Si bien , por lo general, y como dicen que le ocurría a Juvenal, la indignación suele amartillar mi imaginación, no me ha ocurrido así durante este fin de semana.
Pues que me he estado riendo por lo bajini, para no levantar liebres inoportunas, al confirmar algo que en principio parecía una de esas feiknius que tan prolijamente nos llegan.
Y era tal que el nuevo partido denominado VOX, había distribuido unos carteles y pegatinas en los que se leía el eslogan «DE CAÑAS POR ESPAÑA «con unos puntos suspensivos que terminaban en » EN CUENCA», todo ello superpuesto a una fotografía espectacular de la ciudad de Cuenca, de la República del Ecuador.
Es de suponerse que un partido ontológicamente apretado en la prisa de la inminencia electoral sufra estos avatares de la siempre , y en este caso más, turbia suerte, pero en el estudio de caso que nos ocupa la cantada es de dimensiones wagnerianas , ya que choca frontalmente con la idea de Reconquista de la Unidad de Destino en lo Universal que defienden para España.
A la vista de todo lo cual, yo me pregunto: ¿ habrá oculto tras algún casco brillante y pizarresco un militante indigenista? , ¿ será acaso esa empinada barba de legionario que aquel exhibe, la añagaza de un espíritu oculto anti-colonial?. O sease, ¿ tendrá VOX también entre sus filas alguna voz quintacolumnista?
Muchos ( y muchas, of course) andan tanto irritados como si de una urticaria se tratara con esta voz que se dice nueva pero que suena a catacumba del Valle de los Caídos, pero tras un episodio como el relatado, ¿ de verdad son tan de temer? ¿No se estarán pasando los tanto irritados ( e irritadas, of course) en darle tantas vueltas – y avivando así la curiosidad y su publicidad- abocándose a morir de necios por discurrir sobrado que diría Baltasar Gracián?
¿No será mejor reir de sobrado?