Asistí ayer a una magnífica lección magistral de Jesús Pérez Núñez en la presentación de su libro Los rastros del Imperio: el ideario del Régimen en las películas de ficción del primer franquismo (1939-1951), en la Librería Cámara de Bilbao.
Rodeado de un numeroso público, Pérez Núñez fue desgranando con erudición y amenidad – una combinación ya tan infrecuente – los avatares del cine español de ficción durante el franquismo autárquico , un periodo escasamente analizado y por lo general reducido a la casi nada en comentarios simples y maniqueos.
Jesús Pérez Núñez distinguió al respecto muchas fases y tipologías, desde las bélico-políticas ( como Sin novedad en el Alcazar , 1940) hasta las apologías imperiales ( Alba de América , 1951 ) pasando por las adaptaciones de clásicos literarios ( Don Quijote de la Mancha,1949 ) o aquel gambito de rey que fue Raza, escrito de la mano del mismísimo Francisco Franco y que fue adaptada – y censurada- según el momento histórico de su exhibición.
Un libro, en fin, que debería tener su lugar en las estanterías de las bibliotecas universitarias y en las particulares de quienes, como el que suscribe, vinimos a la conciencia en el tardo- franquismo, pero viendo todavía películas como Molokai o Botón de ancla…
Un libro, también, que debería servir de guía para una selecta filmoteca en las escuelas e institutos ya que, más allá de los valores artísticos y más acá del espíritu propagandistico- «¡España, Una, Grande, Libre!» – es un material inigualable para conocer la profundidad de las dimensiones ideológicas, sociales y culturales de aquel primer franquismo tan puro y depurado.
Y para que no ocurra aquello que me pasó a mí hace algún tiempo en una clase de primero de carrera, cuando un alumno preguntó: » Ese Franco…¿fue un rey, no?». Y yo estuve a punto de contestarle «Franco, ese hombre», pero me limité a sonreír…
[BELARRI PREST]