«Boum, boum, boum. C´est le cannon qui annonce le commencement de la journée de fête. Les marechaux défilent fièrement en portant leurs nombreuses condècorations…” leía con voz tronante el hermano Víctor, de pie, subido a la tarima, sin ser acaso muy consciente de que estaba rememorando un acontecimiento que había dividido el pasado entre la Historia Moderna y la Historia Contemporánea.
Pues el 14 de julio de 1789 se produjo en Paris el primer levantamiento popular encabezado por una burguesía ascendente e, independientemente de su desarrollo, muy similar al de revoluciones posteriores, como las de 1830 ,1848 , 1871, 1917,o 1949, constituyó un antes y un después inusitado: el mismo Luis XVI había comentado que los parisinos no se echarían a la calle, a pesar del malestar generalizado… porque hacía mucho calor.
Lo que entonces se diseñó era un modelo de Estado unitario y constitucionalmente anclado en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, valores que fueron en un primer momento absolutamente inaceptables para las élites del Antiguo Régimen pero que luego fueron aceptados literalmente, cuando la burguesía pactó con ellas,como muy bien explicó Giuseppe Tomasi di Lampedusa en El gatopardo. Un modelo , por cierto que , a pequeña escala, fue reproducido por las nuevas élites periféricas.
Pero aun así, este modelo fue celebrado allá y acullá, siendo uno de los mayores exaltados el mismo Inmanuel Kant que en esta fecha , a pesar de su avanzada edad y de su ordenado pietismo, se agarraba una buena melopea recordando sobre todo las expectativas que aquel 14 de julio se habían abierto y que no eran otras sino las de la implantación realmente efectiva de las ideas ilustradas ,como recordaba el también filósofo Michel Foucault en uno de sus más celebres estos textos.
«Allons enfants de la Patrie,le jour de gloire est arrivé !»… Pues toda rememoración, sobre todo si lo es de un comienzo, otorga al presente un carácter inaugural de cara al futuro, a cualquier futuro…Ah,14 juillet!
Muy interesante. Gracias una vez mås, Vicente.
Gracias ti , por el seguimiento.