Ayer ,larga y lluviosa mañana dominical, me leí de cabo a rabo Vivan las ilusiones, un libro que, por supuesto, no es una novedad: compro los libros que me interesan y los leo cuando me parece, así que no estoy » a la page».
Bien. El libro en cuestión es un recuento de conversaciones entre el escritor austríaco Peter Handke , vanguardia de la vanguardia literaria mundial durante muchos años, y el crítico Peter Hamm.
A lo largo del libro se va repasando y desgranando el ideario handkiano, un ideario anti- clásico ( nada de planteamiento /nudo/desenlace),abjurando de la trama o de la intriga,y con cierto tono anti-historicista, si por esto último se entiende «no comprometido» – lo cual , por cierto, para una vez que tomó partido, le dió sus problemas en el conflicto balcánico por su actitud pro- serbia.
Formalmente, son manifiestas también las herencias de la narrativa centro-europea de los años veinte y del nouveau roman.
Al cabo, una militancia muy neo-romántica. Tan neo-romántica que, sin solución de continuidad, se vuelve romántica en el sentido más clásico de todos, o sea en una apología más o menos contenida de lo irracional.Así en una de las entrevistas, Handke llega a decir: “Al igual que hay seguidores del Bayer-Leverkusen, soy seguidor entusiasta de la liturgia de la Santa Misa”…
Bueno, ya sabíamos que este célebre escritor se » había convertido» al cristianismo ortodoxo, y también, según confesó en un reportaje del Magazine Littéraire, que, al parecer, «destrozaba tramas previamente escritas» para perpetrar sus obras » alternativas «, pero la mención colateral y equivalente al equipo de fútbol, pone sobre la pista de un juego que puede ir más allá de lo literario.
Y, yo, como handkiano de primera hora – ahí están todos mis artículos y ensayos ad hoc– continúo recomendando su obra , pero ahora dudo de si está escrita para literatura o para la Historia de la Literatura ( y sus críticos) .
Por lo demás, y hablando de fútbol , luego ya me enteré de que el Athletic había cumplido…