de negativo puede haber en » quitar y poner de una manera muy sensata “? ¿ La autocensura ? ¿ La represión ? Hay en estas palabras una renuncia a la sensatez, pero se trata de una renuncia culpable: no se quiere ser sensato aunque se desea serlo. ¿ Porque entonces negarse a ello? Sin duda porque no se quiere aceptar lo que la reflexión pueda » quitar y poner «, amparándose en que dicha reflexión es ajena a los sentimientos , ajena a quien escribe. Pero ya sabemos que esto es una gran mentira, una de las más grandes, aquella que sirve para eludir y transferir responsabilidades mientras se llora desconsoladamente. La reflexión también es nuestra, como los sentimientos , la escritura o nuestra voz incluso muda. Pero siendo nuestra no tiene porqué oponerse a nada, sino más bien estar a favor de lo que somos. Y no entender esto tiene que ver fundamentalmente con no haber vivido, con no haber experimentado esta modulación.
Así, desde la experiencia de los años, es decir desde la reflexión plural sobre las vivencias, se puede » quitar y poner de una manera muy sensata» , porque ya hemos asumido que algunas veces seremos muy insensatos y porque , cuando se nos cierren todos los lenguajes ante sentimientos imposibles, continuaremos teniendo la poesía.
N.B. Como sé que ella leerá esto , doy el email por respondido.