DE COMO TE PUEDES CONVERTIR EN UN MENTIROSO Y EN UN JETA EN POCOS SEGUNDOS

Como esta mañana me he dado cuenta de que mis existencias de müesli estaban en las últimas, al salir para hacer la compra , me he dirigido a la tienda ecológica habitual.

A la hora de pagar me ha atendido una mujer muy joven y espigada. Eran 3,71 euros – precio anglosajón que se suele corregir con la adquisición cuasi-obligatoria de una bolsa reciclable – y creo que le he dado 3,80. Pero, como no me daba la vuelta, se la he reclamado en voz baja, dada su entidad ( 9 céntimos.

La joven se ha sobresaltado, ha dado un respingo y ha abierto la caja : «De eso nada…Me has dado 3,70 y lo he dado por bueno». Así que en pocos segundos me había convertido en  un mentiroso y  en un jeta.

He vuelto a casa.  He buscado un céntimo y me he presentado de nuevo en la tienda. Allí le he reprochado a la susodicha el trato recibido como si estuviera corrigiendo a  uno de esos alumnos de primero de carrera que piensan que todavía están en el patio de la escuela jugando a pegar al más tonto ( o » a las chicas» en  versión comprobada…No me ha gustado hacerlo y a ella tampoco  lo que le he dicho. Pero hay cosas que no estoy dispuesto a aceptar, como  las continuas faltas de educación que se pueden ver cotidianamente. Ya he  hablado en numerosas ocasiones de las bicis omnipotentes como antes hablé de los perros que «sólo quieren jugar» en una particular versión de » socialización del sufrimiento»… Por no hablar de los niños encapsulados  en sus smartfones que no se dan cuenta, sentados  en el metro  o en el autobús, de que tienen al lado un viejecito de pie y renqueante.

Aún asi , yo recuerdo tiempos en los que en algunos comercios  colgaban cartelitos que decían cosas como «El cliente siempre tiene la razón» o »  ¡Si no queda satisfecho, le devolvemos el dinero!», eslóganes que comenzaron a decaer  en el momento en el que  en  esos Grandes Almacenes se volvió necesario  hacer una rogativa para conseguir…¡que te cobraran!

En fin, que hay gente que se propone  estudiar una ingeniería porque piensa que trabajar de camarero es un oficio servil, y luego acaban ( o no), y se ponen tras la barra de un bar, porque no les queda otro remedio. Gente que no sabe preparar un» vermouth», que les suena algo un «gin-tonic» y que si se les menta un «gimlet» lo identifican , si es que lo identifican con algo , con alguna película de mini-monstruos cabrones…

Así que…¡Un poco de «por favor»!

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

3 comentarios en «DE COMO TE PUEDES CONVERTIR EN UN MENTIROSO Y EN UN JETA EN POCOS SEGUNDOS»

  1. la cajera poco atenta y maleducada, la bici atropelladora de peatones y el perro que «no hace nada». Tres casos en los que me ha tocado ser victima. Mi solidaridad y mi agradecimiento por tu artículo.

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