De tanto hablar del cine que veíamos repetidamente en TVE durante las Semanas Santas franquistas, se me olvidó ayer hacer referencia a otro fenómeno peculiar de estos aciagos tiempos nuestros.
Y es el tal que a instituciones varias de diversa condición se les ha ocurrido organizar toda una serie de actividades lúdico- pedagógicas, unas para divertir, en su sentido etimológico, al personal vernáculo y transeúnte, y otras para recreo del infantil público y para que sus padres y madres puedan seguir trabajando toda vez que los establecimientos de estabulación – colegios y escuelas- están cerrados.
Y sin embargo, a la vista de lo que se puede ver, y dada la clave en última instancia severa de estos días sacros, no sé yo si no sería mejor que padres y madres aprovecharan este asueto para inculcar a sus lebreles costumbres como : a) saludar y despedirse; b) pedir por favor y dar las gracias; c) solicitar formalmente perdón tras alguna barrabasada ( aquí de paso y dadas las fechas se les podría contar la historia del infeliz Barrabás); d) abrir y cerrar puertas y ceder el paso; e) ceder otro sí el asiento en el autobús y/ o el metro a embarazadas y mayores bamboleantes…Así, para comenzar.
No será fácil. Es más, será difícil, porque a muchos ( y a muchas, of course) los usos anteriores – que antes se subsumían en una asignatura que se denominaba «Urbanidad » – les parecen drásticamente obsoletos y en general son partidarios de una interpretación, tan inconsciente como sui generis , de la traída y llevada » socialización del sufrimiento «.
Al respecto, ya sólo puedo añadir como estrambote, que mi señora esposa ( a.s.s.s.n.) me reenvió también ayer la fotografía de un cartel de un bar ( vid. supra)que decía : «TODO AQUEL NIÑO QUE ESTÉ SIN SUPERVISIÓN PATERNA/MATERNA EN ESTE BAR, SERÁ INVITADO A 3 RED BULL PARA QUE LUEGO LE AGUANTEN EN CASA «.
El «aviso» es de escalofrío, isn´t?. Pues eso, que diría un Umbral.