Resulta cada vez más frecuente escuchar argumentos «ad hominem» para deslegitimar una acción o una omisión
Este tipo de argumentación pretende socavar el rol social o profesional de alguien mostrando alguna falta o incongruencia con su vida personal.
La utilización de esta modalidad argumentativa, probablemente una consecuencia más del espíritu puritano que nos ha llegado, como casi todo, del mundo anglosajón, vale para tanto para un barrido como para un fregao, y lo mismo puede intentar desacreditar a un poeta como Jaime Gil de Biedma, aludiendo a su orgullosa condición de pederasta ( lo cual, por cierto ,es falso a la vista de sus propios Diarios) que a un juez, por sus opiniones tertulianas de barra de bar.
Pero, comenzando por este último ejemplo, es preciso reconocer que los jueces, en tanto que tales, hablan por sus sentencias, como los poetas, en tanto que cuales, por sus poemas. Y que, consecuentemente,puede haber – ha habido y habrá- médicos excelentes y gilipollas, abogados habilísimos y perversos, escritores espléndidos y canallas, músicos geniales y drogadictos , políticos seductores y racistas… y así se podría confeccionar una lista muy larga.
Por todo ello, argumentar «ad hominem», más alla de sumarse a una moda un tanto monjil, indica una verdadera incapacidad para reconocer la propia falta de una sólida argumentación y se parece más a la rabieta de un chiquillo malcriado, siendo en el ámbito político , además, una estupidez estratégica por mucho que sea efectiva tácticamente…
La solidez de la argumentación de un auto judicial debe ser infinitamente mayor que la solidez intelectual de un cabreo ciudadano en respuesta al mismo.
El auto o la sentencia de un juez puede traer consecuencias para ese ciudadano contra las cuales no le queda otra salida como tal que la indignación y la indefensión.
No creo que tengamos que ser clones de los filósofos griegos para opinar que la argumentación del ciudadano togado en este caso es tan indignante como sus comentarios de taberna.
Lo contrario sería en mi modesta argumentación clasismo y limitaría el debate social a quienes tienen el tiempo y los medios para cultivar su intelecto sin otro tipo de obligaciones o responsabilidades.
Que no creo que vaya por ahí su argumentación.
https://es.wikipedia.org/wiki/Argumento_ad_hominem
Gracias, Vicente.
Gracias por el comentario.¿ Qué le parece indignante de la sentencia del juez en cuestión?
Gracias por su respuesta.
Todo. El fondo, la forma, el momento, su politización y el desprecio de la medicina y de los sanitarios de sus declaraciones previas .
¿O seguimos en la Edad Media como opina ese señor?
También me indigna la incapacidad manifiesta de los servicios jurídicos del G.V. incapaces de argumentar con «solidez» más allá del cobro de sus supuestamente abultados sueldos.
¿Y a Vd, qué le parece adecuado de la misma? Por ensanchar mi mente, más que nada.
Desconcertado con tu tesis
Esto no es un argumento ad hominem dado que lo que se le atribuye a A incide de pleno y tiene una consecuencia directa en las decisiones del mismo, decisión que afecta a muchas personas con consecuencias muy serias
Si uno desprestigia a expertos no puedes basar sus argumentos en la teórica aportación de esos mismos expertos
O a setas o a rolex
Argumento ad hominem sería que si es del Real Madrid o de Vox desprestigia sus argumentos basados en datos epidemiológicos pero no es el caso
Te recomiendo la lectura de la columna de Xavier Gurrutxaga sobre la apariencia de imparcialidad de hoy en el Correo. Clarificador
Es curioso, en los medios de comunicación no se habla de tres jueces que han tomado una decisión… se habal de uno (al que se la encontrado un punto débil)…
Tampoco se habla de la falta de solidez del argumentario del Gobierno vasco… motivo por el cual, ahora hablamos de un juez…
Una vez más, Vicente, has sabido poner el dedo en la llaga.
Hay quien cree, caso de Caustico, que su opinión, compartida con el poder ejecutivo, debe prevalecer por la opinión del poder judicial porque el representante de ese poder tiene unas opiniones personales, que no legales, que no coinciden con las del Ejecutivo Vasco ni con las de Caustico.
No digo, siquiera, que coincidan con las mías, pero el respeto que se merece el trabajo de ese señor es el mismo, por lo menos, que se merece el trabajo de Urkullu o de todos sus consejeros.
Hay, incluso, un individuo que cambio el cocidito madrileño por un potaje de garbanzos que se atreve a decir
«(…)No me digan que no es para llorar cien ríos que las autoridades democráticamente elegidas por la ciudadanía tengan que andar haciendo espeleología jurídica para encontrar el modo de proteger la salud de sus gobernados», con lo que parece indicar que el estar «democráticamente elegido» les permite saltar por encima de las leyes y normas «democráticamente establecidas». En tu larga lista de ejemplos, Vicente, se te olvidó la de periodistas y gilipollas que se creen los dueños absolutos de la verdad democrática absoluta, como ese individuo.
El autoritarismo, ejercido en nombre de la lucha contra la pandemia, nos está destrozando a todos, incluso a los que se creen muy listos.
Más claro, imposible. Pero no deja de ser una pena.Gracias por el comentario.
En efecto, lo correcto hubiera sido leer tranquilamente la sentencia, acatarla, añadir que acaso no se aportó un suficiente argumentario , y comprometerse a recurrir si fuera posible añadir más «elementos de juicio» – nunca mejor dicho.
Gracias por el comentario.
