Rebuscando ayer en la biblioteca , como suelo hacer en las mañanas sabatinas- que me perdonen los judíos muy ortodoxos- cayeron al suelo dos recortes que se escondían en una de las baldas dedicadas a la novela norteamericana. Los dos se referían al escritor estadounidense Philip Roth. Hoy he estado releyéndolos.
El primero es una hábil entrevista publicada hace más de un año en el El CULTURAL de El Mundo, en la que el autor de Némesis o Pastoral americana, charla sobre su vida de jubilado – tiene 86 años- y fundamentalmente de escritor-jubilado, pues hace seis años decidió que todo lo que tenía que hacer ya lo había hecho y que no quería publicar nada más: el tono me ha parecido muy prudente, como si se hubiera apropiado de aquel «no ser sol que se pone» de Baltasar Gracián.
El segundo es en realidad el subrayado de una mención de pasada en la entrevista a la celebrada directora de cine Isabel Coixet que venía en un suplemento dominical de EL PAÍS y que no sé porqué había guardado. En ella Coixet comenta que tuvo algo así como la desgracia de conocer al mentado Roth, pues se trata de un sujeto «de un egocentrismo agotador» hasta llegar a ser » insoportable» (sic).
En cualquier caso ambas referencias se referían – ¡ nunca mejor dicho!- a la vida de un escritor, y podían ser interesantes fundamentalmente para quienes se pirrian por estas cuestiones de cotilleo porque más que querer ser escritores ( o escritoras) quieren «llevar vida de escritor ( o escritora)» – como muy bien apuntó Pierre Bourdieu en Las reglas del juego: génesis y estructura del campo literario – algo, por cierto, irrelevante para quien se interesa por las obras , que es lo que queda y no por lo que puede estar detrás ( que no queda y que suelen ser seres humanos con sus grandes virtudes y sus grandes defectos.
Pero supongo que se trata, una vez más, de un problema de incultura general básica, de un no haber oído nunca aquello de «Know the poetry, not the poet», invadidos ( e invadidas, of course), como estamos por esa extraña combinación de neopuritanismos varios que nos mantienen en la incómoda posición de firmes por un lado ,y la polución incesante de fake news que provoca sucesivos éxtasis y agudos cortes epistemológicos…por otro lado…