Según se ha sabido con varios meses de retraso, en Esplugues de Llobergat ha muerto una mujer tras ser atropellada por un patinete eléctrico… conducido por un tipo que iba mirando el móvil.
El retraso en la divulgación de la noticia podría deberse a que este novedoso artilugio tiene muchos puntos para convertirse en el «regalo-estrella» de la campaña de Navidad , que ya comienza en Halloween y finaliza en febrero tras las trasnochadas Rebajas de enero.
Pero lo cierto es que algo parecido ocurrió con la noticia referida a otra mujer atropellada por una bicicleta hace poco más de un año en Barcelona.
Entre tanto, las denominadas autoridades dejan caer que están pensando en legislar al respecto, y toman medidas provisionales que funcionan como el pase foral: » se obedece,pero no se cumple».
Y así, cada uno y cada una sigue haciendo lo que le viene en gana con el absentismo silencioso de las fuerzas armadas municipales y la comprensión buenista de algunos ciudadanos ( y ciudadanas, of course). Sin ir más lejos, ya comenté en su momento las evasivas de una patrulla- » No queremos provocar enfrentamientos»- ante un ciclista que me rozó el codo a toda velocidad… Y ayer mismo fuí recriminado por recriminar a un bicicletero que sorteaba viandantes en una concurrida acera.
Se me ocurre que este tipo de situaciones se debe, más allá de a la falta de educación y a la desidia programada de las autoridades en vías de elección, a cierto régimen de horizontalidad ideológico-cultural que ya no distingue entre lo empírico de las calles y lo electrónico de las redes y que mueve a navegar por las primeras como se navega por las últimas.
Pero en fin, ésta es sólo una opinión, ya totalmente intrascendente en la marea de blogs que nos rodea. Algo muy diferente, por ejemplo, a aquel modelo de columna periodística tan decisiva para la opinión pública como aparecía en Chantage en Broadway :El dulce sabor del éxito, una película de 1957,con un Burt Lancaster y un Tony Curtis de bandera, en el que el primero- como J.J. Hunsecker- mantenía en vilo cada mañana a medio Nueva York.
Pero…¡ Ah , desidia de la horizontalidad! (O también: Quousque tandem abutere, Adelfuns, patientia nostra …?
La civilización occidental se hizo patente, ente otras cosas menos importantes como la banca y los pretamos de los Medici, cuando en las ciudades se separó el lugar de los vehículos, primero a caballo y luego a motor, de las sendas destinadas a los andantes, llamados peatones. Ahora quieren mezclar nuevamente nuestras piernas con peligros metálicos de toda suerte. No lo consintamos.
Fuera los élitros de nuestras aceras, templos de conversaciones y paseos relajantes, conquista del pensamiento y la amistad.
El texto hace referencia a un tema no menor, la calidad de vida en nuestras ciudades, y me molesta que en mi ciudad la policía «no busque enfrentamientos» en vez de poner un poco de orden. Lástima no saber latín, porque me he perdido la cita final.
Un saludo, Vicente, y gracias.
Gracias por su comentario. Sí, plazas y aceras, lugares de encuentro y paseo, lugares de conversación…
Gracias por el comentario, Aurelio. Por lo demás, la cita es muy famosa – se puede encontrar traducción en la wikipedia- y viene a decir ¿ Hasta cuando abusarás de nuestra paciencia…? siendo de Cicerón. También figura como título de una célebre obra escrita de Jorge Oteiza.
«Las denominadas autoridades» y «Absentismo silencioso de las llamadas fuerzas armadas municipales». Serénese don Vicente, por favor serénese, no vayamos a tener un disgusto
Sereno que estoy …de mis serenatas…Gracias por el consejo don Antonio.