«Cross-Met, Balance, Radikal 30´, Body Pump, Streching, Suspensión- Train, Hiit-Skill, Body-Combat…» Mientras voy leyendo lentamente la lista de actividades, la recepcionista, una joven alta y guapa, me sonríe desde la altura que le proporciona su largo cuello tipo Cayetana.
«También tenemos yoga y pilates» me dice inclinándose con voz comprensiva como si hablara con su papi o su abuelito. En ese momento recuerdo una canción de Gigliola Cinquetti de los años de mi infancia – «No tengo edad…»- y niego amablemente con la cabeza. Doy las gracias- soy de los antiguos- y me marcho. Al salir, paso por delante de una sala de Cycling de la que sale un denso tufo a sangre , sudor y lágrimas.
Había acudido a un gimnasio a instancias de mi familia ampliada, dado que mi condición de «hortelano consorte» no era suficiente , por lo visto, para mantenerme en forma.
Ahora, sin embargo, y ya en la calle, creo que con mis katas de Heian matutinos y los largos paseos tengo suficiente, sobre todo teniendo en cuenta las torsiones y saltitos que hay que hacer por las aceras – y no digamos ya por las zonas peatonales – para esquivar bicicletas, patines, monopatines, segways y otras lindezas que , según los expertos del ramo , se clasifican como VMP ( Vehículos de Movilidad Personal) y que circulan a su aire sin que al TAM (Teniente de Alcalde de Movilidad) se le mueva ( de ) la silla.
Y me voy para casa alegre y combativo. Mi mente perturbada, alimentada en los pantanos secos del tardofranquismo, no deja de rular, y me sorprendo pensando que cualquier día de estos sale un decreto prohibiendo el «paseo no productivo» . Un decreto con aviso de detención y multa para todos los flâneurs (y flâneuses, of course) y la obligación consiguiente de acudir a los gimnasios municipales durante una hora tres días a la semana, para practicar alguna de esas especialidades que más que nombrar actividades deportivas parecen clasificar tipos de tortura.
Una gaviota descarada atrae mi atención con su vuelo rasante y , como si fuera un suave golpecito de kyosaku , me despierta de mis negras elucubraciones y me devuelve la mirada hacia adelante…Sonrío cual angelico…Caminante, no hay camino, sólo VPM´s y TAM´s…