VERANO FUL…

Estoy haciendo rigurosa cola en un bar de supuesto reconocido prestigio de una noble villa marítima vasca.

Cuando llega mi turno y levantó la mano para pedir un chacolí ( en castellano, pues a pesar de ser noble y villa y vasca es tan marítima que casi nadie entiende el vascuence) un tipo trajeado, barbado y sudoroso, con un vozarrón de ordago, pide desde detrás  una larga lista de combinados que despista a la camarera y mina su ya puesta en mí mirada.

Tomo las de Villadiego ,me cisco en todos los hipsters de la zona y fuyo hacia una cafetería aledaña de nuevo cuño. Pido un café con leche ( de nuevo en castellano ante la expresión de extrañeza cabe mi vascófona petición. Me siento y pasados cinco  minutos una camarera comparte su atención digital al whatsapp  con una ágil retirada de mi taza con el café mediado.  Protesto, pero me mira mal: ya he ocupado demasiado tiempo esta mesa.

Regreso a mi cubículo estival por ver cómo andan las cosas de la familia, el municipio y el sincato de la mano de algún  telediario vernáculo . Me topo con un concurso de los de antes- nada de masterchefes o vestiditos- y un tipo de expresión emoticona responde  con aplomo  «¡ Truchas!» a la pregunta » ¿Qué se pesca con almadrabas en el Mediterráneo?».Luego, las noticias parecen continuar la cadencia del mentado concurso…Me adormezco recordando las buenas tardes pasadas viendo Verano Azul: por lo menos ya sabíamos entonces que lo que pasaba en la pantalla era imposible que ocurriera en nuestro pequeño pueblo marinero de marras…digo,  de verano…Sic transit gloria mundi…

Publicado por

Vicente Huici

Sociólogo, neuropsicólogo y escritor.

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