Me hubiera gustado reanudar estas escriturillas con un haiku de esos que me salen intentando reclamar un tiempo vertical , al modo como lo define Gaston Bachelard en L’ intuition de l ‘instant, una breve obra de la que he disfrutado a la sombra de los tamarindos en la playa de Formentor.
Pero el email de un buen amigo me ha devuelto al tiempo horizontal de la prosa , lo cual que se comprenderá a la vista de estas sus palabras:
Tras varios intentos de conseguir un certificado digital de vacunación completa contra el COVID-19 por varias vías y consultar la página de Atención a la Ciudadanía, he recurrido a una dirección dispuesta al respecto a la que he enviado un mensaje informativo y correcto. De hecho este itinerario ya lo había tenido que hacer anteriomente pues tampoco se pudo lograr el mentado certificado para la primera dosis.
En aquella ocasión, la respuesta fue el envío directo del archivo digital correspondiente sin mensaje alguno. Sin embargo ,la última respuesta ha sido del siguiente tenor: «Hemos podido generar su certificado en nuestros sistemas, sin incidencias. Pruebe con otro navegador u ordenador. Verifique también que sus datos de filiación están correctamente recogidos en su centro de salud. (DNI).Si bien no es algo que hagamos habitualmente, le remitimos junto al mensaje su certificado. Un saludo. Atentamente»
Y es que, en efecto, el tratamiento resulta sorprendente en su fondo y forma , y devuelve desgraciadamente a lo más prosaico de la cotidianeidad.
Pues, por un lado parece que se desea dejar claro la incapacidad técnica cuando no la estupidez mayor del ciudadano , sin que se atisbe ni por un momento la posibilidad del propio error institucional.
Y en cuanto a la forma, la primera persona del plural, ese Nos(otros) ex-clusivo que remite a una sabiduría inapelable, combinado con la supuesta legitimación no ya del Sistema , sino de los sistemas sin falla, elevado a retruécano con el estrambote de «si bien no es algo que hagamos habitualmente», convierte el mensaje en un comunicado agresivo y autoritario, absolutamente inadmisible
Y es que todo va indicando que la pandemia del COVID-19 , más allá de mostrar las insuficiencias del sistema sanitario – salvado in extremis por sus profesionales – está transformando las relaciones sociales, el trabajo o la educación a partir de ese nuevo criterio tecnocrático conceptualizado como «hibridación».
Pero también , y acaso como deriva del proceso disciplinario social generado por un confinamiento probablemente necesario, que se está desencadenando una deriva autoritaria , manifiesta no sólo en la represión algorítmica ,física y directa, de parte de la ciudadanía , sino en el lenguaje, ese gran configurador de «realidad».
Por todo ello, no es de recibo que una institución – o un servicio privatizado por ella- envíe una respuesta tan inadecuada como la señalada, y sería lo propio que, consecuentemente, el autor (o autores o autoras) sea relevado por alguien con más sentido común…A no ser que desde los oscuros think tanks de los que se alimentan algunos de nuestros más torpes mandamases se acepte sotto voce el autoritarismo colateral…
Sinceramente, y aunque entiendo que como sociólogo hilas muy fino en ciertas áreas y puedo estar en un error, creo que tu buen amigo peca de susceptibilidad.
Yo estaría encantado de que, para resolver un problema, la Administración hiciera algo «no habitual». Lo vería como una demostración de flexibilidad, eficacia y humildad . Tampoco me molesta el «nos», y en cambio agradezco el «Un saludo. Atentamente».
Gracias una vez más, Vicente.
Me he estado pensando el escribir algo sobre este articulo.
Recientemente se ha sabido el caso de Olatz Vazquez. Yo tengo para aportar un caso parecido de un amigo, hoy difunto, en circunstancias similares, excepto que él estaba diagnosticado, pero su diagnóstico «era bueno» y se podían atrasar los seguimientos, hasta que los seguimientos dieron unas metástasis sin retorno.
Intentando hablar con alguien, de cualquier problema, te dicen, dado que no hay citas presenciales, que ….¡¡ la madre que los parió!!
No quiero traer a relucir los problemas que tiene mi mujer para jubilarse porque en la empresa (Gobierno Vasco) le exigen la presentación de un documento protegido por la ley de privacidad…. les da igual.
Y ya lo que me ha parecido increíble es la situación en la que, a través de los medios de comunicación, ya que yo no soy experto en la materia, dice que tras la declaración de inconstitucionalidad por parte del Tribunal correspondiente… las multas generadas por el anticonstitucional estado de confinamiento se dividen en dos tipos:
a) las pagadas…. que se jodan por pardillos. Están pagadas y ya está.
b) las no pagadas…. muchas de ellas de los «listos» que tienen a quien consultar… ¡¡¡archivadas!!! Manda güebos … y mandó tres cajas.
Lo malo, Vicente, es que el autoritarismo nunca es Colateral…. sólo es autoritarismo.
Un saludo
Así es en efecto, pero creo en la labor cívica de ir dando cuenta de cada una de las manifestaciones de autoritarismo, pues es como «el huevo de la serpiente» que se abre cuando ya nadie puede evitarlo. Muchas gracias, como siempre, por el comentario.
Gracias por el comentario. La cuestión es que, por lo visto, el mensaje aludido procedía de un servicio encargado precisamente de los casos excepcionales, por lo que su actitud «no habitual» debería ser la norma.