La Reunión Ordinaria de la Junta Extraterritorial del Desayuno de los Martes se celebró ayer viernes bajo la forma de fraternal cena en la subsede de la Cafetería Gorliz a partir de las nueve y trece minutos de la noche
Asistieron, y por orden de llegada, Mikel , algo achispado y sudoroso procedente de una comida también fraterna; Koldo, hecho un pincel, preparándose para una guardia recién negociada- diz que para huir de una cuñada omnipresente; Marta, por primera vez sin blue-jeans de somosmalos y con un libro bajo el brazo ; y Laura, guapísima y altísima, vestida con un vestido rojo en función de una kermesse posterior. Excusaron su ausencia, Patxi, exilado al Festival de Cine de San Sebastián, e Itzi, que estaba encerrada en un pueblo perdido de Soria en un curso-exprés de mindfulness.(1)
Entre una maravillosa ensaladilla rusa ( llamada imperial durante el franquismo por sus negativas connotaciones) y porciones de la afamada tortilla picante , tomó en primer lugar la palabra Marta que se mostró muy crítica con mis dos últimas entradas en este blog, pues , en su opinión, elevando al Atxaga (2) y disminuyendo a la Freixas (3) ,por muy buenas razones que hubiera habido, se había evidenciado sí o sí mi machismo intelectual. Por supuesto, pedí de inmediato disculpas y me callé. Koldo con una, digamos, comprensiva sonrisa , farfulló algo como » no tenéis ni idea de lo que hay por ahí » sin que llegáramos a saber si se refería al tema o a la perspectiva de su noche de guardia psiquiátrica.
En estas estábamos cuando llegaron las anchoas a la bilbaina ( o a la bilbaína, según pronunciaciones varias) y cesaron sorpresivamente durante largos minutos las intervenciones ,dando cuenta todos/as acaso de la tantas veces mentada arquetípica oralidad vasca.
A los postres, insistió Marta, con el asentimiento explícito de la mirada encendida de Laura, en que lo que más le había dolido había sido lo relativo a la condescendencia que yo había apreciado y en este punto Mikel apuntó que la condescendencia era lo que había hundido a la izquierda histórica por su insistencia en regodearse , cada facción por su lado, en la potencia hipotética del movimiento, anulando cualquier atisbo de crítica.
Nadie tomó café salvo Koldo que se aplicó a lo que denominó un » café-torero». Dieron las once y media y nos dimos cuenta de que nos habíamos quedado más solos que la una. Así que pagamos y a las once y cuarenta y dos se dió por finalizada la reunión.
De todo lo cual doy fe, ante diem X Kalendas Oct. Anno DCCXVIII ad Bilbao urbe condita.
[ hay firma: Ataúlfo ]
(1) Quienes no conozcan a los personajes de esta saga, pueden consultar: http://blogs.deia.com/el-paseante/2016/11/20/dramatis-personae/
(2) https://blogs.deia.eus/el-paseante/2018/09/19/mucho-bernardo-atxaga/
(3) https://blogs.deia.eus/el-paseante/2018/09/20/una-presentacion-con-laura-freixas/