«214. No hacer de una necedad, dos. Es muy ordinario, para remendar una, cometer otras cuatro.» ( Baltasar Gracián, Oráculo manual y arte de prudencia)
Mientras el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco estudia la demanda relativa al proyecto del Obispado de Bilbao para convertir la parcela de la Escuela de Magisterio diocesana- BAM , sita en el barrio bilbaino de Abando, en un gigantesco edificio de ocho plantas y cuatro sótanos, se han divulgado algunos rumores que de ser ciertos, mostrarían que todo va de mal en peor.
Así, se ha comentado que la mentada Escuela de Magisterio BAM trasladaría su actividad docente a partir de setiembre a los locales del antiguo Seminario Diocesano de Derio, edificio, por cierto, ahora en el ojo de otro huracán, toda vez que desde el municipio en cuestión se ha solicitado de dicha institución de la Iglesia Católica que pague religiosamente el IBI, y todos los impuestos que le correspondan por las actividades empresariales que se desarrollan en sus locales.
De confirmarse este rumor, se podría en evidencia que la recalificación realizada entre febrero y junio de 2018, y que eliminaba la condición de uso docente de la parcela mencionada, junto con otras, por ausencia de dicha actividad en la misma, no estaba justificada, pues la actividad docente de la Escuela de Magisterio-BAM existía, existe y de hecho se va a trasladar a otra ubicación: es de suponer que el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco tomará buena nota al respecto.
Por otro lado, y como ex-Profesor Titular de la citada institución – de la que guardo un gratísimo recuerdo- no puedo apreciar en este traslado sino una dejación máxima de las autoridades diocesanas respecto de BAM, pues su retorno, aún provisional, a Derio, lugar desde donde llegó con gran reconocimiento social a Bilbao en 1994, puede significar su desaparición como centro docente: en mis largos años de desempeño en la gestión universitaria he visto intentos muy similares ( y al cabo frustrados por la oposición colectiva ),cuando ha habido una confluencia solapada de intereses espurios. El profesorado , el PAS y el estudiantado deberían a su vez reflexionar sobre lo que se les puede venir encima, y más aún cuando las obras de remodelación del edificio en que se asienta BAM son tan recientes.
En consecuencia,que se traslade una actividad docente que no debería existir y que su traslado pueda constituir la desaparición de un centro universitario de reconocido prestigio en el ámbito privado, son hechos que vienen a indicar que la deriva inmobiliaria del Obispado de Bilbao, vehiculizada incomprensiblemente por el Ayuntamiento de Bilbao, y contestada desde dentro y desde fuera, va de mal en peor. Y que lo que ya desde el principio fue calificado como un pelotazo descarado, puede acabar convirtiéndose en una goleada en portería propia…¿De verdad que no hay nadie que pueda detener tanto desatino?
Es incomprensible que se deje hacer este edificio horrible y enorme.No creo que el Ayuntamiento se de cuenta de semejante barbaridad que desgraciadamente después de edificado va a ser el admereir del BILBAO URBSNISTICO que queremos proyectar.Dice el Sr.Obispo que el tiene todos los derechos para hacerlo me gustaría que recapacitara para que no sea recordado por está BARBARIDAD pues ya tiene otros recordatorios mejor no recordarlos….y hubiese hecho lo mismo si en lugar de ser una Escuela Pública hubiese sido un Colegio privado pienso que no Fdo. Ana M. Duo Benito 14.216091K
Es un verdadero escándalo y un desprecio, no solo para los vecinos sino para todos los que confían en que desde el Ayuntamiento existe un interés real por invertir en la gente, protegiéndoles de la especulación inmobiliaria.
Por un lado hay aciertos, como la ampliación de las aceras de la calle Ercilla, el nuevo paso de cebra que comunica Moyúa con la misma y la futura peatonalización de la calle Iparaguirre. Pero hay que considerar (y esto es obvio para cualquiera en urbanismo) que estas acciones revalorizarán el suelo y atraerá a especuladores que impondrán sus intereses por delante del vecino.
No debe interpretarse esto como un ataque contra el Obispado o la Iglesia misma. Solo decir que preferimos la Iglesia que se preocupa por la gente pues esto es la base de un amor recíproco.