Como vamos hacia Piazza- Armerina y el camino va a ser largo, le pregunto a Luigi si de veras existe algo así como un nacionalismo siciliano.
Concentrando que está en las curvas sucesivas de la carretera, asiente con la cabeza.La Florio se ríe desde atrás como temiendo que comience una de esas conversaciones políticas que le aburren un poco.
» Aquí lo que hay es un regionalismo radicalizado pero con cierta contención » dice en sintética frase. » ¿Y eso? » pregunta Mertxe.
«Bueno, como quedó claro en El Gatopardo, las grandes familias nobles sicilianas, como la mía no voy a ocultarlo, aceptaron a regañadientes la unidad nacional italiana y decidieron pactar con la nueva burguesía. Pero tras las dos guerras mundiales esas mismas familias consiguieron un estatus especial para la isla, un a modo de autonomía regional con muchos privilegios. Y cuando los últimos gobiernos italianos han intentado renegociar ese estatus, el regionalismo se ha teñido de nacionalismo, reivindicando entre otras cuestiones el siciliano frente al italiano romano…» » Ya- he dicho yo- y por eso la izquierda ha sido aquí tan italiana…»
Gracias al TomTom que se ha vuelto medio loco, nos hemos perdido y hemos aparecido en Paternó rodeados de limoneros y naranjos ,cosa de los árabes que quería desalojar el Conde Rugero con sus normandos. Habrá que volver al mapa…
Don Vicente………… se nota que está usted de vacaciones, todo muy suave, como el que escribe acunado por una brisa somnolienta
Cierto…y lo mismo le deseo don Antonio