Querido colega: Yo creo que sí es un argumento ad hominem pues se desautoriza un acto profesional aludiendo a una anécdota de quien la ejecuta sin entrar en el fondo de la cuestión . Se deberían discutir los fundamentos de la sentencia, y reseñar si el argumentario del ejecutivo vasco fue suficiente. Todo lo demás es poner en duda la profesionalidad de un magistrado, algo tan desalentador como poner en duda la de un epidemiólogo. Y aun teniendo en cuenta que ambos dos, personalmente, pueden parecernos unos gilipollas.
Es evidente que el argumentario del ejecutivo vasco ha sido insuficiente para dar «elementos de juicio» que hubieran permitido otra resolución. Y no sé si ha sido así por incompetencia o por soberbia. Todo lo demás, creo , está fuera de lugar porque las cosquillas , a nivel personal, ad hominem, se pueden encontrar en muchos personajes públicos…
Esta misma noche, los profesionales sanitarios se están enfrentado al COVID-19 en condiciones más que precarias. En este rato de lectura y escritura, muchos de ellos, están viendo morir a sus pacientes. Probablemente, esta misma noche, verán en la cara de otros muchos un miedo infinito y tratarán a la vez de disimular el suyo propio
Siendo esto así, las declaraciones del señor magistrado despreciando la capacitación de los epidemiólogos ayudan bastante poco. No se critica la sentencia, se critica el desprecio. El argumento del señor magistrado ha sido del tipo: «Los gatos tienen pelo, Javier tiene pelo, Javier es un gato».
Me produce profunda tristeza. Ahora bien, cada uno busca su ratito de fama como puede. Se le ve cómodo en el papel.
Por último y, entrando en el campo de las definiciones, botarate me parece un más que apropiado calificativo.
Que NO
Si juzgas no opines
Si opinas no juzgues sobre lo que has opinado, inhíbete
No se puede estar repicando y en la procesión
Y claro que dudo de la profesionalidad del magistrado pero totalmente
Juzga con su opinión prejuzgada y no lo digo yo, lo dice el mismo con sus opiniones tertulianas
Ha perdido su imparcialidad habiendo manifestado su postura sobre lo juzgado con antelación
Está contaminado
Otro tema es que los servicios jurídicos del GV se lo pongan fácil con una endeble argumentación
Su decisión la ha tomado SIN ENTRAR EN EL FONDO DEL ASUNTO como dice en su auto MIRANDO UN POCO UNAS CURVAS (sic)
Le añades, qué casualidad, que le encanta Van Morrison y lleva una canción muy específica de bandera que justo coincide con su criterio en el auto
No es argumento ad hominem, como mucho argumento ad garrulum
Hay dos comentarios iguales, atribuidos a María y Luján. Elimino uno de ellos, sin entrar en el fondo de la cuestión.Agradezco la aportación.
Aunque no responde en absoluto a mi pregunta, gracias otra vez por perder el tiempo conmigo.
Como mi formación es puramente técnica y no puedo argumentar aspectos jurídicos, le remito a su colega de DEIA y catedrático de Derecho Administrativo, Iñaki Lasagabaster y su artículo de ayer.
José.
Si quieres criticarme, que me parece fenomenal, me contestas a mí sin necesidad de intermediarios.
Mientras no me insultes como hacías ayer por ejemplo al llamar cretino al Sr. Anasagasti por discrepar de su opinión en su blog.
Un cordial saludo a ambos.
Estimado colega: En modo alguno me parece que pierdo el tiempo con usted.De hecho le agradezco y mucho su atención y sus comentarios, independientemente de nuestras discrepancias.Leí el artículo de Lasagabaster, pero no me pareció adecuado comentarlo.Todas mis últimas intervenciones tienen el objetivo de colaborar a crear una mejor respuesta global – no solo sanitaria- a la pandemia que estamos atravesando. Así que, de nuevo, muchas gracias.
El lenguaraz magistrado ha roto la costumbre de los jueces de hablar, exclusivamente, a través de sus sentencias. Hay otros jueces/juezas que están «opinando» de todo y todos los días a través de tertulias de tres al cuatro. En el fondo lo que ha dicho su señoría con palabras de la calle es que los epidemiólogos, visto lo visto, no han hecho otra cosa que repetir las medidas que ya se pusieron en vigor allá por 1.914. Confinamiento y tapar la boca. Todos los días por todo el mundo se critican las sentencias de los tribunales. Pero ¡ah amigo! si estos abren la boca les cae la del pulpo. Curiosamente el fondo de la sentencia no parece que a nadie le interese con la que se nos viene encima si piden daños y perjuicios. Ya me estoy rascando el bolsillo
Discúlpame, Caustico, pero todo tiene una explicación.
Como has podido leer mi comentario era un poco más amplio que una respuesta a tu aportación, aunque salieras citado. Es por eso por lo que opté por poner un comentario más general y más directo hacia lo expuesto por Vicente.
En lo referente al Sr. Anasagasti, que no sé si es muy correcto citarlo aquí, tienes una piel (ajena en este caso) muy fina. Al Sr. Anasagasti le suelo contestar en el mismo tono de insultos que él utiliza hacia mí y hacia mucha gente que piensa como yo, o simplemente que no piensa como él… aunque como él es más político sabe insultar mucho mejor que yo, y con mayor profundidad.
Un saludo
Rasque, rasque, don Antonio, y encuentre…Es broma. Lo cierto es que este no estar cada uno y cada una en su sitio, respetuosamente, no ayuda nada a crear un clima de confianza social, tan necesario en situaciones como esta.Gracias por su atención.
Agradezco tu respuesta aunque no coincidamos en algunas apreciaciones, o en muchas. Supongo que eso es bueno.