Han pasado por medio de la calle poco después de las ocho de la mañana. Eran cinco .Cuatro de ellos se habían quitado las camisetas y hacían manoletinas con ellas mientras el quinto les animaba por delante , vuelto hacia ellos y vociferando un «¡puuutas, puuutas, puuutas!» que los otros, a su vez ,coreaban con entusiasmo.
Tenían toda la pinta de haber comenzado a prepararse para ir a alguno de los dos conciertos poligoneros que esta tarde dará gratis el supuesto rapero C.Tangana.
Bueno, en realidad, y según las informaciones, los conciertos van a ser dos, los dos gratuitos y en un conocido after-hours en el que no sé si la consumición estará incluida en la entrada.
En cualquier caso, que el supuesto rapero C.Tangana pueda cantar sus letras sexistas sin mayor limitación es una buena manifestación de que no se le ha coartado su «libertad de expresión » y que la «censura institucional» ha funcionado correctamente, no pagando con dinero público lo que combate abiertamente la política institucional contra el sexismo y la violencia contra las mujeres.
Y, en fin, quienes han visto en este caso una gran publicidad indirecta por defecto, quizás ahora se den cuenta de que esa especulativa interpretación tan sólo habrá llegado a los ya convencidos, como estos tipos matutinos que he visto desde mi ventana…Y también a quienes les gusta juntar churras con merinas para llevarse el agua a su molino…O sea , a los ( y las, que también ha habido) oportunistas de siempre…
No he escuchado a C tangana o C patxanga o como se llame. Asi que el tema no trata de un artista en particular, de lo que se trata es si con dinero público se debe contratar a artistas y cuánto se paga por ello. Por qué sí se puede gastar una pasta en contratar a Monica Naranjo, Fangoria, Doctor Deseo o Su Ta Gar? Las razones esgrimidas por unos son tan validas como las de los otros.
Me parece correcto que no se invite a C Tangana, yo no quiero que mis impuestos se gasten en eso, y tampoco que se pague más de 10mil eurospor artistas, y que se eliminen los fuegos artificiales.
Sobre el argumento de los impuestos en la actuación musical señalada, para todo el mundo consecuencia de una masiva protesta en las redes sociales, debo decir que con mis impuestos no debería sufragarse desde mi posición de absoluta minoría –situación, no obstante, de la que nuestra actual alcalde es particularmente sensible y que por lo tanto comprenderá—, la quema de marijaia, y que tal acto debería anularse debido a que su destrucción supondría un incremento de los gases de efecto invernadero y de la polución en nuestra bellísima ciudad, además, compensaríamos en cierta medida la gran devastación amazónica y daríamos, así, ejemplo a esos políticos extranjeros del G7 de nuestra firmeza nacional en contribuir a minimizar el cambio climático global. Por otra parte, el refrendo que nuestro lehendakari ha dado a la economía circular debería replantearnos seriamente si la marijaia no debería ser reutilizada una y otra vez en los próximos eventos de esta villa, siempre con el adecentamiento pertinente, claro está.