Recién me ha dicho una crítica y críptica lectora que estas columnillas dedicadas a la cosa de la pandemia del COVID-19, han ido adquiriendo un tono aseverativo- apocalíptico-profético, y que cualquier mañana terminaré por dar cuenta de los rumores que ya hablan de un gobierno de concentración nacional ( español, of course) y de unos nuevos Pactos de la Moncloa, iniciándose ansí la tan reclamada Segunda Transición.
De manera que , de modo excepcional y a modo de prueba, voy hay hacerme eco de algunas noticias noticiosas que pueden ser- y así lo advierto – fake-news de las gordas, pero que me parecen ilustrativas del «tempo storico» que nos ha tocado vivir.
Se refieren las tales a modos en los que algunas autoridades han decidido vigilar y/o castigar a quienes incumplen las órdenes de confinamiento que han sido dadas y que con cierta fecuencia se saltan algunos y algunas, cada uno y cada una según su naturaleza, pero que en estos lares tienen como factor común denominador esa picaresca tan carpetovetónica que ha llevado, por ejemplo, a un tal a sacar de paseo a una su gallina.
Así, y de menos a más, en el Nepal, la policía se ha dotado de un sistema para detener y trasladar a los detenidos por el mentado incumplimiento, consistente en una larga barra con un gancho extensible para mantener controlado al infractor ( o infractora , of course) a distancia y sin que haya contacto físico ( vid. supra): el artilugio ,que anteriormente se utilizaba para sacar cadáveres de las aguas , y que recuerda a las lazadas para capturar perros abandonados y/o agresivos, está teniendo, según algunas fuentes, un gran éxito, aunque en aquel lejano país tan sólo se han registrado por ahora cinco casos de coronavirus.
Y siguiendo esta línea ascendente, al parecer, el gobierno de Panamá ha establecido un reparto de días en los que los ciudadanos saldrán a la calle según su sexo.No se sabe, pues nadie ha ampliado la información, qué días podrán salir a la calle los diferentes colectivos que se agrupan en el movimento LGTBIQ+, lo que puede ser motivo de mucha querella y altercado.
Finalmente, el presidente Filipinas, Rodrigo Duterte , ha ordenado a la policía y al ejército que disparen a matar contra aquellas personas que incumplan el confinamiento decretado contra la pandemia del coronavirus: «A cambio de causar problemas, te enviaré a la tumba» afirmó Duerte señalando con un dedo a cualesquiera de quienes escuchaban su alocución. En este caso el problema es de tipo estadístico, pues no se ha dilucidado si las muertes causadas por las FOP deberán o no sumarse al cómputo de fallecidos a causa del virus en cuestión.
Espero, en fin, que estas líneas de hoy alivien a mi sagaz seguidora el peso de la coyuntura histórica y la despisten un poco de la SPA ( Situación Política Actual, que le decían) en entreteniéndola mientras las lea. Y si no es así, que me lo diga a la cara y en público…Y lo intentaré de nuevo.