Ahora que he comprobado lo que la necrofilia puede llegar a hacer de un gran autor como fue Josep Pla – me refiero a esa operación editorial presentada como Hacerse todas la ilusiones posibles y otras notas dispersas (*) – quiero recuperar este breve texto escrito en el pueblecito ampurdanés de Albons hace ya muchos años:
«Paisaje horizontal del Empordá. Se suceden los campos de maíz, las tomateras, los manzanos, y, allá donde es posible, los arrozales. En cualquier carretera secundaria, próxima a la mar, se recrece sin pausa el cañaveral. Las grandes masías, de torres altas se yerguen como cortafuegos disfrazados.¡ Qué no habrán visto pasar bajo sus muros!
De todo esto habla – ¡ y tan bien!- Josep Pla de quien hoy, al amanecer, leía este párrafo en su libro sobre Cadaqués: <En el clos d´una cultura, hi ha una missió obscura però indispensable: continuar. Aquest llibre no és mès que la continuació del que s´ha fet abans a l´objecte que els que vinguin puguin treballar >.
Y pienso ahora que no puede haber palabras más exactas sobre el (nuestro) trabajo intelectual, situándolo sin pretensiones, pero con el orgullo de una conciencia histórica tímida (como debería ser siempre) y algo risueña. Conciencia-puente de saberse precedido y suponerse sucedido, sin las alharacas de ningún presentismo absolutista y desafiante.»
(*)https://huicirakurlea.blogspot.com/2018/01/hacerse-todas-la-ilusiones-posibles-y.html